29 de septiembre de 2024

Última nota del mes: Un período que se nos escapó como agua entre los dedos

 

Esta es la última nota del mes que escribo para el blog. Estaba pensando en todas las noticias que conocimos durante la semana pasada, y lo rápido que transcurrió todo. Mucha información que circula con excesiva rapidez. Para mañana tendré que buscar nuevo material, ya que no hubo demasiado por cubrir durante el finde. Sólo me esfuerzo ante aquello que sé que tendrá repercusión, no vale la pena un emprender un desgaste innecesario para algo que no recibirá mayor atención de parte de los lectores. Pero sea como fuere, cada nota la redacto con el mismo rigor periodístico, buscando siempre ser creativo, para aportar un enfoque diferente. Si todos publicáramos lo mismo, no tendría razón de ser leer una crónica en un medio que hacerlo en otro. Hay noticias que ameritan más desarrollo y profundidad que otras. No se le pueden pedir peras al olmo.

 

El año próximo tendremos elecciones de medio término, y buena parte de la cobertura estará relacionada con la política. Yo creo que habrá un voto castigo importante a nivel nacional, y si el Gobierno no es necio, tendrá que tomar nota de ese giro de 180 grados en la voluntad popular. Todavía es demasiado pronto como para pronosticarlo. Seguramente habrá un núcleo duro que volverá a votar al oficialismo, más por espanto que por convicción. Sienten terror ante el posible regreso de lo que se denomina populismo, y como un acto reflejo, votarán al primer monigote que se ponga en la vereda de enfrente.

 

Mientras tanto, y cambiando de tema, estoy reanudando la escritura de cuentos para mi próximo libro, que aún no tiene fecha de publicación. Tampoco sé cuándo sucederá, porque este año no habrá novedades. Decidí postergarlo porque la crisis que estamos atravesando no ayuda a que la gente desembolse su dinero para comprar un libro. Además, yo debo hacer una inversión para solventar los costos de impresión y demás gastos que demanda una editorial, y si en algún momento lo hago es porque sé que esos ejemplares serán vendibles. No voy a publicar sólo para satisfacer mi vanidad, sino que me interesa que el libro se lea. Ya tomé nota de aquello que debo corregir en cuanto a la difusión, porque cuando tuve la presentación de mi primer ejemplar, en 2022, hubo gente que no estuvo porque no me percaté de enviar invitaciones personalizadas como debería haber hecho. Pero esto es como las fiestas navideñas: No hay que pensar en los que no están, sino en aquellos que sí hicieron acto de presencia porque quisieron compartir ese momento con vos. De manera que yo continuaré dándole forma a los textos que ya escribí, hasta que sean lo más “redondos” posibles, sumado ello a que agregaré uno o dos relatos nuevos. Y cuando todo esté listo, pediré presupuestos para publicar. Si se me hace muy costoso, tendré que descartarlo, pero en tal caso buscaré que esos textos salgan publicados en alguna revista. Mi intención es mejorar la calidad literaria respecto de mi primer libro, y lograr un resultado superador en todo sentido.

Así que, en resumidas cuentas, los meses subsiguientes traerán consigo muchas horas frente al teclado, tanto para reforzar el contenido de mi portal como para ir puliendo los manuscritos que escribí hasta ahora. Con hacer tu trabajo lo mejor posible ya es motivo para quedarse tranquilo, sabiendo que diste todo de vos mismo para que el resultado final sea una crónica que merezca ser leída. Estoy conforme con lo que logré hasta ahora, pero todavía me falta para llegar adonde pretendo. Tengo que aprovechar esta etapa para patear el tablero y consolidarme en otra posición que me sea más provechosa. Reitero que no escribiré para satisfacer mi ego, y en lo que respecta a la literatura, sólo voy a dar el paso de publicar si considero que están dadas las condiciones para poder vender. Acá no se trata de imprimir libros porque sí, si no hay un público que los vaya a comprar. Y hoy por hoy, viendo la situación que estamos viviendo, hay otras prioridades antes que gastar 15.000 pesos o más para llevarse un libro a su casa. Ojalá que el escenario cambie y que la industria cultural pueda recuperarse en todo sentido. Nos estamos viendo pronto. Punto final.  

 


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