Nunca perdería mi tiempo discutiendo con un libertario tuitero. Parece que ahora los funcionarios son despedidos por esa red social, y hay un grupúsculo de influencers que se dedican a marcar la cancha. Realmente lamentable. Nunca pensé que esta gente tuviera una mirada tan estrecha para las relaciones públicas. Lo que pasó con Garro demuestra cómo el circulo rojo opera desde Twitter para medir la fidelidad al líder en la eterna disputa de halcones y palomas. Hay que decir algo que salta a la vista: Por lo menos, CFK podía hilvanar un discurso coherente sin tener que leerlo. Milei es incapaz de ejercer esa habilidad, y como él y sus acólitos dicen lo primero que les viene a la boca, tenemos muchos conflictos y frentes abiertos con países vecinos.
La inexperiencia, sumada a la falta de tacto y de mesura, da lugar a que el propio Presidente o su hermana tengan que salir a desautorizar a la Vice, porque escribió un tuit ofensivo y se niega a borrarlo. Muy berreta todo. ¿Esa es la estrategia comunicacional del Gobierno? ¿Cómo pueden ser tan caraduras de decir que el peso se convertirá en una moneda fuerte, con el dólar blue trepando en una escalada que no tiene techo?
Ayer escuché a un analista político que planteaba el grado de dependencia que existe hacia el FMI. Esperan que gane Trump en EE.UU., y que ejerza presión para que libere un desembolso que el organismo se resiste a entregar. Claro que esa guita no la veremos nunca, del mismo modo que tampoco vimos los 50.000 millones de dólares que recibió Macri y que se licuaron enseguida. Ni sueñen con que se levante el cepo cambiario, no están dadas las condiciones para hacerlo, y desde el Palacio de Hacienda lo saben. Aquellos que votaron a este Gobierno con la promesa de una dolarización, están recibiendo una medicina que no es la que "compraron". Lamentablemente, habrá que devaluar otra vez para generar competitividad, pero es una decisión ingrata y que traería numerosas complicaciones. Por eso la están dilatando.
El Fondo está reclamando una devaluación, pero no ofrece nada a cambio de pagar el costo social que ello implica. Lo pone como un paso que hay que dar, pero no garantiza que sea la llave para otorgar un nuevo crédito. Así estamos. Mientras tanto, el panorama es de un gran desconcierto, que el mismo gobierno contribuyó a crear con sus medidas desacertadas. La Ley Bases ya está aprobada, desde la Rosada insistieron que era un principio de solución para un montón de cuestiones, pero en sí misma la Ley lo único que está haciendo es modificar la política fiscal, presionando sobre los monotributistas, aumentando el valor de la cuota mensual y fijando nuevos topes de facturación. Nadie vendrá a invertir un solo centavo si no hay reglas claras, y estamos en ese corset desde hace bastante tiempo. Ojalá que se revierta, porque ya llevan 8 meses de gestión, no sé si ellos se habrán dado cuenta de que el "plan motosierra" no es gratis, y el impacto en el bolsillo de los trabajadores se siente ante cada nuevo atropello. Nos estamos viendo pronto. Punto final.
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