29 de abril de 2012

Reflexiones de domingo (escuchando a Rod Stewart)

Domingo, horas después del mediodía. Estaba pensando que hasta los cambios más insignificantes nos provocan malestar. El ejercicio del pensamiento es comparable a quitar una hebra de lana de un enorme ovillo lleno de polillas.  Creo que todos aquellos que tenemos algo para decir o una causa noble por la cual pelear debemos buscar el modo de manifestarlo públicamente. De lo contrario, nadie lo hará por nosotros. Ya no es necesario  depender de la buena voluntad del director de un semanario para que publique nuestras opiniones en el "Correo de Lectores". Hay diversas maneras de hacer llegar un reclamo, incluso más efectivas y rápidas. 

Hoy vivimos en una época donde predominan tres pantallas: la del televisor, la de la computadora y la del celular. Yo no me acostumbro a leer "e-books" o archivos en PDF, para qué los voy a engañar. Me cansa la vista al cabo de un rato, y en cualquier momento me cae la presbicia. Prefiero sentir la textura de  un libro, y si se trata de un material de estudio, mucho mejor. Porque entonces se puede subrayar, marcar con un resaltador amarillo los párrafos importantes, y lo hacés en cualquier momento, sin baterías ni cables. Una vez me pregunté por el futuro de las enciclopedias impresas y creo que fue unos de los posts más leídos en la historia de este humilde blog. Realmente es toda una incógnita, porque consultar pesados y voluminosos tomos para buscar una definición concreta no parece ser una tarea muy grata. Pero Wikipedia se ha expandido tanto, que ya casi resulta imposible confiar plenamente en ella. Los mismos docentes aconsejar a los alumnos tomar ciertos recaudos con la información disponible en Internet y asegurarse de la fuente donde se obtuvieron los datos. Todo un signo de los tiempos, mientras la Red de Redes sigue creciendo en proporciones inimaginables para nuestro entorno. Ojalá pudiéramos hacer un uso inteligente de la tecnología, que no nos atrofie la mente, que nos haga la vida más sencilla pero también más placentera. Punto final.

26 de abril de 2012

Detrás de la trinchera

Mucha gente que conozco, incluso algunos amigos, simpatizan con el kirchnerismo o con las políticas del Gobierno actual. Desde hace tiempo aprendí que no vale la pena confrontar con ellos, aún cuando existan argumentos sólidos para hacerlo. Pero todavía me choca un poco que los docentes bajen línea política en sus clases. Considero que no corresponde y que deben limitarse a impartir los contenidos estipulados en el programa. No se puede educar "desde la trinchera", ponderando la Ley de Medios, demonizando a Macri, o adjudicándole a cualquier adversario político el mote de "neoliberal". Mientras esto ocurre, la realidad del hombre de la calle es otra. La gente lucha por ahorrar, y muchos ya no pueden hacerlo y se conforman con vivir al día. El tan mentado "boom del consumo" se podría resumir en lo siguiente: hay plata en la calle, que se devaloriza rápidamente como consecuencia de la inflación, y la gente que tiene unos pesos prefiere comprar un LCD o un auto antes de que la moneda se siga devaluando y perdiendo su poder adquisitivo. Es cierto que cada vez vemos más autos cero kilómetro en la calle, y que los hogares de clase media incorporan artículos de confort, pero no estoy convencido de que eso sea sinónimo de progreso (o de "progresismo"). Además, esa exacerbación del consumismo no alcanza a todos los estratos sociales y de alguna manera se intenta ver como algo positivo a un fenómeno que marcó la década del '90 durante el apogeo del "1 a 1".

En cuanto a la Ley de Medios, leyendo la "letra chica" podemos afirmar que tiene varios aciertos, pero me parece un error pensar que la gente va a dejar de leer Clarín o La Nación cuando esté plenamente vigente y circulen por doquier pasquines afines al Gobierno. Por otra parte, hay causas que movilizan a la sociedad pero que se defienden con intereses inconfesables, como es el caso de Malvinas o la expropiación de YPF. Además, cada vez hay más medios afines al oficialismo, y los que podrían denominarse "independientes" (que no reciben pauta oficial o que no están condicionados), son sólo el 25 %. La opinión pública está cansada del manoseo, de ser el rebaño que sigue a un gran y poderoso "pastor". Es hora de que cada uno sea capaz de formarse su propia opinión, y de hacer una lectura crítica de la realidad. Y en este sentido, me parece adecuado, aunque no  nos guste, ver qué tienen para decir los medios oficialistas o que defienden al Gobierno. Aunque sea una lectura parcial, siempre es válida para saber en qué lugar está cada uno. Punto final.

