30 de agosto de 2009

La provincia, al borde del colapso


Hoy estuve todo el día intentando actualizar el blog, pero la conexión de Internet andaba en cámara lenta. Tampoco tenía previsto grandes cosas para decir, pero me he acostumbrado a redactar regularmente, aunque más no sea unas pocas líneas. Esta jornada dominical ha sido agradable en cuanto a las temperaturas, y como es habitual, ante la proximidad de la primavera, habrá que empezar a organizar el placard para guardar las prendas que ya han quedado "fuera de temporada". De todas maneras, los últimos días de agosto son traicioneros, y es probable que haya un par de días de frío intenso, que pueden prolongarse hasta mediados de septiembre. Comienza mañana una semana en la cual se definirán varias cuestiones que permanecen ocultas bajo la complicidad de muchos medios adictos al Gobierno pero que no tardarán en salir a la luz, como el desmesurado déficit fiscal de la Provincia de Buenos Aires, los "manotazos de ahogado" del Gobernador Scioli para evitar la emisión de las denominadas "cuasimonedas", y el inminente anuncio de nuevos impuestos y gravámenes que afectarán los bolsillos de todos los bonaerenses. La Provincia ha despilfarrado dinero de las arcas públicas durante buena parte de los años de bonanza de los K, para sustentar en el imaginario popular la concepción de que la obra pública soluciona los problemas y flagelos de la sociedad, y que unas cuadras de pavimento aquí y una placita allá borran de un plumazo la desidia, la ignorancia y la falta de educación que reciben los niños y jóvenes bonaerenses. En efecto, las escuelas públicas adolecen de serias irregularidades en toda la provincia, no resulta extraño sospechar de sobreprecios en la construcción de edificios escolares, y lamentablemente la mayoría de los chicos concurren para comer y porque el Estado les paga (sin que hayan hecho mérito alguno) para estudiar. Reciben dinero, que supuestamente debería ir destinado a la compra de libros y útiles escolares, y que gastan en cigarrillos, celulares, o en ropa. Vale decir, objetos que no están ni siquiera remotamente relacionados con la educación. Estas políticas en materia de educación, lejos de promover el acceso al conocimiento, han sido pensadas para fomentar el clientelismo, la vagancia y la marginalidad. ¿Llegará el día en que algún Gobernador se ocupe de hacer una auditoría (porque está visto que el Tribunal de Cuentas hace la vista gorda) y que se den a conocer públicamente los números, para que de este modo rindan cuentas de todos los gastos superfluos que tenemos que pagar todos quienes habitamos este bendito suelo?

29 de agosto de 2009

Un poco de tranquilidad en medio del caos


Hoy ha sido un día más tranquilo que el resto de sus compañeros de semana, a los cuales hice alusión en mi post anterior. No es mi intención "desahogarme" en este blog, o al menos, no se trata del objetivo principal que motivó su creación. A veces me sucede algo paradójico: sobredimensiono hechos que no revisten mayor importancia, y le resto relevancia a aquellos que sí la ameritan.
Ultimamente no estoy escuchando demasiada música, por eso hace unos días que no les hago a mis lectores las "recomendaciones" de rigor. Me estoy concentrando en ver algunas películas, escuchar viejos programas de Dolina que tengo guardados en varios cassettes, o bien trato de bajar por Internet programas de aquella época (años '98/'99) para cargarlos en el reproductor de MP3. Por el momento, he perdido el gusto por la música, pero estoy convencido de que será una etapa transitoria mientras me dedico a navegar por otras aguas.
Escribo estas líneas en la noche del sábado, minutos antes de cenar (al parecer, el menú será pizza). No tengo planes para salir esta noche, pero tampoco descarto la posibilidad de dar un paseo por la ciudad. Sin embargo, como ya anduve "de rotation" el fin de semana pasado, creo que es suficiente. De vez en cuando está bien reencontrarse con la noche lobenese y con sus recovecos, pero debo admitir que ya no me seduce demasiado. De todas maneras, no creo que me acueste a dormir temprano. Es probable que me acueste relativamente temprano, pero en todo caso seguramente pasaré unas horas boludeando con la radio y buscando algún programa interesante, con un periodista que "informe" y no "deforme" las noticias, lo cual no resulta fácil de encontrar en el dial. En resumen, se tratará de un fin de semana tranquilo, al menos hasta el momento. En un próximo post tengo previsto comentarles, a grandes rasgos, cómo me ha tratado este 2009 hasta el momento. Les aseguro cuando me puse a analizar y sopesar los hechos, me llevé una sorpresa por el resultado. Tengan paciencia, pronto publicaré el texto que les acabo de mencionar y de paso cada uno podrá comparar y hacer su "balance" anticipado, porque el año no ha terminado todavía. Nos estamos viendo, y que disfruten el veranito de agosto!

27 de agosto de 2009

Mañana puede ser un día mejor....

Hoy es uno de esos días que quisiera que terminara ya mismo, por una sucesión de tropiezos y hechos negativos que conforman un cóctel difícil de digerir. Digamos que esos pequeños altibajos los padecemos cotidianamente, pero cuando por alguna extraña razón se acumulan todos en un solo día, uno no puede más que esperar arrancar esa maldita hoja del calendario.
Pero no nos extendamos más sobre eso. La cuestión es que, a pesar de lo que acabo de exponer, tenía ganas de actualizar el blog, porque sin duda los lectores constituyen una parte fundamental para quien tiene un sitio web. Sé que a muchos de ellos nunca tendré oportunidad de conocerlos, como también soy consciente de que otros tantos ingresan por mera casualidad, o por única vez. Pero es gratificante saber que me están leyendo, ya sea deliberadamente o por fruto del azar. Algunos deciden quedarse y frecuentar este espacio de vez en cuando. Otros tal vez no volverán. Sin embargo, todos hicieron su aporte para que este blog tenga su razón de ser.

