30 de junio de 2011

El post del sexto aniversario!!!!

En el día de hoy, este blog cumple 6 años. Es un buen motivo para celebrar, y como suelo hacer en cada aniversario, hacer un repaso de todo el camino recorrido. Hubo épocas en que tuve más tiempo para escribir y dedicarle tiempo al blog, y otras en que los "posts" aparecían más periódicamente. Pero siempre estuvo la intención de darle continuidad.

En este 2011, todo parece más convulsionado y caótico que hace seis años atrás. No quiero con esto ser pesimista, ni convertirme en un acérrimo opositor al Gobierno porque no está en mi ánimo hacerlo. Simplemente he vivido la evolución de los hechos durante este tiempo y me parece que hay muchas asignaturas pendientes. Los planes sociales, que deberían ser un paliativo a corto plazo, se han convertido en una forma de generar militantes forzados que luchan para no perder ese beneficio que les fue otorgado en virtud de la necesidad. Hay una generación de jóvenes que directamente no saben lo que es trabajar, ya sea porque sus padres los mantienen o porque, como suele decirse, viven del Estado.

Pero volvamos al principio de este post, y dejemos de lado, aunque sea por un instante, aquello que escapa a nuestro control. Porque en definitiva lo que busco mediante este blog es capturar algunas reflexiones que me surgen sobre distintas cuestiones antes de que sucumban en el olvido, y dejarlas asentadas en algún medio donde pueda compartirlas con alguien.
Mi expectativa, en este nuevo aniversario, es tener la motivación suficiente para escribir textos que sean de agradable lectura. Y esa motivación está sustentada por la realidad, por el día a día. Algunos lectores me sugieren darle un perfil distinto al blog, más periodístico. Aquí he abordado hechos vinculados con la actualidad en varias oportunidades, pero también es un espacio para el encuentro personal, para que cuando yo lea lo que escribí hace 6 años atrás pueda ver si he cambiado o no, si he evolucionado, y todos los vericuetos que la vida nos pone por delante. Un abrazo a todos y gracias por leerme.

29 de junio de 2011

Un nuevo día, un nuevo post


Miércoles por la tarde en la ciudad. Estoy intentando leer más, un hábito que supe cultivar con gran entusiasmo cuando era más joven y que ahora me cansa un poco. Realmente no tengo paciencia para leer una novela, pero sí me engancho con los ensayos periodísticos o algún libro serio de autoayuda. Quiero decir, un libro que te sirva de verdad para ayudarte, y que no sean un par de frases hechas. Hay ciertas cosas que estoy valorando más, por ejemplo, la música en español. Excepto Charly García, Fito Páez y un par de nombres más, nunca le había dado demasiada importancia. Trato de evitar las canciones de amor cursis y sin sentido. De hecho, últimamente estoy escuchando "Fuerza Natural" (2009), el último disco de Cerati. Les había comentado antes que no me animaba a escuchar a Cerati porque me hacía pensar en el estado deplorable en que se encuentra el tipo, pero trato de rescatar la música. Es increíble todo el tiempo que dejé pasar hasta encontrarme con este disco, que había comprado hace dos años pero por distintos motivos lo había disfrutado muy poco.

Tema dos:
Ya casi nadie se acuerda de Japón, del tsunami y del desastre. Me pregunto cómo estará la situación con los reactores nucleares, pero los diarios argentinos ignoran por completo el tema. Aparentemente, eran más impactantes las imágenes de casas destrozadas y los cientos de autos flotando como balsas a la deriva, que el aumento de la radioactividad. Se dijo que los japoneses son otra cultura y que pronto lograrían recuperarse de la catástrofe. He notado también que la saturación de información provoca un efecto rebote. Las cenizas en la Patagonia son un tema preocupante, pero que TN esté todo el día hablando sobre el tema y presagiando un daño irreversible no hace más que agotar la paciencia del televidente y provocar hartazgo. No es casualidad que lo que ocurrió con las cenizas ya casi no es noticia, cuando debería haber un seguimiento de la situación pero sin agobiar. En fin, a veces es bueno visitar en la Web diarios extranjeros para acceder a la información que se nos niega es los medios nacionales. Punto final.

