Me gusta madurar
una idea antes de escribirla y de lanzarla a la consideración pública, siempre
que tenga tiempo para hacerlo. He escrito notas o crónicas apremiado por la
urgencia del cierre de edición, y sé lo que es laburar bajo presión. Pero si
estamos hablando de un blog como éste, yo le doy un perfil más reflexivo
mientras la disponibilidad horaria me lo permite. Ha habido etapas en el cual
he contado con esa chance, y entonces lo que escribí ha sido de mayor
inmediatez. A lo largo de todos estos años no he podido soslayar la actualidad
política, porque es algo que repercute en todos nosotros. Antes ensayaba una
abstracción e intentaba no escribir sobre cuestiones de las que ya ha opinado
hasta el kiosquero de la esquina. Pero además pasa algo curioso: Si ves los
canales de noticias, hay dos o tres temas que van rotando durante todo el día,
como si fuera el hit del momento, y a veces se extienden más de lo que la
audiencia promedio puede soportar.
No hay mucha
producción últimamente. No envían móviles al lugar de los hechos, excepto
cuando la repercusión es tan intensa que se gastan unos pesos en mandar a un
corresponsal. En realidad, el corresponsal es un periodista que labura fijo en
un determinado lugar del país o fuera de él. En cambio, la definición de
enviado especial es más apropiada y fácil de comprender. Es un cronista que
acude para cubrir un hecho específico y puntual, y luego de obtenido el
material se va a su casa. Le dieron muy poca bola al amotinamiento policial y
la convulsión social en Misiones, sólo unos pocos canales le dedicaron un
espacio razonable. Da que pensar si lo quisieron ocultar deliberadamente o si
no le importó como información lo que estaba sucediendo, que fue bastante
grave. Parece que algunas provincias pertenecieran a otro país, nunca son
noticia por nada a nivel nacional.
Me quedé pensando
en el concepto de "periodismo militante". ¿Es necesario militar por
alguna causa para hacer periodismo? Todos tenemos convicciones, pero no siempre
pasan por un posicionamiento político. Me refiero a que hay diferentes
consignas que nos movilizan.
El periodista
debería limitarse a informar, o podría emitir una opinión si: 1) Considera que
está capacitado para hacerlo, y 2) Que ese juicio de valor, sustentado en
argumentos sólidos, aporta algo al lector. El Pelado Trebucq, que ahora está en
LN+, no me va a hacer cambiar mi pensamiento diga lo que diga, no es un tipo
que incite a reflexionar sobre nada, es demasiado torpe por más que labure para
un medio supuestamente prestigioso. Son gente muy cabeza de termo que no sé si
resisten un archivo. Yo indago en el rol del periodismo porque me dedico a esa
profesión, si laburara de otra cosa quizás lo vería de otra manera. Pero no
todo se puede debatir, no es posible crear consensos sobre derechos adquiridos
que no admiten ninguna discusión, y eso lo aprendí cuando veo cómo el actual
gobierno comete un avasallamiento hacia ellos. No obstante, como es necesario
respetar la democracia, dentro de 4 años (o poco menos) cada uno analizará cómo estamos
posicionados. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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