Cambiando de tema, tengo que poner un poco de orden en el escritorio donde tengo la PC. ¡Es un caos! Está lleno de papeles, apuntes, diarios viejos, folletos e invitaciones para eventos a los que no pienso ir, cables USB (que pueden ser del celular, del MP3 o de cualquier otro aparato), e infinidad de cosas que se van amontonando. Tampoco me gusta la pulcritud extrema, creo que un escritorio sin un poco de desorden da la sensación de no ser utilizado muy a menudo. Hoy es un día en el cual debo relajarme, contar hasta diez, y guardar la secreta esperanza de que mañana puede ser mejor. Mañana será viernes, de modo que el mero transcurso de la semana ya constituye un buen motivo para pensar que puede ser un día mejor. Nos estamos viendo, gracias por vuestra comprensión.

24 de agosto de 2009

Noche de sábado: volví a las pistas!!!

Transcurrió el fin de semana, y luego de varios meses sin salir de mi madriguera para lanzarme a las tormentosas aguas de la noche lobense, decidí volver a aquellos lugares que frecuentaba desde hace años, en particular desde que adopté al Bar de la Porteña como punto de encuentro con mis amigos. Lo singular de este sábado que ya forma parte del pasado reciente es que, como tuve que cubrir un espectáculo artístico, llegué tarde a mi casa y todavía no había cenado. Estaba famélico porque había comido poco a la tarde, de modo que devoré los alimentos que me ofrecieron, descansé un poco, y me cambié la ropa. Todo ello me insumió un tiempo considerable y me salvó del tedio de tener que esperar hasta los nuevos horarios que parecen haberse fijado arbitrariamente para salir a tomar algo. En estos momentos, para ir a un bar y encontrar algún ser vivo en su interior hay que concurrir, como mínimo, a la 1 de la mañana, de lo contrario, el local estará cerrado o con la sola compañía de sus dueños. Parece ser que "la previa" en casas particulares o en quintas de fin de semana se extiende cada vez más, lo cual hace que los jóvenes concurran a los bares y boliches más tarde que hace tres o cuatro años, cuando ya para la medianoche se percibía el bullicio y el movimiento de gente propio de la nocturnidad del fin de semana.
Sobre el Bar de La Porteña ya he redactado varios "posts", tanto elogiando el buen ambiente y la atención de las camareras, como criticando la música funcional que ha ido variando para peor y se transforma en un pastiche imposible de digerir. Lo más probable es que no quiera aceptar que estoy envejeciendo y que la música que guarda un lugar de privilegio en mi "I Pod mental" ya no es objeto de la adhesión masiva, al menos en esos ámbitos.
Algo similar me sucedió cuando la noche languidecía y me ofrecieron ir a La Porteña (el boliche). Debo confesar que no estaba muy convencido de aceptar el convite. Tal vez me traicione la memoria, pero hacía por lo menos 3 años que no frecuentaba la famosa discoteca, y podría haber pasado más tiempo sin hacerlo, pero como no tenía ganas de irme a dormir todavía y no se presentaban demasiadas alternativas a la vista, decidí ir, y nobleza obliga, no voy a negar que la pasé bastante bien, si tenemos en cuenta que ya soy una persona adulta que ya no tiene el entusiasmo y la efervescencia de un chico de 17 años. Me reencontré con viejos amigos y conocidos, bailé con algunas señoritas, renegué (no demasiado) con el pésimo gusto musical de DJ y no hay mucho más que agregar, excepto que mi concurrencia al boliche luego de tanto tiempo hizo que se tratara de un sábado distinto. Al día siguiente padecí la resaca que suele ser un lugar común en estos casos, pero valió la pena ese pequeño malestar dominical si tenemos en cuenta que se trató de un fin de semana en el cual "volví a las pistas" (fugazmente) y demostré que todavía puedo enseñarles a bailar a muchos que se creen los dueños absolutos de la pista con movimientos erráticos e inconexos.