26 de junio de 2011

El día en que River descendió

El tiempo va cambiando aquellas cosas que solían divertirnos o pasar un buen momento. Las nuevas temporadas de Los Simpson, por ejemplo, son lamentables. Además de que les cambiaron las voces a los personajes, el desarrollo de cada capítulo nos demuestra que carecen de toda gracia. Los mismo puede decirse del programa de Dolina, que se preocupa más en defender al Gobierno que en entretener al público. Y digo esto con mucho respeto hacia Dolina porque lo considero un tipo culto, pero ya me está cansando. Estamos en una etapa rara, donde todo se promociona y se difunde por Facebook o Twitter, y algunos roles se han desdibujado o ya no existen. Por ejemplo, hoy es relativamente fácil para una banda con guita hacer un disco, más aún si hacen música electrónica o rock básico. Hay mucho software que ha sustituido la labor de experimentados productores e ingenieros de grabación.

Estaba pensando también que todavía no me "cayó la ficha" sobre todo este tema del descenso de River. Yo soy hincha de Boca, pero River es un grande con todas las letras, y creo que su decadencia se debe a los sucios manejos de los dirigentes, a la falta de motivación del plantel, y al hecho que se hayan vendido a sus jugadores más talentosos para paliar el rojo financiero del club. La pantalla del televisor nos mostraba primeros planos de hinchas llorando, dolidos, casi humillados por el triste presente que vive el club. Confieso que como "bostero" me encantaba la idea de que River descendiera, pero nunca imaginé que se iba a producir semejante descontrol, con destrozos, saqueos, heridos, y enfrentamientos con la Policía. Todo eso ya excede lo estrictamente deportivo. Y el tipo que de verdad quiere a River jamás haría algo así, porque no es un mero revendedor de entradas o un barrabrava sino un hincha más que fue a alentar a su equipo. Lo peor es que ya nadie juega por la camiseta, hay mucha guita en juego detrás de esta debacle. Los derechos de televisación, los sponsors, la venta de las entradas... en fin, todos sabemos que el fútbol es un negocio muy rentable, que juega con las emociones de la gente. Punto final.

23 de junio de 2011

Escuchando a Roger Waters y a la maldita lluvia


Tantos días fríos y nublados provocan un malestar general y una sensación de fastidio que es difícil de describir. Hace por lo menos dos semanas que no veo la luz del sol, ya sea porque está cubierto de nubes o porque anochece rápidamente. Lo cierto es que el malhumor es "contagioso", y nunca creí que el clima podía influir tanto en el estado de ánimo de las personas. No me imagino viviendo en esos países escandinavos de noches eternas y donde el sol es apenas una chispa. Cambiando de tema, ¿Vieron que rápido pasa todo? Ya nadie se acuerda del tsunami y del terremoto en Japón, o a nadie parece importarle lo que allí suceda. El tema fue desapareció totalmente de los canales de noticias, que parecen estar muy ocupados con la separación de una "botinera" y un futbolista uruguayo. Qué escenario patético: Mientras el mundo se cae a pedazos, los gerentes de programación dedican horas a estos dos pelotudos de Zaira Nara y Diego Forlán. Es imposible no saber los nombres de estas personas porque están en todos lados, en todas partes. Es una dictadura mediática que se rige por el rating, y no hablo de Clarín ni nada por el estilo, me refiero a aquello que decía Beatriz Sarlo, refiriéndose al "recorte de la realidad" que excede los programas de chimentos o las revistas de la farándula. De más está decir que esas intrascendencias no le cambian la vida en caso de que este escándalo bizarro siguiera su curso, y ni siquiera representa algo divertido de ver. Ahora que tengo más tiempo para mí, y que estoy mirando más TV, me siento asqueado. No solamente los canales de aire son mediocres, también hay varios de cable que merecerían ser desterrados de la grilla por lo berretas que son. Cero investigación periodística, cero presupuesto, todas noticias levantadas de los diarios impresos o videos sacados de Internet.