19 de abril de 2012

Nuevos enfoques, nuevas miradas

(Publicado originalmente en abril de 2012)
Hola amigos, me encuentro redactando un nuevo post, en este mediodía de jueves. De algún modo, necesito expresarme en este espacio, que fue mutando desde 2005 a esta parte. No puedo aseverar si esos cambios han sido provechosos, pero lo que resulta evidente es que me cuesta más actualizar el blog con la frecuencia de antes. Por el momento, pondré énfasis en hablar un poco más de Lobos, que es lo que nos interesa. Por algo decidí llamar a este blog "Cultura Lobos". Quiero volver a eso, a trazar pinceladas de la historia pueblerina, al relato de situaciones absurdas que nos ponen en aprietos,  a zambullirme en la cotidianeidad. Desde luego, esto no significa que dejaré de abordar cuestiones que tengan que ver con la realidad nacional. Por citar un caso, antes de sentarme frente al monitor tenía pensado dedicar unas líneas a la expropiación de YPF, pero creo que desde otros medios ya lo han hecho antes y seguramente mejor. Se trata también de mirarse el ombligo, de indagar, de salir de la melancolía y la mediocridad que nos abruma todo el tiempo. Las pequeñas boludeces que nos hacen felices y que nos permiten pensar que el mundo todavía puede perdurar merecen tener su espacio, porque nos nutrimos de ellas. Una charla de café puede ser la excusa perfecta -o la motivación- para redactar un posteo, y es totalmente válido, porque como mencioné antes, nuestra ciudad atesora muchas historias que se esconden detrás de cada persona, por algo somos seres individuales y únicos. Quien quiera encontrar información, que lea los diarios. Me retiro raudamente por hoy, porque se me enfría el almuerzo. Que tengan un buen día y aprovechen que falta menos para terminar la semana!

15 de abril de 2012

Domingo por la noche (escuchando a Queen)

Ante el crecimiento del delito, el oficialismo prefiere hablar cínicamente de una "sensación de inseguridad". Pues bien, respecto del caso que involucra a la imprenta Ciccone y al vicepresidente Boudou, estamos asistiendo a una "sensación de impunidad". La gente sabe que nadie irá preso, aún cuando existan pruebas contundentes que demuestren que hubo un hecho de corrupción. Y es así como nos vamos resignando, vemos que el tema se repite en las tapas de los diarios, que nada sucede, que el Gobierno hace oídos sordos, que se convoca a una conferencia de prensa en la cual no se permiten las preguntas. A mí Boudou siempre me pareció un payaso, incluso antes de que estallara este escándalo. Creo que hay funcionarios más idóneos para un cargo semejante, como por ejemplo Randazzo. Pero ya es demasiado tarde para lágrimas, la fórmula presidencia fue consagrada por el voto y ejerce el poder. Me queda una duda: cuando Cristina dice "Vamos por más", o "Vamos por todo", ¿A qué se refiere? 

En este blog me referí muchas veces a la inflación, y por más que los contadores y economistas me expliquen por qué se produce, no logro entender. Lo que sí entiendo es que comer un asado o tomar unos mates se están volviendo objeto de privaciones, porque la carne y la yerba no paran de subir su valor. Aumentaron los lácteos, aumentó el pan, y ni hablar de los escasísimos artículos importados que todavía se puedan conseguir. Decir que éste es un modelo "Nacional y popular" suena muy bonito, pero no somos muy creativos para ponerle nombre a las cosas, ciertamente. Punto final.  

12 de abril de 2012

De trabajos y estudios

Estudiar y trabajar a la vez se hace difícil, no cabe duda de ello. Sin embargo, conozco muchos casos de gente que tiene una familia a cargo, de manera que a lo mencionado anteriormente se le suma otra responsabilidad que yo por el momento no tengo. Tengamos en cuenta que dos horas de cátedra en un día pueden ser consideradas ínfimas por el tiempo insumido, pero quienes han pasado por un aula alguna vez seguramente conocen cómo te quema la cabeza un profesor que habla sin pausa y que además te hace tomar apuntes de lo que va diciendo bajo la amenaza de que sus palabras serán tenidas en cuenta en los exámenes parciales y finales. Valoran más el hecho que les des bola, que los contenidos impartidos.

La bibliografía es costosa, incluso si es fotocopiada, y habrá que volver a subrayar, a usar el resaltador amarillo, a implementar cuadros sinópticos, y otras tantas estrategias que nos ayuden a retener los conocimientos que se encuentran desperdigados en centenares de páginas con una tipografía minúscula. Además, como las librerías buscan economizar tinta, te "pijotean" en toner, motivo por el cual la impresión del material dista de ser legible en la mayoría de los casos. Todo es adaptación, todo es aprendizaje. Sin ir más lejos, éste es el primer post que escribo con el nuevo diseño que tiene la interfaz del blog. Como todos los cambios que impulsa Google, comienzan siendo una sugerencia y luego se vuelven compulsivos. No hay manera de volver a aquella plantilla de escritura amigable y sencilla que conocí durante los 6 años que venía escribiendo este blog. En fin, esto es todo por ahora. Si tengo tiempo y me queda alguna neurona con ganas, el fin de semana actualizo nuevamente. Gracias por el aguante! Y recuerden, nunca está de más escuchar algo de los Beatles.