22 de agosto de 2009

Día de actualización

Un sábado nublado pero agadable en la ciudad. Me he acostumbrado a comenzar los "posts" con estas consideraciones de índole meteorológica que no tienen demasiada trascendencia, pero tampoco está en mi ánimo imprimir en cada texto un derroche de creatividad sin un fin específico.
Ahora, gracias a la bondad y el compromiso de nuestra Presidenta con su pueblo, el fútbol de Primera División será de libre televisación, previo pago a la AFA de 600 millones de dólares y la promesa de rescatar a los clubes de su deplorable situación financiera, consecuencia de su propia corrupción e ineptitud para manejar las cuentas. Ya se ha dicho y escrito demasiado acerca de este despropósito, de esta vergüenza que significa el "fútbol gratis". La pantalla de Canal 7 ya no tendrá lugar para los pocos programas culturales que valían la pena, ahora estará atiborrada de partidos. Es decir, la señal de convertirá una especie de ESPN pública. Demagogia de la peor calaña, consentida por muchos, festejada por otros. El Gobierno, evidentemente, no parece haber tomado debida nota de los resultados de las últimas elecciones. Por el contrario, se complace en despilfarrar el dinero que todos aportamos para la salud y la educación. Hay situaciones insólitas e inverosímiles que en cualquier país serio provocarían la inmediata renuncia de los funcionarios involucrados, o un pedido de juicio político. Aquí, suponer algo semejante es una utopía. ¿Cómo podemos pretender que se dicte una condena ejemplar para los responsables de la tragedia de Cromagnon en este contexto, si no tenemos jueces probos e idóneos? No quiero mezclar una cosa con la otra, pero francamente me resulta inevitable, en particular porque aquí no existe la independencia de poderes y el Consejo de la Magistratura no es más que una figura decorativa. Fue creado como consecuencia del acuerdo o "pacto" entre Alfonsín y Menem para reformar la Constitución en 1994. Si funcionara como corresponde, estaríamos a la altura de los países más serios en materia judicial. Pero tanto el Consejo como la figura del Jefe de Gabinete, creada también a partir de la sanción de la nueva Constitución, demostraron ser una caricatura de su concepción original.

19 de agosto de 2009

La TV abierta todavía tiene algunas joyitas para ofrecer


Dentro de las series de TV de producción nacional más originales de los últimos años cabe mencionar a "Todos contra Juan", que se emitió hasta hace meses por la pantalla América TV. Cuando salía al aire (creo que era los miércoles), me encontraba en una disyuntiva, en un dilema difícil de resolver: su horario prácticamete coincidía con el de "Los exitosos Pells", con la salvedad de que "Todos contra Juan" se emitía una vez por semana mientras que la serie de Telefé salía al aire casi todos los días. Muchos bloggers coinciden en que "Todos contra Juan" tiene ciertos códigos y convenciones similares a "Seinfeld" en cuanto al tipo de humor, y a una tendencia a racionalizar situaciones absurdas. En principio, hay que reconocer que no resulta sencillo adaptar un tipo de humor como el que se fluía cotidianamente en "Seinfeld" al gusto argentino, y los intentos que se hicieron para modelar una "sitcom" no tuvieron éxito por estas pampas. Sin embargo, "Todos contra Juan" logró dar en la tecla al incorporar "guiños" a Seinfeld de un modo incidental, no forzado. La situaciones de conflicto que son parte de la trama surgen naturalmente, y tanto Gastón Pauls como Sebastián de Caro (los protagonistas principales de la tira) se parodian a sí mismos recordando su época de "galancitos" en la serie para adolescentes "Montaña Rusa". Ahora, logré conseguir algunos episodios en DVD, y a quienes no pudieron verla realmente les recomiendo aprovechar esta posibilidad, porque insisto en que se trata de un producto innovador para lo que nos tiene acostumbrados la tevé doméstica, sobre todo teniendo en cuenta la magra oferta que se puede encontrar en los cinco canales de aire. En resumen, creo que "Los exitosos Pells" y "Todos contra Juan" han sido los dos mejores programas de ficción de la temporada 2008/2009.Hoy, los señores de APTRA entregan el Martín Fierro, premio ciertamente devaluado por -valga la redundancia- premiar a productos mediocres y comerciales. Espero que los dos ciclos que les mencioné antes tengan su lugar y cosechen alguna de las codiciadas estatuillas.

18 de agosto de 2009

Buscando un lugar adecuado


Hola amigos, aquí me tienen, comenzando "oficialmente" la semana luego del lunes feriado. Un lunes que no deparó demasiadas emociones ni grandes proyectos para aprovechar el tiempo libre, sino más bien para reflexionar y poner algunas cosas en claro. Aunque muchas veces sería mejor dejar de lado la reflexión y pasar a la acción, a los hechos concretos. Hoy fui al gimnasio y comencé con mi primer rutina de ejercicios, luego de poco más de un mes de concurrir y "ponerme a punto" para ese objetivo. Me sentía cómodo con lo que venía haciendo, todavía no me acostumbro del todo a tener una rutina pautada en una planilla pero recién es el primer día y todavía es muy pronto para hacer conjeturas. Hace dos días que no fumo y la verdad es que me siento bastante bien, ojalá pueda lograr la continuidad que deseo y decirle adiós a la maldita nicotina. Estoy volviendo a escuchar los discos "imprescindibles", aquellos que compré en mi adolescencia y que tienen el valor de haber capturado un momento de mi vida, como el archiconocido "Greatest Hits" de Queen (1981). Inclusive, con el paso del tiempo me parece superior al segundo volumen compilatorio de la banda, el famoso "disco azul". Pero creo que son etapas, a todos nos agarra el "viejazo" en determinados momentos. Mis ratos de ocio trato de repartirlos entre escuchar música, ver películas, y salir a caminar. No puedo ponerme a gastar dinero, de modo que me arreglo con lo que tengo, lo que sí constituye un gasto fijo para mí (al menos por ahora) es la cuota del gimnasio, que no es alta, pero hay que pagarla, además de los aportes que pueda hacer a la economía familiar. Cuando disponga del tiempo suficiente, les voy a terminar de dar forma a varios textos que tengo en carpeta pero que todavía no aparecieron en este blog. Ya les buscaremos el momento y el espacio apropiado. Igual, no esperen encontrar nada deslumbrante, simplemente ideas que no se me habían ocurrido antes y que me parecen interesantes para volcarlas en un post. Esta noche, antes de dormir, escuchen algo de Frank Sinatra o de Louis Armstrong. Les aseguro que se sentirán un poco mejor para bajar la persiana antes de que el día termine.

