3 de septiembre de 2020

El desafío de "tratar de estar mejor"

Este jueves transcurrió tranquilo, dediqué buena parte del día a pagar cuentas corrientes que tengo en algunos comercios y mis obligaciones ante el Fisco. Siempre que llegan los primeros días del  mes, saldar esos gastos son mi prioridad. Por suerte pude dormir una mínima siesta antes de ir al gimnasio. Me propuse adelgazar un poco, no sé si lo lograré, lo que sí todos sabemos es que la si lo  hago a conciencia, a la large me voy a sentir mejor. Y te cansarse del ejercicio físico, seguramente te permitirá que a la noche puedas dormir más plácidamente. Ayer se difundió un nota de TN sobre las tomas de tierras en Lobos, que en realidad no aportó nada nuevo a lo que en realidad ya sabíamos y que los medios locales estuvimos informando durante todo este tiempo. Pero no me quiero extender más en el tema porque trato de salir de la estricta actualidad. 

Ese agotamiento que a menudo sentimos es parte de ver las mismas noticias repetidas por un lapso indeterminado, y esto es válido para TN, Crónica TV, C5N, y la mayoría de las señales que se dedican a estos menesteres. A veces sintonizo Canal 26, que no te quema tanto la cabeza y tiene un espectro informativo más amplio. Soy periodista y tengo el compromiso de dar a conocer la realidad de mi ciudad, pero muchas veces me agobia lo que pasa y me veo superado ante los hechos como le sucede a cualquier persona. Por eso trato de distenderme con lo que tengo a mano, ya sea escuchando música, o leyendo portales de noticias del interior del país. No todo es Clarín o La Nación, te diría que hay páginas que son mucho más confiables que los dos medios que tienen posición dominante en el mercado. 

Desde hace tiempo, vengo pensando que en Lobos hay mucha gente talentosa que a mi modo de ver merecería mayor difusión, y por otro lado hay otros que se creen grandes artistas y son víctimas de su propio ego. La vanidad se nota muchísimo en un pueblo chico, y trae consigo el inevitable chusmerío, esa letanía de meterse en la vida ajena y de juzgar a los demás sin mirarse el ombligo antes. Hagas lo que hagas, igual te van a criticar, por esto o por aquello. No se puede dejar conformes a todo el mundo, ni lograr caerle en gracia al resto de los habitantes de "la aldea". Yo no me puedo hacer cargo de lo que piensen los demás, ni me interesa hacerlo. 

Además no es saludable tampoco intentarlo, porque en tal caso estaríamos cayendo en la hipocresía y la falsedad de sobarle el lomo a todo el mundo y sonreír, esa sonrisa calcada de una publicidad de pasta dental que cualquiera puede reconocer que no es sincera. En eso estaba reflexionando, mientras me preparo para cebarme los últimos mates del día. Hay cosas de esta ciudad que me gustaría preservar, como la tranquilidad y el trato con los amigos de la infancia, pero quienes hemos vivido en una gran urbe alguna vez sabemos que hay que tratar de rescatar un poco de cada cosa para encontrarle sentido al lugar donde vivimos e interactuar con los demás de un modo inteligente. Punto final.

¿Quiénes son los próceres del siglo XXI?

  La mañana se presentó tranquila, sin mayores sobresaltos. Me levanté temprano para hacer las cobranzas de los avisos publicitarios y estim...