¿Qué nos resta esperar de esta parte hasta fin de año?
Resistir, podría decirse. Cada uno tiene sus proyectos y trata de encauzarlos
dentro del contexto. La sociedad actual nos incentiva a "vivir el
presente", y como en rigor de verdad no sabemos cuánto tiempo vamos a vivir, a
veces no vale la pena hacer proyectos a largo plazo. El futuro es importante,
pero no perdamos de vista lo que sucede en lo cotidiano. Muchas veces
sobreviene la frustración ante un proyecto que no pudimos concretar, o que no
salió como esperábamos. No sé, estamos a mitad de semana y mientras tomo unos
mates me surgen estas reflexiones, que están sustentadas en mi historia
personal y en el diálogo que tengo con la gente que conozco. Yo creo que hay
más incertidumbre de lo que parece, en todos los órdenes, y esto no pasa
solamente por lo económico. Muchas veces nos cuesta saber qué es lo que
queremos hacer, o cómo actuar ante determinadas situaciones. Y ahora estoy
sentado frente a la pantalla, tomando unos "amargos", y pensando en
que estamos todos en la misma. Hay un mínimo porcentaje que está con "la
vida hecha", por así decirlo, o que cree tener el futuro asegurado en base
a sus ingresos. El resto estamos en la lona. Tratando de reinventarnos ante algo que nunca nos tocó atravesar.
La comodidad de la vida burguesa que todos añoramos en secreto
es algo que también conduce a la sensación de que todo va a seguir igual. La
casa, el auto, los hijos, los ahorros, ¿las vacaciones? Pura cháchara, comprar
felicidad en cuotas. Es gratificante tener una familia y poder darles lo mejor, pero andá a un asentamiento precario o una villa de emergencia y te darás cuenta de que esa gente, olvidada por todos los gobiernos, también son argentinos. Son marginales no porque ellos lo deseen, sino porque el Estado los ignora o los oculta. Ni siquiera en las estadísticas oficiales son tenidos en cuenta. Es ahí donde hay que hacer hincapié para detener la propagación del virus, porque como mencionaba en una nota anterior, sería una hijaputez pedirles a esas personas que se cuiden cuando viven todos juntos en una pieza porque el Estado nunca les facilitó una vivienda digna. Punto final.