16 de agosto de 2009

El secreto del éxito tiene un nombre

El auge de las denominadas "redes sociales", durante este 2009, cuyo ejemplo por excelencia es Facebook, parece no tener techo. La cantidad de personas que diariamente acceden a divulgar sus datos personales para formar un grupo virtual de "amigos" es cada vez mayor. Afortunadamente, la aparición de este singular modo de estar en contacto con gente que supuestamente goza de nuestra amistad ha hecho que los "floggers" estén en vías de extinción. De todas maneras, no creo que los responsables de Fotolog se den por vencidos y es probable que estén delineando alguna estrategia para recuperar el liderazgo perdido. Como no me gusta criticar algo que no conozco, me registré en Facebook como Dios manda, y comprobé la absoluta inutilidad del servicio. Trato de usarlo solo para algún fin que considere útil o que al menos sea de mi agrado. 

Constantemente recibo invitaciones o "sugerencias" de personas que dicen ser mis amigos y a quienes nunca vi en mi vida, invitaciones para unirme a grupos que quieren salvar a las ballenas, y demás ítems que serían largos de mencionar. Sin embargo, hay que reconocer el secreto del éxito de Facebook. Una interfaz gráfica ágil y atractiva, la posibilidad de subir fotos o videos, de chatear con ese grupo selecto de "amigos", todo en uno. Es decir, multiplica las posibilidades de Fotolog, y en consecuencia es más completo. La pregunta es hasta dónde están dispuestos a llegar. ¿Cuál es el negocio detrás de todo esto, adónde van a para nuestros datos? La política de privacidad de Facebook ha sido objeto de debate y discusión en reiteradas oportunidades, y en un momento el sitio tenía previsto arrogarse la propiedad de todas las fotos y videos que los usuarios cargaran allí. El repudio fue tan categórico que se vieron obligados a dar marcha atrás, pero nadie sabe por cuánto tiempo. Mientras yo escribo estas líneas, cientos de personas creen encontrar en Facebook la llave para tener un millón de amigos y hacerse "populares" en la Web. 

Cambio de tema: Durante buena parte d este año, hice terapia con una psicóloga, con la que nunca conseguí lograr lo que se denomina "transferencia". Esto es, ni más ni menos, que el paciente y la persona que reúne los conocimientos necesario para hacerse cargo de ellos, puedan establecer una relación, que podría llamarse empatía o como ustedes gusten hacerlo. Al mejor estilo de las parejas actuales, nos separamos de común acuerdo, podría afirmar. Pero en el mientras tanto, debí conseguir a un profesional idóneo y que no me dejara en banda, lo cual no es nada fácil. La mayoría de las personas que deciden voluntariamente concurrir a terapia, logran dar con alguien apropiado la primera vez. Y es algo bastante desgastante ese proceso, porque obviamente ese nuevo/a psicólogo no sabe nada de vos ni de los motivos que te llevaron a concurrir al consultorio. A consecuencia de esto, hay que "repetir" el mismo cuentito una y otra vez, con el dolor y la frustración que ello produce. Nadie va a una sesión psicoanalítica porque está contento o siente que todas las piezas encajan perfecto. Ellos escuchan los problemas que vos tenés, y en base a su formación, te van proponiendo distintas alternativas. El tema es cuando muchas de ellas están lejos de tu posibilidad o de tu motivación. Quiero hacer una salvedad, aunque no tengo obligación de hacerla: No me considero un discapacitado mental, ni represento un peligro para otras personas o para mí mismo. Hay momentos en la vida en los que uno necesita contención, y eso me hace acordar aquella famosa frase de Divididos: "Mientras la guita se le iba por el diván...". Y sí, se nos va guita por el diván y por otras muchas cosas, en principio porque nadie labura gratis. Yo tampoco lo haría. Creo que los cambios en tus hábitos que te ayuden a mejorar deben realizarse de forma gradual: Yo puedo ir todos los días de la semana al gimnasio, anotarme en todos los cursos y talleres existentes, si esa es la supuesta solución. Pero ni yo, ni nadie, puede sostener eso en el tiempo. Cuando a mí, en calidad de paciente, me hablan con soluciones "de manual", deberían saber que tengo la inteligencia suficiente para darme cuenta de eso, y que en todo caso me pongo a leer libros de autoayuda. No quiero dejar de mencionar que sí hubo gente con buenas intenciones, que me ha ayudado y bancado siempre, desde otro lugar. Vaya para ellos mi eterno agradecimiento, y espero estar a la altura de retribuir esos gestos en el futuro. Nos reencontraremos muy pronto por aquí. Punto final.

Puesta a punto en el fin de semana largo

Domingo lluvioso en la ciudad. Estoy volviendo a escuchar música luego de un largo paréntesis, en el cual me dediqué a indagar en el dial de la radio AM buscando programas con un perfil periodístico. He descubierto que hay muchos periodistas con talento que han sido confinados a una franja horaria marginal, o a trabajar en una emisora de baja potencia. En realidad, lo mismo sucede con la prensa gráfica: a menudo leemos artículos excelentes que aparecen publicados en pasquines o en revistas de distribución gratuita que tienen, en promedio, tres páginas de publicidad por cada página de texto. 
La transición del soporte papel al formato digital, podemos advertirla en los principales diarios impresos, como Clarín o La Nación, que cada vez ponen más trabas para el acceso de los contenidos por Internet. Desde hace un tiempo, hay que suscribirse (por ahora gratuitamente), y hay planes de suscripción adicionales para aquellos que deseen ver en la pantalla de la compu, el diario tal como es en papel. En países desarrollados, es algo que se implementó hace rato. Por ejemplo, el NY Times te permite leer 10 notas completas sin pagar, después el asunto cambia. En este último caso he descubierto la manera de poder acceder a más noticias, porque depende del IP que el sistema toma para contabilizar cuánto llevás leyendo.  

Tema dos: Hacía tiempo que no escuchaba al mítico Rey del Rock n' Roll, Elvis Presley, y qué mejor manera que hacerlo con una compilación, tal es el caso de "30 #1 hits", también conocida como "Number ones". Creo que no soportaría escuchar de principio a fin un disco de estudio de Elvis, debo confesarlo, por eso en casos como éste lo mejor es recurrir a un compilado que precisamente selecciona los tracks más populares y que resultan inmediatamente reconocibles.
Volviendo al siglo XXI, también estuve escuchando a la banda uruguaya La Vela Puerca, a la cual siempre miré con desdén y poco entusiasmo. Sin  embargo, debo reconocer que tiene aspectos interesantes, buenas letras, y se ve que detrás de cada álbum hay un laburo de producción importante. El grupo nos ofrece una interesante exploración del ska-pop que reniega de los clichés y por lo tanto no es apta para los puristas del género. Sin pretensiones de originalidad, con objetivos modestos pero meritorios, LVP se propuso hacer un buen disco y de canciones contundentes (luego de una carrera de 20 años), buscando una vuelta de tuerca en cada canción para salir por un momento del formato rígido y virulento que impone la religión del "ska" más visceral.
Para finalizar, les recomiendo el último disco de estudio de Enrique Bunbury (ex "Héroes del Silencio), titulado "Hellville de Luxe". Una particularidad de este álbum es que todas las canciones son largas para lo que marcan los estándares de difusión radial y duran más de cuatro minutos, sin embargo, lejos de volverse tedioso, el disco transita por un ritmo parejo y una producción cuidada en los arreglos, lo cual hace que escucharlo se convierta en una experiencia placentera más allá de que a Bunbury se le haya extraviado el cronómetro en algunas canciones

14 de agosto de 2009

Esa gente que dice ahorrar

Conozco gente que anota minuciosamente en una libreta los gastos que hace diariamente. Evidentemente, ese trabajo metódico les debe dar resultado, de lo contrario dejarían de hacerlo. Yo estoy pensando seriamente en intentar algo similar, aunque sin llevar la contabilidad a puntos extremos: o sea, si me compro un paquete de chicles no lo voy a anotar; si me compro una revista tal vez sí. Las monedas son muy solicitadas por los comerciantes, pero para quien desea comprar algo tienen escaso valor, como consecuencia de las sucesivas devaluaciones y procesos inflacionarios. De todos modos, no es una mala idea juntar monedas que te dan de vuelto cuando comprás algo, y guardar los billetes para gastar en una próxima compra. Las estrategias para el ahorro son tan infinitas como los ahorristas. Algunos son disciplinados consigo mismos y no se permiten darse ningún gusto, otros despilfarran lo que tienen en la primera semana de cobrado el sueldo y el resto del mes subsisten a pan y agua. En realidad, es difícil encontrar un equilibrio y que los números cierren. Yo he intentado hacer un "presupuesto" de gastos fijos, para saber qué dinero voy a gastar y con qué excedente puedo disponer, pero no me convencieron los resultados. Siempre aparece una situación emergente que no tenías prevista y que te obliga a gastar, entonces... a la mierda el presupuesto. Creo que, en definitiva, lo importante es que si comprás algo estés satisfecho con tu compra, que no sientas culpa pensando que malgastaste la plata, y que disfrutes de esa revista, libro, series de Netflix, o lo que sea, porque no se puede volver el tiempo atrás.

Aprender de los que saben

Encontrar algo para decir cuando ya está todo dicho. Tener impulso creador cuando ya está todo inventado. Estos son, a mi criterio, los desafíos que se imponen las personas que aspiran a trascender de algún modo, en los distintos campos de las artes y las ciencias.
Pensemos que hasta que un artículo periodístico es recogido y comentado por los lectores, hasta que un aparato electrónico se vuelve de consumo masivo, quienes pergeñan la innovación desde la palabra o desde la tecnología son personas anónimas. Y en el peor de los casos se los tilda de excéntricos o locos. Hay novelas que han cambiado la historia de la literatura moderna, hay artículos para el hogar tan comunes en la actualidad, como el televisor, que tardaron años en ser aceptados e incorporados a la vida de una familia, como también sucedió lo mismo con sus creadores.
Por eso es que cuando redacto un nuevo post, no lo hago con la pretensión de ser original, o transgresor. Quizás pueda lograrlo, y yo nunca lo sepa. A menudo somos víctimas de ese deseo por escribir algo revolucionario, por encontrar la palabra justa y precisa, y yo creo que si bien no hay que bajar la guardia y mantener esas aspiraciones como un modelo a seguir, tampoco hay que esperar que se nos caiga una idea que provoque una conmoción. Después de todo, ¿Cuál es el sentido de algo así? Me parece mucho más positivo reconocer nuestras limitaciones, enriquecernos de los saberes de otros, y con esa formación, intentar relanzarnos en cada una de nuestras áreas, oficios, o profesiones.

Vayamos al ejemplo de la TV: ni Pergolini, ni Pettinato, me parecen transgresores, son apenas unos boludos con un buen equipo de producción. El sarcasmo y la ironía no implican ser más inteligente. Por el contrario, estos tipos apelan a esos recursos para generar situaciones de humor que a menudo resultan patéticas. Probablemente han visto (u oído) a los Hermanos Marx, a David Letterman, a Jerry Seinfeld, pero evidencian un intento desesperado y lamentable de "importar" una situación o un sketch a un programa berreta y que cae en el típico recurso de llevar vedettes tontas para luego mofarse de ellas, como si se tratara de una genialidad.

12 de agosto de 2009

El placer de leer el diario


Quizá no se hayan percatado, pero los diarios impresos son cada vez más pobres en cuanto a su contenido (esto se traduce en una menor cantidad de páginas, o en distintas triquiñelas para rellenar los espacios con boludeces e infografías absurdas). El criterio editorial que parece predominar es: "Debemos publicar muchas fotos y poco texto. La gente está apurada y no tiene tiempo para leer". Muchas secciones fijas de cualquier diario que se precie de tal han mutado a suplementos de compra opcional. Por ejemplo, los dos diarios de mayor circulación de la Argentina, Clarín y La Nación, incorporaron una revista cultural para de este modo reemplazar el suplemento que ofrecían los domingos. La publicación presentada por La Nación, ADN Cultura, resultó todo un fracaso para las expectativas de tenían los editores y tuvo que volver a integrarse al diario como un suplemento más los días sábado, en tanto que la Revista Ñ, de Clarín, tuvo mejor aceptación porque está pensada desde una mirada menos elitista. Más allá de esto, ambos diarios redujeron a su mínima expresión la sección "Cultura", amparándose en el hecho de que los interesados en acceder a una cobertura más amplia pueden adquirir las revistas opcionales.
En Lobos, hasta no hace mucho, por una cuestión de proximidad con Buenos Aires, no pagábamos el recargo por envío al Interior. Ahora, además de que el precio de los diarios aumenta cada dos o tres meses, se suma el antes mencionado recargo, con lo cual algo que resultaba tan natural como comprar el diario se ha vuelto uno de los blancos predilectos de la castigada clase media al momento de recortar gastos. Si me dan a elegir, yo prefiero siempre la edición impresa, porque realmente me cuesta leer desde la pantalla de un monitor la edición digital. Es lamentable que uno deba refugiarse en una biblioteca pública para leer el diario, no porque sea vergonzoso hacerlo ni mucho menos, sino porque antes uno podía comprarlo y llevárselo a su casa y transcurridos un par de días de su lectura, usarlo para envolver huevos, papas o lo que sea. Aunque con respecto a esto último, siempre me gustó conservar recortes de diarios acerca de noticias que consideraba curiosas o relevantes, y guardarlos en una carpeta. Hoy, todo se ha vuelto fugaz y efímero como consecuencia de la actualización permanente que hacen los diarios desde sus sitios web. Y nada de lo que ocurre es demasiado relevante como permanecer un tiempo prudencial en Internet. Un signo de los tiempos.

9 de agosto de 2009

La estupidez tiene forma de pelota


¿Es preocupante que por la decisión no consensuada de una persona se haya suspendido en la Argentina toda actividad de fútbol profesional? Sí y no. Como ese deporte no despierta en mí gran entusiasmo (ni para verlo ni para jugarlo), trato de despojarme de todo prejuicio y de asumir una postura equilibrada al momento de redactar este post. En primer lugar, no hay fútbol en la Argentina por decisión del presidente de la AFA, no de un remisero. La gestión de Grondona ha sido cuestionada con distintos argumentos: 1) por convertir al fútbol en un espectáculo para ver por televisión, 2) por no arbirtrar los medios para impedir el acceso de los barrabravas a los estadios, y 3) por hacer todo lo posible para alejar a la gente de la cancha, dado que resultan más rentable los ingresos por derechos de televisación que el dinero que los hinchas abonan en la boletería. En lo personal, Grondona me parece una persona inescrupulosa (es el adjetivo más suave que se me ocurre) y capaz de todo con tal de retener el poder del fútbol argentino.
Un país que obtuvo dos títulos mundiales a nivel de Selección no puede permanecer inactivo. Del mismo modo, tampoco es posible que se siga jugando en las condiciones actuales, con estadios que se caen a pedazos, individuos que se apuñalan mutuamente como si estuvieran en un duelo de guapos, y un sistema de fútbol codificado perverso que impide ver gratuitamente los partidos en directo por televisión. Por supuesto, Grondona era consciente de esto desde hace años, y nunca hizo nada para mejorar la situación, razón por la cual sobran los motivos para sospechar que la súbita rescisión del contrato con TyC Sports responde a otros intereses. En este contexto, el supuesto pacto Grondona-Kirchner, que fue denunciado por el presidente de TyC Sports, no parece descabellado, sobre todo si tenemos en cuenta que el Grupo Clarín tiene un 50 % de participación en la empresa y que el kirchnerismo está decidido a librar una guerra con la corporación mediática de la Señora de Noble hasta las últimas consecuencias. Paradojas del destino, fue Kirchner, en ejercicio de la Presidencia, quien propición la fusión entre Cablevisión y Multicanal, las dos proveedoras de TV por cable más importantes del país.

8 de agosto de 2009

Charly y Charly.... dos incorregibles

Tema 1: Durante todo este tiempo, especialmente cuando la inflación castiga los bolsillos y comienzan a filtrarse desde la "burbuja de la fantasía" del INDEC cifras preocupantes de pobreza y desempleo, he escuchado a gente a recuerda, con nostalgia, al gobierno de Carlos Menem. En realidad, más que la gestión en sí, lo que añoran es el mítico "1 a 1", la convertibilidad, la supuesta "estabilidad" que estaba sustentada en inflación cero. Sin embargo, esas mismas personas luego reconocen que aquellos diez años no fueron más que un recreo, una especie de travesura hecha a escondidas de la razón y la lógica. Para el argentino promedio la fiesta de las baratijas importadas (recuerden el auge de los comercios llamados "Todo por dos pesos") terminó cuando el peso dejó de ser convertible y inició su proceso de devaluación frente al dólar, hasta llegar a la situación actual. Yo creo que lo que había propuesto Cavallo antes de caer en desgracia, aquello de que el valor del peso estuviera basado en una "canasta de monedas" y no atado al dólar, no era tan desacertado y en un mediano plazo hasta se podía llegar a pensar en una salida ordenada de la convertibilidad. Como es sabido, lo que sucedió distó mucho de ser ordenado, aunque hay que reconocer que el argentino siempre tuvo una particular fascinación por el dólar, incluso en tiempos de calma financiera. El euro es una moneda común en casi todos los países europeos, y sin embargo no despierta el mismo entusiasmo en los ahorristas.
Tema 2: Ayer escuché la nueva canción de Charly García, y me pareció un esfuerzo interesante desde lo artístico para alguien que sale de un proceso de desintoxicación. No quedará grabada en la memoria colectiva ni será un hito para las nuevas generaciones, si eso es lo que quieren saber. En definitiva, creo que hasta los más fanáticos de Charly teníamos expectativas moderadas en cuanto a este nuevo y promocionado lanzamiento, que -aún sin ser brillante- evidencia un sonido más limpio, una voz más clara, y una melodía con "gancho" para la difusión en radio. Casi inmediatamente surgió la controversia acerca de si el tema presentado ayer era realmente "nuevo", y varios portales de Internet mostraron videos de shows de Charly en febrero de 2008 (Mar del Plata) y julio de 2008 (en San Juan), interpretando una versión primitiva pero inconfundible de "Deberías saber por qué". El manager de Charly trató a los periodistas que difundieron ese material de "miserables" y explicó que la canción que se conoció ayer presenta arreglos diferentes a las versiones en vivo. De todas maneras, para evitar suspicacias, convegamos que hubiera sido bueno que Say No More presentara una canción salida del estudio y sin ningún esbozo previo en vivo.

6 de agosto de 2009

Retrato de una dama


Jueves levemente fresco en la ciudad. El viento siempre tiene ese poder de lograr que los termómetros suban o bajen según su antojo, pero a pesar de todo la noche es agradable. No sé si les pasa, pero hay canciones que permenecen en tu memoria por un tiempo se te pegan como si fueran chicle (sí, ese chicle berreta que no lo despegás ni endureciéndolo con un cubito de hielo) y forman parte de tu "soundtrack" mental por un buen tiempo, hasta que aparece otra que la reemplaza y se queda jugueteando en alguna neurona perdida. Una de las canciones más bellas que escuché últimamente es "Lesson Learned", de Alicia Keys, con John Mayer secundándola en una especie de dueto que no llega a ser tal, pero que aporta lo suyo para conformar una formidable interpretación. La canción está en el último disco de estudio de Alicia, que lleva por nombre "As I Am". Es una estupenda balada que siempre llevo conmigo en mi reproductor de MP3. Han aparecido muchas cantantes con intenciones de reinventar el Soul, o el R & B, pero creo que se trata de un género que no admite -al menos, de un modo exitoso y agradable al oído- muchas variaciones en su esencia. El mejor modo de ganarse el estatus de una buen vocalista de Soul es cuando quien escucha la canción siente de veras que más allá de esos cuatro minutos se procura transmitir ese dolor por la pérdida del ser amado, el aprendizaje que lo que ya resulta obvio para todos excepto para vos (de ahí el título "Lesson Learned"), ese eterno ir y venir en la ruta de las relaciones interpersonales. Alicia Keys nunca me decepciona en ese sentido. Suena convincente en lo que te está diciendo, no está simplemente leyendo una letra que a lo mejor le gustó y le escribió un compositor amigo. Canciones que contienen frases como "no puedo vivir sin vos", a esta altura, más allá del rédito comercial que puedan tener, son vacías de contenido. Nadie es imprescindible, ni siquiera esa persona que supo ser el amor de tu vida, o que calificás de ese modo. Aprender de las lecciones, de los fracasos, de los desengaños, de esos momentos en los que no sabés para qué lado ir: todo ello lo encontrarán en "Lesson Learned". No la dejen pasar, si no pueden conseguir el disco, al menos escuchen ese track, que no me cabe duda tiene un sesgo vivencial que le da un valor superlativo. Me interesa más comentarles esto que algo relacionado con el título de este post, redactado caprichosamente evocando a la aburridísima novela de Henry James.

