26 de noviembre de 2020

Caminos que no van a ninguna parte

Siempre se puede estar mejor? La respuesta es que sí, no hay que darle demasiadas vueltas al asunto,  salvo que en un determinado momento estés atravesando por un hecho traumático que te bloquea y te nubla la razón. Perdés la capacidad de reaccionar, como un boxeador que está en la lona. Por eso, estar (y sentirse) mejor no es tan sencillo como parece. Lo primero que hay que hacer, es plantearse un objetivo real, para luego sí poder aspirar a metas más ambiciosas. Como dice la célebre frase, cuando vos sonreís, el mundo sonríe contigo, pero cuando estás triste, te quedás solo. Una persona triste o depresiva no se aguanta a sí misma, por lo cual menos aún puede tolerar a los demás. Todos hemos pasado por momentos duros, hemos tenido que decidir contrarreloj sin siquiera saber cuál sería el resultado. Pero si salís airoso de esos trances, te sentís mejor. Básicamente, porque lo pudiste manejar: no es algo que se volvió fuera de control o fuera de tu alcance.

"Sentirse" mejor, no es lo mismo que "estar" mejor. Hay gente que se siente mejor tomando un Rivotril, pero eso no significa que esté bien de salud. Se traga la pastilla porque no puede consigo misma: por supuesto que no está mal consumir medicamentos recetados y prescriptos por un profesional. Pero hay que entender que es sólo un paliativo. El resto depende de vos y de la relación de confianza que debe existir con ese médico y con tu entorno. Los años, además de las canas, te dan experiencia. Si yo, que tengo 41, pensara igual que cuando tenía 21, me comportaría como un estúpido. Siempre es bueno descontracturar la vida y permitirse errores, cada uno va desandando el camino como mejor le sale. Si atravesaste por muchas pérdidas humanas y dificultades económicas, será más cuesta arriba. Y quizás no lo logres nunca, pero al menos estás haciendo algo por vos. Nadie va a hacer algo por vos contra tu voluntad, excepto la Policía. Estoy en la quietud de la noche en Lobos, y vivo este momento. Después seguramente miraré televisión y me iré a dormir para seguir con mi vida mañana y que la rueda siga girando. Lo fascinante es que, a pesar de lo que solemos creer, no todos los días son iguales. Somos nosotros quienes nos comportamos igual, y por eso es lógico que cada día parezca un calco del anterior. 

Yo me he propuesto bajar de peso porque no me gusta cómo me veo, no es que me importa cómo me ven los demás. Quiero incorporar hábitos sanos y vivir todo lo que sea posible hasta que el reloj diga basta. Disfrutar de mi familia, de mis amigos, sabiendo que no soy Maradona y que cuando ya no esté en este mundo pocos me recordarán. Pero eso, lejos de preocuparme, me saca un peso de encima. Esa mochila demasiado pesada con la cual tuvo que cargar Diego, sumado a una serie de malas decisiones y de gente que se lleno de guita a sus costillas. La verdad es que no quería referirme a Maradona, pero es casi inevitable hacerlo, está a flor de piel. Hoy vi mucha irracionalidad de parte de los supuestos "hinchas", que ingresaron a la Casa Rosada como si fuera un club de fútbol. Es la casa de todos, loco, y la casa se respeta. No seas gil. Proyectá esa admiración en tus hijos, en tus viejos, y no en una persona que ni siquiera conociste, por más talentosa que haya sido. Punto final. 


  

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