Estoy transitando este finde, tratando de actualizar las notas que he publicado en mi diario digital, e ir buscando nuevo material. Al no haber actividad cultural ni deportiva, casi sin darnos cuenta, entramos en un "bache" que es propicio para mirar TV o escuchar música, pero no lo es tanto para conseguir información. Estoy empezando a trazar un análisis de cómo ha impactado en la vida pueblerina esta situación, pero por ahora es un laburo que está en una primera etapa, y lo hago más que nada porque algún día quedará un testimonio de cómo los lobenses afrontamos este contexto de emergencia.
No obstante, hoy es un día distinto para nosotros: es el Día del Periodista. Estoy feliz de ser lo que soy, y de contar con el cariño de la gente y el respeto de mis colegas. No tengo un encono personal con nadie, sólo palabras de agradecimiento. Tratamos de honrar la profesión bregando día a día por mejorar y ofrecer a nuestros lectores las noticias que son de su interés. Una cosa es haber estudiado Periodismo (como lo hice yo), y otra es la experiencia, el oficio, que es un complemento indispensable. Caminar la calle, darle una vuelta de tuerca a las cosas, tratar de ser original e innovador. Sin la ayuda de mis padres y de mi familia, esto no hubiera sido posible. Son ellos con los que hago "catarsis" cuando las cosas no me salen bien, y me han bancado siempre. Mis docentes me brindaron una formación integral, inclusive aquellas materias que no les veía utilidad, con el tiempo resultaron valiosas para ejercer la profesión. Los anunciantes, que aún en un marco excepcional como el que nos toca vivir me continúan dando su apoyo para sostener mi emprendimiento. Y por supuesto, reitero mi agradecimiento a los lectores. Sin ellos, nada sería posible.
Siempre fue bastante reacio a la tecnología, aunque claudiqué en algún momento: no me gustaban los celulares táctiles, ni tener Faceboook, o Twitter. Supongo que hay personas con mayor popularidad que se valen de esos medios para difundir videos o clases a distancia. Ese último es un rubro que ha crecido muchísimo, por razones obvias.
No me agrada vivir en el fango de la mediocridad y la estupidez, y lo primero que puedo hacer para que eso cambie es tratar de no ser mediocre ni estúpido. Yo no puedo decidir por los demás. Es el tiempo el que va decantando, les muestra la hilacha a todos. Por eso suele decirse que nadie "resiste un archivo". Si nuestra forma de pensar fuera igual que hace 20 años, estaríamos en problemas, porque es la vida misma la que te empuja a dar un golpe de timón. Saber cambiar en el momento preciso, reinventarse, es todo un desafío para mí, que a veces sostengo estructuras bastante rígidas. Hay que encender todos los días la mecha, esa "llama interna" que todos los periodistas tenemos, para mantener la motivación y el amor propio. Cada cual tiene una aptitud o un talento que puede explotarse, por pequeño que parezca. Esa es la búsqueda que debemos realizar en lo cotidiano. Muchas gracias a todos por el aguante. Punto final.
Blog de Lobos, ARG, desde hace 18 años en la Web.
6 de junio de 2020
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