11 de julio de 2024

Luchar hasta el último round

 

Estamos atravesando una terrible ola de frío polar, pero como paliativo podemos decir sin margen de equivocación que los días se van estirando de a poco y tenemos más luz solar. Siempre hay que buscar motivos para sonreír, aunque cueste encontrarlos. 

Va llegando el fin de semana y me preparo para cubrir toda la agenda cultural que ofrece la ciudad como menú. No me gusta quedarme estancado con una nota por varios días, y al lector hay que otorgarle contenido de interés, es fundamental no perder de vista al público que te sigue y que confía en vos como medio de información. 

Es momento de darle forma a proyectos que se fueron postergando. Yo podría decir que la situación económica es delicada y que estamos en medio de una profunda crisis, lo cual es verdad. Pero no es menos cierto que antes tampoco hice nada, de manera que no lo quiero tomar como excusa. El año que viene, a más tardar, voy a publicar mi segundo libro, y que sea lo que Dios quiera, no tiene sentido seguir posponiéndolo y arriesgarme a que se borren los archivos con los manuscritos que están ahí desde hace más de 6 meses. Seguramente hasta que los textos entren en imprenta no faltará oportunidad para hacerles una revisión, descartar algún relato que me parece flojo e incorporar nuevos.

Este año es muy particular para mí, porque no todo se está dando como yo lo esperaba. En rigor de verdad, es parte de enfrentarse a lo cotidiano, a la escasez, y a las dificultades que otros podrán sobrellevar mejor que yo. Pero sigo en pie, le doy para adelante, no me voy a dejar vencer. Lo escribo como una forma de internalizarlo en mi ser, de adoptarlo como filosofía de vida. No me puedo permitir caer en un bajón y ser más dependiente de terceros. Tengo que darle rosca y continuar. Es peligroso "hacerse los rulos" y enredarse en el propio laberinto que sin darnos cuenta fuimos forjando con evasivas y falta de compromiso. De lo que estoy seguro, es que este año me propuse concurrir a dos cursos de formación laboral, y los voy a finalizar como sea. Ya no estoy en una edad como para desaprovechar la oportunidad de capacitarme. Si la experiencia resulta positiva al final del recorrido, quizás eso me dé incentivo para emprender nuevos cursos en el futuro, pero no quiero adelantarme a los hechos. Hoy por hoy, pienso en dedicar mi tiempo libre a actividades que me hagan sentir bien y que me ayuden a mejorar. Estoy leyendo más, dándole más bola a los libros que compré por mero impulso pero que habían quedado juntando polvo en un rincón de la biblioteca. Y cuando la situación lo amerite, volverán las largas tardes en bicicleta, ya sin necesidad de colocarse 5 kilos de ropa encima o d emponcharse con todo lo primero que sale del placard. Estoy preparado para eso, definitivamente sí, por lo cual nos estaremos viendo pronto, con más ganas que nunca. Aunque, haciendo una analogía deportiva, vaya perdiendo el combate por puntos, daré pelea hasta el último round. Punto final.

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