La televisión, tal como la conocemos, hace rato que dejó que ocupar un lugar de privilegio en el hogar. Cuando vamos a un bar, solemos ver las pantallas encendidas en un canal cualquiera, pero la mayoría no se detiene a mirar lo que acontece allí, podría decirse que constituyen un mero decorado, excepto que se transmita algún partido de fútbol, o que haya ocurrido algo que una magnitud tal que nos motive a dejar el café por un momento para observar esas imágenes dramáticas que suelen estar asociadas a algún desastre natural.   

 Vivimos el posible descenso de River como una gran tragedia nacional, cuando otros equipos grandes, como San Lorenzo o Racing, en su momento también descendieron al fondo del abismo. Como hincha de Boca, me encantaría que River descienda a la "B Nacional" por su paupérrima performance, pero tampoco me cambia la vida. Son esas cosas que observo en los demás, ese fanatismo estúpido, que no termino de entender. Punto final.

Discos recomendados del día:


Taylor Swift, "Speak Now" (Universal, 2010)

George Michael, "Listen without prejudice" (Sony Music, 1990)

20 de junio de 2011

Escuchando de todo un poco...

Mientras redacto estas líneas, la Selección está jugando un partido amistoso contra Albania (?), el último antes de que comience la Copa América. Para orgullo nacional, Argentina va ganando 2-0, y resulta absurdo pensar que un equipo que ganó dos Mundiales termine jugando con otro que tiene escasa historia futbolística, por más buenas intenciones que demuestren los albaneses en defender su honor en el campo de juego.

Es difícil juzgar el talento de un músico o de una banda escuchando un CD hiperproducido, donde los tipos cuentan con un arsenal tecnológico a su disposición para retocar cualquier imperfección que pueda surgir o disimular sus limitaciones. A mí siempre me gustó Norah Jones y tengo casi todos sus discos, pero estoy escuchando por Internet el álbum "Featuring", que es un compilado de distintas colaboraciones que Norah fue haciendo con distintas bandas o artistas. Y obviamente el resultado no es el mismo. Jimi Hendrix fue un guitarrista notable, acaso el mejor de todos los tiempos, pero no me termina de convencer. Otra cosa que me cuesta mucho últimamente es escuchar un disco de Cerati o de Soda Stereo, porque no puedo evitar imaginarme al pobre de Cerati inconsciente, tirado en una cama, hecho una piltrafa por culpa de un ACV y sin señales de recuperación. Con Charly me sucede algo parecido: siempre lo banqué o lo respeté, pero verlo tan gordo y balbuceando unas pocas frases realmente da pena. De todas maneras, no puedo creer que haya gente que siga creyendo que hubiese sido mejor que hubiera muerto. Estoy convencido de que Charly tiene mucho para dar todavía, y si la voz ya no le permite cantar, seguramente podrá editar algún disco instrumental o con cantantes invitados.


Los días de invierno son buenos para escuchar música, para tomar café, para estar con la novia/o, y para intentar reencontrarnos con nosotros mismos y con los afectos. No sé, me da la impresión de que el verano está ligado más para la distensión y la joda, y que en invierno la gente tiene el gesto adusto, semicubierto por las bufandas y los abrigos, y para más tiempo en su casa, buscando refugio ante la incertidumbre que nos plantea la economía y los avatares de la burocracia cotidiana.

18 de junio de 2011

Poniendo las cosas en su lugar


Mantener un blog, actualizarlo periódicamente y tratar de esbozar unas ideas en cada post no es tarea sencilla. En primer lugar, siempre tuve la convicción que lo haría por el placer que me da expresar mis pensamientos fuera de lo meramente periodístico. Es normal que haya temas que se reiteran, relacionados quizás con la situación del país. Pero si se reiteran, es porque todavía esos problemas que mencioné hace meses o años no han sido resueltos. El blog fue mutando con el paso del tiempo, y constatamente trato de ofrecer textos que sean amenos para leer. Nadie está obligado a compartir mis puntos de vista, por supuesto. Trato de evitar temas sensibles porque no me gusta que este espacio sea destinado a generar polémica. Buena parte de mis experiencias y de mi vivencias están plasmadas aquí. Pero como suele decirse, yo hago "un recorte de la realidad". No cuento todo lo que me pasa, como ocurre con algunos blogueros, porque me parece que se pierde la esencia del blog, que es promover la cultura e incentivar nuevas formas de expresión. No escribo para una persona en particular, sino para todos los que entren y quieran leer. Este blog es de libre acceso, como casi todo lo que está disponible hoy por hoy en Internet. De manera que yo preservo mi intimidad en el cyberespacio y sólo la comparto con personas de mi confianza.

