3 de abril de 2021

El otro virus que contagia indeferencia y corrupción

Empezamos a transitar un nuevo mes, que viene cargado de incertidumbre por el recrudecimiento de la pandemia. El Presidente contrajo el virus pese a haber recibido las dos dosis de la vacuna, entonces uno no sabe qué pensar. No voy a poner en duda la efectividad de la misma, porque de eso se estuvo hablando durante todo el día. Lo que yo advierto es que, más allá de la situación sanitaria, el clima está muy enrarecido, nadie sabe bien qué va a pasar. Esto es una constante de la Argentina, por supuesto. Nos hemos acostumbrado a tener que decidir sobre la marcha, prueba y error. 

Lo concreto es que la Suptnik V, junto a la vacuna china, soy hoy por hoy los únicos antídotos que tenemos, por lo tanto aun cuando su eficacia esté en duda, siempre es mejor vacunarse. Todos tenemos miedo de dar un paso en falso y quedar atrapados en alguna trampa: de la AFIP, del Gobierno, de los grandes medios, entre otros. Circulan constantemente falsas noticias, que o bien son un disparate total, o una verdad a medias. El problema es que si vos te prendés en eso, ni siquiera saldrías de tu casa. Salvo algún logro deportivo, los hechos positivos no son noticia en ningún lado. Lo que tenemos que pensar, es que hay países más preparados que otros para hacer frente a la Segunda Ola, y por ser más desarrollados podrían dictar una cuarentena sin que la economía se viera severamente afectada. Esto no aplica para la Argentina, que en 2020 duplicó la pobreza, la indigencia, y la desocupación. Solamente hay oferta de empleos calificados o con innumerables requisitos que sirven como "filtro" para descartar a quien se atreva a postularse. En el periodismo, ganar una beca internacional es sumamente difícil.

 Hace poco vi una convocatoria para escribir un ensayo sobre las migraciones forzadas en Latinoamérica, promovida por la "Fundación Gabo" (llamada así en homenaje a Gabriel García Márquez, en Colombia). Ya desde el vamos, para inscribirse, era tan engorroso que uno no podía menos que desistir. Te financiaban la investigación con 5.000 dólares, una cifra módica, pero cuando empezabas a leer la letra chica, no era que te otorgaban 5 lucas de una, te iban dando la guita según el desarrollo de la nota o ensayo para el cual te postulaste. Trato de evitar dejar mis datos personales en Internet, en muchos casos uno debe hacerlo para sumarse a las redes sociales, por eso proliferan tantos perfiles truchos de Facebook. 

Creo que trabajar por tu cuenta, o bajo modalidad "freelance", es la mejor opción. Tiene sus pro y sus contra. Ser tu propio jefe implica que la responsabilidad por cualquier cagada que te mandes va a recaer en vos, pero los clientes y anunciantes también serán de tu confianza si trabajás honestamente. En cambio, si es en relación de dependencia, tenés una certeza de en qué fecha vas a cobrar tu sueldo, y que te lo van a seguir pagando aun en momentos de crisis económica porque si tenés mucha antigüedad no les conviene pagar una indemnización para echarte. 

Dentro de mis conocimientos, estoy dispuesto a hacer changas para ganarme un mango extra. Dar clases de Inglés, redactar documentos, administrar redes sociales... pero si me pedís que te levante una pared como peón de albañil, lamentablemente no me siento capacitado. Lo bueno es que todo se aprende, por lo tanto no lo descarto, laburar en el rubro de la construcción deja bastante rentabilidad y es uno de los pocos que se está moviendo. Hasta la próxima, amigos. Punto final.



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