Dicen que hoy es el día más frío del año, y ante esta contingencia es lógico que no haya mucho entusiasmo para exponerse a la intemperie. Pero me da la impresión de que este día, denominado con tanto énfasis como “el más frío de todos” no difiere demasiado con los inmediatos anteriores.
Este lunes salí temprano a la calle, bien abrigado, con cinco kilos de ropa encima y una bufanda, y pude hacerle frente a una mañana destemplada. Siempre está esa antinomia "verano vs. invierno", y las preferencias entre ambos bandos se ponen más álgidas cuando aparecen registros extremos, ya sea con marcas bajo cero o bien con aquellas que superan los 35 grados en diciembre o enero. Bueno, por lo menos los memes de Julio Iglesias han cesado y quienes están al pedo en las redes sociales deberán buscar un material renovado.
Hay variables que
no dependen de quienes nos gobiernan o de nuestros superiores, sino de nosotros
mismos. Este segundo semestre de 2024 puede ser un ciclo más provechoso, o
pasar totalmente al olvido. Yo me inclinaría por lo segundo, pero no quiero
caer en un pesimismo crónico. Lo más importante, al menos para mí, es la salud
mental y física. Tener la capacidad para seguir trabajando, para razonar, leer,
escribir, o lo que cada uno desee hacer. Y como sostengo siempre, no empecemos
a proponernos metas que difícilmente logremos alcanzar. Sí se puede vivir cada
día pensando en concretarlas, con el consabido "sólo por hoy": sólo
por hoy no voy a fumar, sólo por hoy no voy a apostar a juegos de azar, o lo que fuere.
Suena simple, pero te compromete mucho más que repetir en tu mentes frases al estilo de: "a
partir del 1º de enero no fumo más". Porque ir transitando el día por día,
y plantearse objetivos para cada uno de ellos, podría parecer menos exigente
por un lado, pero no te frustra tanto por el otro.
Yo rara vez me pongo a pensar en cómo me ven los lectores, porque no puedo estar en la mente de cada uno de ellos. Sí me satisface, desde luego, que confíen en mí como medio de información. Del mismo modo que hay plomeros, albañiles, carpinteros, que son recomendables porque realizan de una forma eficiente su trabajo. Son buenos en lo suyo. Esa es la clave, me parece, y no esperar a que los demás decidan por nosotros. De lo contrario, seremos testigos pasivos del devenir cotidiano. Un fuerte abrazo, y punto final.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario