26 de junio de 2011

El día en que River descendió

El tiempo va cambiando aquellas cosas que solían divertirnos o pasar un buen momento. Las nuevas temporadas de Los Simpson, por ejemplo, son lamentables. Además de que les cambiaron las voces a los personajes, el desarrollo de cada capítulo nos demuestra que carecen de toda gracia. Los mismo puede decirse del programa de Dolina, que se preocupa más en defender al Gobierno que en entretener al público. Y digo esto con mucho respeto hacia Dolina porque lo considero un tipo culto, pero ya me está cansando. Estamos en una etapa rara, donde todo se promociona y se difunde por Facebook o Twitter, y algunos roles se han desdibujado o ya no existen. Por ejemplo, hoy es relativamente fácil para una banda con guita hacer un disco, más aún si hacen música electrónica o rock básico. Hay mucho software que ha sustituido la labor de experimentados productores e ingenieros de grabación.

Estaba pensando también que todavía no me "cayó la ficha" sobre todo este tema del descenso de River. Yo soy hincha de Boca, pero River es un grande con todas las letras, y creo que su decadencia se debe a los sucios manejos de los dirigentes, a la falta de motivación del plantel, y al hecho que se hayan vendido a sus jugadores más talentosos para paliar el rojo financiero del club. La pantalla del televisor nos mostraba primeros planos de hinchas llorando, dolidos, casi humillados por el triste presente que vive el club. Confieso que como "bostero" me encantaba la idea de que River descendiera, pero nunca imaginé que se iba a producir semejante descontrol, con destrozos, saqueos, heridos, y enfrentamientos con la Policía. Todo eso ya excede lo estrictamente deportivo. Y el tipo que de verdad quiere a River jamás haría algo así, porque no es un mero revendedor de entradas o un barrabrava sino un hincha más que fue a alentar a su equipo. Lo peor es que ya nadie juega por la camiseta, hay mucha guita en juego detrás de esta debacle. Los derechos de televisación, los sponsors, la venta de las entradas... en fin, todos sabemos que el fútbol es un negocio muy rentable, que juega con las emociones de la gente. Punto final.

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