Evidentemente sigue habiendo mucha gente al pedo, lo cual no sería nada para objetar, si ese ocio no trajera consecuencias insospechadas. Este joven que tiene una academia donde dicta cursos (además vive allí), fue víctima del escarnio público. No, no lo estoy defendiendo, porque actuó como un pelotudo. Sólo digo que muchos piensan como él pero no lo dicen abiertamente. Fue así como los medios locales montaron guardia en su domicilio, para escuchar casi las mismas consignas que Medina había hecho en su periplo por Buenos Aires.
Si todos actuáramos como él, sin respetar las medidas sanitarias y de distanciamiento social (lo mismo que hizo el Presidente en un acto político en Formosa), cada uno haría lo que quisiera guiándose por sus ideas o convicciones. Esto no siempre es posible, más aún en el contexto actual. La verdad es que Fernández la pifió feo, con el agravante de ser Jefe de Estado y la necesidad de conducirse de un modo ejemplar para el resto de los ciudadanos.
¿Es realmente importante dedicarle una nota a Nilo Medina? No estoy seguro. Lo peligroso es que intentes defender tu ideas cuando van en contra de lo que el resto de la población está tratando de hacer. Eso no es ser un rebelde utópico, es ser un estúpido. Llamar a la desobediencia civil, citar un par de artículos de la Constitución o del Código Penal como ínfima defensa, no parece propio de una persona que pretenda hacer docencia y dictar clases. Pese a que a mí, en términos económicos, la cuarentena me perjudicó notablemente, no puedo esgrimir esa realidad como defensa para hacer lo que me plazca. Eso no sería libertad, sino libertinaje, ignorando las normas que regulan una situación excepcional. Férnandez, abrazate tranquilo con el Gobernador de Formosa, un señor feudal, que acá tenemos un discípulo tuyo. Punto final.