7 de abril de 2021

20 años de profesión y lecciones aprendidas

 Mitad de semana en la ciudad. Un miércoles con 30 grados en pleno abril, ¿Quién lo hubiera pensado? Me levanté más o menos temprano y ya se sentía el sopor. Hice algunos trámites hasta el mediodía, y no volví a salir de casa alrededor de las 17, para ir a comprar cigarrillos y un encendedor. Este último objeto traté de hacerlo durar al máximo antes de descartarlo, pero se me estaba "gastando" el dedo índice de mi mano derecha de tanto insistir en girar la ruedita para que la llama aparezca como por arte de magia. Mientras cae la tarde y me cebo unos mates, voy pensando cómo tirar el resto de la semana con las notas del diario, porque no abundan noticias locales. Lo único que sobra es la escasez. Trato de no pedir favores a otros colegas, porque me pone en el compromiso de tener que devolver esa gentileza, y además siempre aposté a mi propia producción periodística, no me gusta "copiar y pegar" excesivamente. 

Todos estos últimos 20 años, aprendí a: 

- No subestimar a nadie, por más boludo que parezca.

-Ser un "buen perdedor", es decir: Si otro medio consiguió una primicia, o si un comercio le otorgó una publicidad que a mí me la negaron, la vida sigue como si nada. Seguramente me dará un poco de bronca, pero es lo que hay. Es un mérito del otro y no me enveneno con eso.  

- No publicar ningún texto político o publicitario (solicitada), si no están dispuestos a pagar el espacio. Hago la excepción con entidades de bien público sin fines de lucro. 

- Retomando la primera premisa, en muchas ocasiones hay que hacerse el boludo. Existen varias modalidades, pero algunos secretos del oficio no los voy a divulgar. 

- No ser mezquino, pero tampoco "avivar giles".

- Saber entender el pulso social: qué es lo que se respira en la calle, de qué habla la gente, qué información es tendencia en ese momento. 

- Implementar tarifas de publicidad que considero que me sirven; no hago más un aviso sin acordar antes una continuidad mínima, porque de lo contrario es muy probable que te paguen un mes y se den de baja. Perdiste tiempo al pedo. Hago la salvedad de que si la pauta es por un mes pero me pagan bien, puedo aceptarlo. 

- Cuando tengas alguna duda o no sepas cómo actuar, consultalo con tu familia. Ellos vas a estar siempre apoyándote, o al menos, en la mayoría de los casos. Si te critican, comprendé que lo hacen con el fin de que vos puedas corregir lo que no te salió bien y tomar nota para que no suceda nuevamente. 

- Pensá en el interés de los lectores, aunque no sean los mismos que los tuyos. 

Esto es todo por hoy, nos estamos viendo pronto, si me surge la inspiración nuevamente. Punto final.




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