El párrafo anterior viene a cuento de que los blogs, en líneas generales, no son iguales que hace unos años, cuando yo empecé con esto. Aparecieron los "blogueros K": están quienes exponen sus argumentos a modo de militancia, y del mismo modo proliferan aquellos a quienes les pagan por escribir a favor del Gobierno. También hay páginas oficialistas, como Infonews o Diario Registrado. En fin, la cuestión es que de golpe y porrazo, todo el mundo se sintió con la necesidad de tener un blog. Por supuesto, cada uno tiene todo el derecho del mundo en hacerlo. Pero en un principio, los blogs no fueron concebidos para compartir experiencias o reflexiones y no para hacer propaganda política o buscar la adhesión fervorosa de un grupo de militantes. Lamento que se esté desvirtuando el sentido de una herramienta que permite a un usuario tener la posibilidad de comunicar sus ideas con el resto de los internautas. Y no lo digo por creerme superior ni me voy a rasgar las vestiduras, es lo que hay. Es momento, creo yo, de empezar a mirarse un poco el ombligo y replantearse el futuro de los blogs. Porque para escribir boludeces, pueden hacerlo en el "muro" de Facebook. Punto final.

15 de junio de 2011

Viviendo en el país de las burbujas?


En esta jornada gris y lluviosa de miércoles, traté de aprovechar mi tiempo libre para hacer las cosas que me gustan, aunque una de ellas, que es dar un paseo por las calles de Lobos, no la pude concretar por razones climáticas. El fin de semana estuve en Cañuelas, en uno de los restaurantes "de campo" que hay a la vera de la Ruta 205, y fue bueno cambiar un poco de aire más allá de que no me fui tan lejos. Hay pequeñas cosas que nos gratifican y que por tenerlas incorporadas no nos damos cuenta, como una taza de café, una ducha caliente, compartir una cerveza con amigos o una noche con alguna señorita. Me pasa, no les voy a negar, que esas pequeñas boludeces que uno ya da por sentado no las tiene en cuenta, cuando hay muchas personas que no pueden satisfacer sus necesidades básicas.

Pero como digo siempre, eso no es consuelo. Es decir, no es para conformarse y dejarse estar. Es natural aspirar a más, buscar mejorar y no quedarse estancado. Todos queremos progresar, sentir que vamos avanzando. Siempre sentí que hay un divorcio entre la dirigencia política y los intereses de la gente. No entienden lo que el ciudadano necesita, y cuando finalmente hacen algo suele ser demasiado tarde. Es como si no pudieran percibir la realidad, porque no caminan la calle y viven encerrados en sus despachos. También les gusta perder el tiempo en Twitter, y sentirse estrellas del cyberespacio en ese lugar difícil de etiquetar que Beatriz Sarlo denominó "Celebrityland". Y quiero hacer la salvedad de que el ejercicio mediático de la política y el abuso militante de la Web lo hacen tanto los kirchneristas como los opositores. Creo que se parecen más de lo que suponemos.
Sinceramente hay gente a la que le encanta hacer conferencias para no anunciar absolutamente nada, cuando todo se podría resolver enviando la información respectiva a los medios por un simple mail. Por suerte tenemos la música, los libros, las películas, y un montón de distracciones que nos salvan del naufragio, de lo contrario la vida sería un asco. Cada uno busca sus momentos de distensión, y así como yo no entiendo que un tipo se gaste fortunas en "tunnear" un auto y convertirlo en una nave espacial, muchas personas no entenderán cómo yo prefiero gastar en la edición importada de un disco, o en un par de zapatillas de determinada marca. Con el tiempo aprendí que cada persona actúa y se comporta conforme ciertas ideas preconcebidas que arrastra desde varias generaciones, y también influye su propensión a aceptar las nuevas modas que impone la globalización. Debo decir que el teclado de esta notebook es una cagada, motivo por el cual les pido disculpas por cualquier error de tipeo durante el trasncurso de estas breves líneas. Punto final.


13 de junio de 2011

Reflexiones de un lunes más del montón

Lunes en la ciudad. Cada día tiene un matiz diferente, aunque parezca igual al anterior. 

Soy un convencido de que uno nunca sabe las vueltas de la vida, y el día menos pensado tu vida puede cambiar drásticamente, para bien o para peor. No voy a caer en la filosofía barata pero sí está claro que hay cosas que escapan a nuestro control. Es decir, nunca somos dueños absolutos de la situación. Tomamos decisiones basándonos en nuestro propio criterio o influenciados por el consejo de familiares o amigos. Lo que viene después es responsabilidad nuestra. Y llega el momento de hacerse cargo, que quizás es el más difícil. Conozco personas que me sirven de ejemplo e inspiración y otras que me producen rechazo, pero creo que no se pueden cambiar rasgos que son propios de nuestra personalidad. Y está bueno que así sea, porque de lo contrario todos seríamos maleables como plastilina y no podríamos mantener nuestra esencia. Esas cosas no se aprenden leyendo los libros de autoayuda, a medida que cumplís años y te hacés más viejo te vas dando cuenta de cómo funciona el mundo y la sociedad. Tenemos la vista demasiado dirigida hacia los demás o no nos preocupamos por cuidarnos y protegernos nosotros mismos. Si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo va a hacer? Cuando levantamos el pie del acelerador y nos relajamos, tenemos tiempo para pensar en qué tipo de vida estamos llevando y qué debemos cambiar para sentirnos mejor, para no dejar que ciertas situaciones nos desborden. Es algo que aconsejo hacer, porque no podemos estar "a mil" las 24 horas del día. No es sano, ni es bueno. Piensen en eso, busquen la manera de cagarse de risa de los errores, de las boludeces, y van a vivir más tranquilos. Se los digo yo, que quizás, como mucha gente, a menudo me tomo las cosas demasiado en serio. Say no more!

Discos recomendados del día:

Billy Joel, "Greatest Hits Vol. III" (Sony Music, 1997)

10 de junio de 2011

La televisión nos pregunta qué hacer


A veces tendemos a pensar que la "televisión basura" es patrimonio exclusivo de los argentinos. En rigor de verdad, los "reality shows", tal como los conocemos hoy, empezaron en EE. UU., seguramente con matices, pero no fue una invención de los productores locales. Sin ir más lejos un personaje denominado Jerry Springer es el "Mauro Viale yanqui".

 Mostrar las miserias y las bajezas, lo bizarro y lo ridículo, lo morboso y lo decadente, es parte de este formato televisivo que en la Argentina tuvo su pico de popularidad a mediados de los ´90 con el famoso "caso Cóppola" y el programa de Mauro Viale. Lo mismo puede decirse de Gran Hermano, que parte de una experiencia en países europeos donde una cultura supuestamente refinada y de buen gusto recompensó a un grupo de seres humanos encerrados en una casa con buenas mediciones de rating.

Hoy, en Canal 7 (también conocido como La TV Pública) tenemos a "6, 7, 8", un programa abiertamente oficialista, que se nutre del archivo para descalificar a los opositores o a todo aquel que piense diferente. Sin embargo, varios de los panelistas supieron tener antecedentes periodísticos contrarios a las posiciones que hoy defienden. Tal es el caso de Orlando Barone, quien trabajó en Clarín y en La Nación, y que además se dio el lujo de ser el Director de un efímero diario menemista. Sin embargo, hoy lo vemos cuestionando a "los monopolios mediáticos", que no son ni más ni menos que aquellos para los cuales él prestó sus servicios. Pero debo reconocer que me gusta un poco el ensañamiento que el programa tiene con Macri, y cómo desnudan la ineptitud y el cinismo el Jefe de Gobierno porteño. Quizás influya que nunca me cayó bien Macri, pero realmente hay que decir que en "6, 7, 8" han conseguido rescatar momentos casi tragicómicos de este señor que supo ser presidente de Boca Juniors y que luego intentó, sin éxito, ser presidente del país. 

