11 de febrero de 2007

Cambios de clima


Existe una paranoia generalizada en torno a determinados temas que de un día para otro ganan las primeras planas de los diarios, como el cambio climático. Cada tanto tiempo (digamos, cada 15 o 20 días) , aparece un tema que provoca la inquietud general, llega a las tapas de los medios y luego se desvanece. Es así. Ya deberíamos acostumbrarnos a que sea así, pero yo no puedo. Creí que el “tema del verano” iba a ser el crimen del country de Río Cuarto, y todo iba orientado en esa dirección, pero -afortunadamente- las cosas no salieron como las aves de rapiña periodísticas pretendían y hubo que escribir otra novela de verano. Siguieron con la detención de la viuda de Perón. El tema acaparó mayoritariamente la atención de los medios gráficos, no así televisivos, de manera que el poder de los rayos catódicos pudo más que la palabra impresa y el tema cayó en el olvido. Una excelente cortina de humo de los sabuesos de la SIDE para desviar la atención pública.¡Y ahora me vienen con esto del cambio climático! Hace más de diez años que en los países desarrollados se ha tomado conciencia de la existencia del problema. Pero como acá siempre somos el vagón de cola del mundo, recién ahora nos damos cuenta de que los veranos no son tan calurosos como antes, ni los inviernos tan fríos. Además, como Buenos Aires queda lejos del Chaco, Corrientes o Tucumán, a nadie le importó que durante todos estos años esas provincias hayan sido víctima de inundaciones y temporales que arruinaron la vida de miles de personas. (Del mismo modo en que nos enteramos de los casos de desnutrición por las cámaras de TV). Ahora bien, si la sensación térmica llega a 38º en la esquina de Callao y Santa Fe, todo el mundo se escandaliza. “La ciudad es un horno”, reza la placa roja de Crónica TV. Debaten meteorólogos, y no falta algún trasnochado que presagie cataclismos o busca encontrar explicación al fenómeno en citas bíblicas. Una muestra más de la hipocresía y la mediocridad en la que estamos sumidos.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...