7 de abril de 2012

Vientos de cambio

Me propuse actualizar el blog en esta noche de sábado, y hace un rato reflexionaba con un amigo acerca de las cosas que las próximas generaciones sólo encontrarán en alguna enciclopedia o recorriendo los pasillos de algún museo arqueológico. Los cassettes, los discos de vinilo, los CD's, las videocaseteras, el DVD, las revistas pornográficas envueltas en una bolsita de nylon negro. El mundo del futuro se conectará a través de Internet, y la industria del entretenimiento se regirá por nuevas pautas. Cuando yo nací, en la Argentina recién aparecía la televisión en colores, los diarios se imprimían en blanco y negro, la gente enviaba tarjetas postales desde sus lugares de descanso y tener un teléfono con discado internacional era un lujo. Hoy estamos hablando de aparatos de pantallas táctiles que son cada vez más livianos y delgados, y debo admitir que me asusta un poco el avance de la tecnología. Porque lo que hoy resulta una novedad que todos quieren tener para no quedar rezagados en esta competencia absurda y voraz del capitalismo, será obsoleto en un plazo cada vez más corto. Si los objetos siguieran fabricándose igual que hace 30 años, la sociedad de consumo colapsaría. La gente seguiría consumiendo, pero sólo para reponer los artículos que se deterioran por el paso del tiempo, no por sentir que detrás de equis producto hay una evolución.

Lo irónico de todo esto, es que de alguna manera estoy renegando de la tecnología que hace posible la existencia de este blog. Estamos viviendo un ciclo inédito que seguramente será analizado con más detalle por quienes vengan después que nosotros. Internet cambió todo de un modo tan contundente, que nos horroriza y nos fascina al mismo tiempo darnos cuenta de ello. Las redes sociales crearon una suerte de burbuja en la cual cada uno se cree dueño de un espacio de expresión que sustituye la falta de contacto interpersonal. Y esto recién empieza. Sólo Dios sabe hacia dónde iremos a parar si el hombre no es consciente de su propia limitación. Punto final.

5 de abril de 2012

Volver a las aulas...

En breve voy a empezar a cursar una nueva carrera terciaria, y tengo sentimientos encontrados. Por un lado, trataré de dar lo mejor de mí para obtener resultados exitosos que me permitan ir avanzando. Sin embargo, hace mucho tiempo que no estudio y me preocupa el hecho de haber perdido el hábito. Como todos saben, existen diversas técnicas para estudiar, y cada uno adopta la que le resulta más conveniente en función del tiempo que tenga disponible y de sus horarios de trabajo. De algún modo, para mí representa "volver a empezar", apostar a un proyecto, y demostrarme a mí mismo que lo puedo lograr. Ya no soy un adolescente y mis expectativas son otras. Los años traen consigo no sólo achaques y problemas de salud, sino también experiencia para no tropezar dos veces con la misma piedra.

Habrá que volver a preparar trabajos prácticos y monografías, a subrayar apuntes, a fotocopiar libros, en fin... a hacer la vida de un estudiante. Sin embargo, quienes que ya pasamos "los 30" tenemos tiempos acotados, intereses diferentes, y una visión de la vida propia de quien está a mitad de camino. Si bien no es mi caso, hay personas que ya han formado una familia, tienen un montón de quilombos, y se animan al desafío de estudiar y capacitarse. Uno construye su percepción del mundo a cada paso, y todo lo que hoy nos parece certero y auténtico mañana será motivo de discusión y controversia. Así es la vida, amigos. Lo único que nos queda es reconciliarnos con ella y forjarnos nuestro camino.


2 de abril de 2012

Malvinas (parte 2)

Tengo ganas de redactar un post alusivo al 30º aniversario del desembarco en Malvinas, pero no se me ocurre por dónde empezar. Además, se ha dicho y se ha escrito tanto sobre el tema en los últimos días, que uno tiene la sensación de que el pensamiento propio le pertenece a otros. Hoy hubo incidentes en la Embajada del Reino Unido, y sus responsables, los activistas de siempre, aprovechan cualquier causa popular para destruir todo y dañar la propiedad privada. Como si arrojando piedras o bombas Molotov lográramos que los ingleses nos devuelvan las islas. La diplomacia del más alto rango está más allá de la comprensión del vulgo. Hay muchos factores en juego, y no es tan sencillo como recitar de memoria los antecedentes históricos de una usurpación. Podemos estar de acuerdo en que las Malvinas están ocupadas en forma ilegítima, pero no se vislumbran medidas concretas que permitan volcar la balanza a nuestro favor.

Es posible inferir que los isleños no quieren ser regidos por un gobierno argentino porque encuentran en la Corona Británica un respaldo del cual no gozarían en caso de depender de la Casa Rosada. El reclamo por la soberanía debe continuar, pero precisamente de ello se trata: de que exista una "continuidad", más allá de los sucesivos gobiernos que accedan al poder. No importa de que signo político sean, la causa de Malvinas debe estar por encima de cuestiones partidarias que sólo entorpecen el debate. Ojalá algún día quienes nos gobiernan sean capaces de comprender que son nuestras propias limitaciones las que nos han llevado al lugar donde estamos, en lugar de buscar chivos expiatorios o ver fantasmas donde no los hay. Punto final.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...