15 de junio de 2024

Instant karma

 Permítanme dudar de que la Ley Bases implique una mejora sustancial en nuestra calidad de vida. Soy bastante escéptico al respecto. No creo que veamos cambios notorios, y tampoco parece que traiga aparejado una recuperación de los puestos de trabajo perdidos. En realidad debo decir que me vuelto escéptico ante casi todo, pero más aún cuando tengo la sospecha de que es mera improvisación. El gobierno actual tiene que gestionar con las herramientas que recibió, no buscar artilugios para globos de ensayo. ¿Y quién se va a hacer cargo luego de las consecuencias en las que esta desregulación pueda derivar? ¿Los senadores? Jamás.

Se puso más énfasis en los disturbios de las adyacencias del Congreso que en el debate legislativo propiamente dicho. Es posible que haya habido infiltrados dentro de las turbas violentas que participaron de los destrozos. Como les decía, es bueno no dar todo por sentado y permitirse dudar de aquello que en apariencia es tan obvio no reviste una segunda lectura.

Estamos cansados de que nos fusilen el bolsillo con impuestos de todo tipo, con aumentos de precios constantes. Me podrán decir que ahora la inflación está bajando, pero ello es consecuencia de una retracción en el consumo. Se gasta menos porque la plata no alcanza para otra cosa. Cuando lleguen las boletas y se sienta el impacto de las tarifas, estaremos más ajustados aún. 

La única que nos queda es reacomodar el ya vapuleado presupuesto familiar para hacer frente al pago de los servicios esenciales. Y por otra parte, redoblar los esfuerzos en el plano personal, en eso que uno sabe que es capaz de hacer. Tenemos la experiencia de haber atravesado numerosas crisis. 

Somos bichos cascoteados que vamos generando anticuerpos. Quisiera enviar un mensaje esperanzador, pero lo único que se me ocurre decir es que la clase media y media/baja es la que está en mayor situación de vulnerabilidad (por trillada que resulte esta afirmación).

Yo tendré que seguir trabajando al igual que ustedes, y sólo podré gastar en función a lo que gano por mes. Ya no estoy en condiciones de endeudarme con un crédito para comprar boludeces. Tengo un celular que me gustaría cambiar por otro más moderno, o la notebook, pero no es el mejor momento para hacerlo. Mi consejo es que si tienen algún dispositivo electrónico, lo usen lo estrictamente necesario, no sólo para ahorrar luz, sino para evitar tener que recurrir a un servicio técnico. En cuanto a los préstamos o financiaciones, no quiero que me dejen el bolsillo pelado o caer en la incertidumbre que convertirme en un moroso, de manera que no habrá otra alternativa que esperar, pero sin caer en la pasividad. Bancamos esta situación, sí, pero seguimos intentando salir a flote con los recursos que tengamos a disposición. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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