Les dejo una perlita: no se pierdan el placer de escuchar el tema "Warwick Avenue", de Duffy, con inconfundible acento galés. Otro buen ejemplo de que el soul trascendió rápidamente los Estados Unidos y se parece al famoso jardín de los senderos que se bifurcan, que (se me ocurre) terminan coincidiendo al final del recorrido.

5 de agosto de 2009

Esperando a Charly...miércoles primaveral


Miércoles, mitad de semana. Día de actualización del blog. Han transcurrido dos días desde mi último post, sin embargo, tenía la impresión de que habían sido muchos más. En fin, creo que algunas de las ideas esbozadas en el texto anterior de algún modo definen la orientación que le pretendo dar al material publicado en este espacio. Hubo años en que creí haberle encontrado el punto justo, haber dado en la tecla para que el blog siguiera una línea en cuanto a su contenido. Luego, por algún sesgo autoconfesional y por hechos de actualidad que a veces no se pueden obviar y es necesario comentar, esa línea se fue desdibujando. De todas maneras, los lectores que visitan el blog cotidianamente ya saben, más o menos, con qué se van a encontrar. Hoy me toca ir al gimnasio, y realmente desde que comencé se trata de uno de los días en los que más ganas tengo de ir. Aunque sea por un momento, no quiero pensar, simplemente quiero relajar mi cuerpo y recuperar el físico que supe tener hace unos años. Tampoco supongan que estoy hecho una piltrafa, pero sin lugar a dudas puedo mejorar bastante. El tiempo en el gimnasio se pasa rápido, básicamente hacés tu rutina, socializás un poco y te vas. Pero yo me conozco, y sé que a veces me dejo ganar por la fiaca o la pereza. Hasta ahora, estoy yendo regularmente, y espero seguir así mientras pueda pagar el abono del "gym" y no termine sucumbiendo a la melancolía.
Como se podrán imaginar, espero con ansias el estreno "mediático" de la nueva canción de Charly García, que será el viernes a las 12 p.m, por TV y por radio, en una suerte de "cadena nacional" a modo de anticipo de su próximo disco. Me va a costar ser objetivo con lo que escuche, porque soy un "fan" confeso de Charly y todo lo que diga puede sonar tendencioso o subjetivo. Pero en cuanto escuche el tema en cuestión, les comentaré por este mismo medio qué sensaciones provocó el mí esta nueva pirueta del maestro García.

3 de agosto de 2009

Primer post del mes!

Hoy me desperté con un lunes soleado y de temperatura agradable (o al menos, tolerable). Agosto se presenta como un mes en el cual haré profundos cambios en mi vida y en todo lo concerniente a mi situación financiera. No pienso dar mayores detalles al respecto, sólo diré que hay hábitos que ya no quiero seguir teniendo y hay ajustes forzosos a los que debo someterme porque de lo contrario, me va a tapar el agua. Se terminó "La dolce vita". Siempre me costó ahorrar dinero, incluso cuando esa vocación de ahorro iba destinada hacia un objetivo determinado. Sin que pretenda justificarme, debo decir que no estamos atravesando por una etapa en la cual uno pueda darse pequeños gustos. La satisfacción de comprarse algo nuevo pueden ser efímera, pero el costo que hay que pagar por ellas no. Por ejemplo, salir a comer a un restaurant con unos amigos es una opción interesante para compartir un momento y retomar el contacto con los afectos, dejando de lado viejas diferencias y creando a nuestro alrededor una suerte de "burbuja atemporal" durante el lapso que dure la cena, que podríamos estimar en dos horas (trancurrido ese tiempo, se vuelve un evento tedioso). Pero resulta costoso salir a "comer afuera", y a veces uno la pasa mejor si cada uno de los comensales aporta un dinero a modo de colecta y con ello se compra la carne, el vino, y lo que sea necesario para desgustarlo en el quincho o en el patio del cual seguramente dispone algunos de los invitados. Por si todo esto fuera poco, lentamente somos testigos de una devaluación del peso, es decir, de la moneda nacional, que es víctima de la inflación y de la tendencia alcista del dólar. Los gastos fijos, aquellos que no se pueden quitar del presupuesto que uno ha planificado para el mes, también se incrementan, entonces uno se plantea qué tan fijos e inamovibles son, o si existe la posibilidad de buscar una alternativa para reducirlos. Por citar un caso, ir al gimnasio representa para muchas personas un gasto fijo, y está bien, porque es una suma de dinero abonan mensualmente y no están dispuestas a renunciar a una actividad que probablemente les libere el estrés de estar doce horas frente a un monitor, o lo que fuere. Cada uno maneja su economía lo mejor que puede, pero cuando sentís que tocás fondo, como ha sucedido en aquel nefasto 2002, lo único que te preocupa en comer y tener un lugar donde dormir. El resto pasa a ser superfluo.
Como dijo un filósofo de la calle alguna vez: "el dinero no es un problema... cuando lo tenés".

Hasta que el destino nos alcance

  Nos tocó otros comienzo de semana con lluvia. La verdad es que hacía tiempo que tenía ganas de escribir algo nuevo. Pero, que sea algo “nu...