Lo más probable es que sea reelecto en Capital, pero en tal caso uno supone que irá a segunda vuelta con Filmus. A Filmus uno lo ve demasiado inteligente y mesurado para ser oficialista. Es como decir: "no puede ser, un sociólogo, un tipo que fue mentor de una nueva Ley de Educación, que se cuida antes de hablar, no puede estar en las huestes kirchneristas". Aníbal Fernández es verborrágico y prepotente, y Filmus no tiene ninguno de esos defectos, al menos en apariencia. Será cuestión de ver si es sólo una fachada o si tiene algo más para ofrecer como dirigente político.

8 de junio de 2011

Cuando las imágenes se repiten

Las noticias predominantes en los medios nacionales, y que me están hartando por la repetición, son las cenizas en Bariloche producto de la furia de un volcán en Chile, y el "caso Schoklender" que está vinculado a la actividad de las Madres de Plaza de Mayo. Todo esto me genera malestar, sobre todo porque ayer fue el Día del Periodista y aunque se trate tan sólo de una fecha, deberíamos honrar la memoria de las personas de se jugaron la vida para escribir algo más que una noticia reiterativa y llena de lugares comunes. El país es demasiado grande como para que la atención pública se haya centrado casi absolutamente en esos dos temas. No hace falta ir a Bariloche para ver desastres ecológicos, ya sea provocados por el hombre o por la naturaleza. Y tampoco es privativo de las organizaciones de DD. HH. un caso de corrupción. Es cierto que cuando un tema genera interés es deber del periodista seguirlo y profundirzarlo, pero sin caer en el agotamiento y en el vacío. Suceden muchas cosas de las cuales ni siquiera nos enteramos porque no han medios que las difundan y la pongan en la consideración pública. Es un ejercicio aburrido ver noticieros, y la prensa escrita aún mantiene un nivel superior porque permite profundizar un poco más de lo que hace la televisión. No me parece bueno hacer "periodismo de periodistas". No es sano que los periodistas nos critiquemos entre nosotros a ver quién es el dueño de la verdad, porque eso lo decide la opinión pública. El día que entendamos esto, o que nos hagamos cargo del asunto, no nos vamos a preocupar tanto en valorar o juzgar a los colegas sino en algo mucho más imperioso y necesario, como es jerarquizar la profesión.

5 de junio de 2011

Lobos es igual, pero distinto


Hoy, en un domingo frío y nublado, tuvo lugar el desfile por el 209º aniversario de Lobos. Y uno no pueda evitar ponerse a pensar qué cosas han evolucionado en más de 200 años de historia pueblerina. El Intendente mencionó con lujo de detalles las obras concretadas durante su gestión, y defendió nuevamente el modelo nacional. Pero el día anterior, había concurrido a la Biblioteca Capponi a observar la muestra fotográfica del fallecido Walter Velazco, y me sorprendió ver cómo se han perdido las tradiciones, aquello que nos hacía un pueblo distinto y no uno más del montón, cuando los bares y confiterías eran punto de encuentro para discusiones sobre fútbol, política o lo que fuere. En la muestra, había un sector denominado "Ayer y hoy", en el cual el fotógrafo retrató magistralmente los cambios de fisonomía de los edificios. Es increíble cómo se han demolido en Lobos, sin ningún tipo de control, edificios históricos que deberían haber sido preservados para la posteridad y no para construir un chalet o una galería comercial, como estaba de moda de los '60. Yo no soy arquitecto ni pretendo serlo, pero esa arbitrariedad en el cuidado de los inmuebles me indigna terriblemente.

