Primer día hábil del mes, y comienzo de la segunda mitad del año. Qué decir, la verdad es que no puedo determinar qué tan rápido transcurrió el primer capítulo de 2024. Fueron meses duros y complicados, quizás por eso, a diferencia de lo que me sucede habitualmente, se me hizo cuesta arriba transitar esa etapa. Hubo mucho por asimilar como parte de una nueva realidad que se nos presenta esquiva. Pero yo soy crítico en la medida en que veo incongruencias o falta de coherencia en las políticas públicas.
Esto que está pasando, con dos galpones que acopian millones de toneladas de alimentos a punto de vencerse, es de una inmoralidad absoluta. Si no los quieren repartir a los comedores y merenderos, que se los otorguen directamente a quien los necesite, pero que hagan algo. El escándalo no podría ser menor y les costó el puesto a cuatro funcionarios. Milei se empeña en sostener a la Ministra del Capital Humano como si ella desconociera lo que venía pasando. La sostiene porque es de su confianza, más que por su supuesta idoneidad. Hay tantos cabos sueltos dentro del gobierno que no se sabe bien por dónde empezar a rajar inútiles. Me refiero a cargos políticos de alto rango, no a empleados públicos como los de Télam.
No constituye un mérito que desembarque un gobierno sin experiencia en el ejercicio de la política. Es evidente que la proliferación de outsiders no nos lleva a ningún lado porque no conocen los vericuetos del poder ni cómo se lleva adelante una gestión de 4 años. Ninguno de los últimos presidentes que tuvimos soportaría un mandato constitucional de 6 años, como era antes. El desgaste es notable en todo el tejido social de la Argentina, y yo no creo que puedan cumplir con uno de los slogans preferidos de campaña, como es el de dolarizar la economía, en el caso de que realmente quieran hacerlo.
Esta gente ha perdido la brújula muy pronto, los 100 días de “no-gestión” se esfumaron como la nada misma. Ni siquiera han logrado encauzar la economía, para la cual se consideraban expertos en soluciones mágicas y cortoplacistas. El Presidente sólo da entrevistas a medios afines, como LN+ y Radio Mitre, que aborrecen al kirchnerismo y por eso lo apoyan, más que por una genuina declaración de principios republicanos. El resto del tiempo se la pasa escribiendo boludeces en X (ex Twitter). Esos medios hacen más de lo que les pide “la casta gobernante” en su afán por disimular las metidas de pata y estropicios discursivos a todo nivel, desde pseudo intelectuales, hasta cancilleres, embajadores y ministros. Gente retrógrada si las hay. Gobiernan para los empresarios (los “héroes” de Milei) y no para el laburante. Paradójicamente, fueron los trabajadores quienes los votaron en medio de la desconfianza lógica del empresariado local. No sé si están a tiempo de corregir el rumbo o buscan inmolarse solos. En determinada instancia van a ser los cortesanos quienes lancen su ira hacia los monarcas plebeyos que viven de inquilinos en el Palacio Rosado de Balcarce 50. No jodan más con la herencia recibida, porque ustedes ya están dejando un legado nefasto para el que asuma en 2027. Nos estamos reencontrando pronto, con mejores noticias. Saludos, amigos. Punto final.
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