Por todo lo que les acabo de mencionar, yo no sé si hemos progresado tanto como nos quieren hacer creer, porque parece que tenemos "memoria selectiva", que nos acordamos de la horrenda dictadura y nos olvidamos de que no podemos darnos el lujo perder la identidad de pueblo, de la vida sencilla, tranquila y apacible de hace medio siglo atrás. Antes, uno tenía la sensación de que el tiempo transcurría de un modo diferente. Todo era más pausado, más relajado, no había la vorágine actual, no había personas enfermas de estrés. Las cosas se hacían, pero con calma y a su debido tiempo. Eso es lo que debemos recuperar y no dejar que se nos escape de las manos. Punto final.



3 de junio de 2011

Blues con una pizca de jazz


Viernes soleado y fresco en la ciudad. Como es sabido, la serie de TV "Dr. House" se ha convertido en un fenómeno mundial, y cuenta con milones de adeptos que no solamente siguen las alternativas de cada nuevo capítulo sino que además consumen todo el merchadising que se ha generado en torno a este éxito que en la Argentia se emite por Universal Channel.

Paradójicamente, a su protagonista, el actor inglés Hugh Laurie, lo conocí como cantante, dado que nunca me detuve a ver la serie porque la trama planteada no me interesaba. Hugh Laurie, en efecto, ha editado un disco que resulta una suerte de homenaje al mejor blues americano, y en el booklet de álbum él mismo confiesa que suena extraño para un inglés haber recorrido el sur de EE. UU. para reunirse con los mejores músicos de sesión y concebir este álbum, titulado "Let them talk". El resultado es un disco amigable, que se deja escuchar, si hacemos la salvedad que Laurie no tiene una voz privilegiada y que se decidió a grabar este puñado de canciones porque le sobra dinero para emprender proyectos de este tipo. Hasta a Robbie Williams le pegó la onda crooner y se animó a grabar un LP con un puñado de canciones  que tienen muy buen swing, y una banda que suena ajustadísima. Debo admitir que es lo más decente que escuchado en los últimos tiempos, a pesar de los prejuicios que uno pueda tener respecto de un actor devenido en cantante con aire a Tony Bennett o Sinatra. Se los recomiendo, en particular porque permite redescubrir viejos clásicos del blues y rescatarlos del olvido. A escuchar a Hugh Laurie, entonces, y a disfrutar.

1 de junio de 2011

Cómo tener éxito en el país de los "vivos"

De vuelta al blog, redactando estas líneas, quizás la inspiración no abunde, pero uno ve y escucha cada estupidez que se siente menos abúlico. Tengo ganas de viajar, de irme a la mierda, de olvidarme de todo y de todos, de pensar solamente en mí. Aunque sea por un ratito, porque uno nunca se olvida de sus seres queridos. Pero qué bueno es cambiar de aire, verdad? Pensar que la Selección es un equipo invencible, que en tenis no hay quien pueda con el nivel de juego de los argentinos, que la miseria no existe, que los mediocres hay sido enviados a otra galaxia, y que nada de lo que nos pasa es culpa del Gobierno. Es decir, vivir en una burbuja, o entre algodones, y entretenernos con esas pelotudeces (cursis) que nos hacen sentir felices por un rato. Porque lo realmente importante muchas veces nos hace sufrir, y preferimos no verlo o no afrontarlo, y el país que todos ven floreciente nos resulta cada vez peor, y parece que la mochila que tenemos que llevar cada vez es más pesada.

Un Estado que dice proteger a sus ciudadanos pero les roba descaradamente con impuestos que no van a ninguna parte (excepto a los bolsillos de los funcionarios) no parece ser un administrador honesto. Pero convengamos que uno siempre cae en el error de confundir Estado con Gobierno. Y no son la misma cosa, porque el que impone la burocracia y los trámites infinitos en el Gobierno. Por cierto, también la televisión basura es funcional a cualquier gobierno, porque permite mantener a la población ausente de los problemas que realmente importan, a un costo relativamente bajo. En fin, no quiero renegar más porque tengo muchas cosas buenas en la vida, a pesar de todo. Punto final!

Hasta que el destino nos alcance

  Nos tocó otros comienzo de semana con lluvia. La verdad es que hacía tiempo que tenía ganas de escribir algo nuevo. Pero, que sea algo “nu...