28 de noviembre de 2006

Contra viento y marea

Me gusta madurar una idea antes de redactarla. Masticarla y luego expulsarla al cyberespacio, como quien escupe el carozo de un aceituna. El caso es que últimamente me he vuelto demasiado dubitativo para escribir y eso hace que muchos "posts" que tengo en la cabeza nunca vean la luz. Quiero que sepan que, en lo sucesivo, CULTURA LOBOS tendrá otra orientación, y esto está motivado fundamentalmente por la necesidad de tener mayor amplitud en cuanto a los temas, de no estar tan encorsetado a lo que es Lobos. No quiero caer en la tentación en hacer de este blog un estúpido diario personal con observaciones seinfeldianas de la vida cotidiana. Eso ya se ha hecho antes, y mejor. Además no me creo tan importante como para exponer de un modo minucioso todas mis acciones desde que me levanto hasta que me acuesto. En realidad, uno vive con la sensación de que ya está todo inventado, de que es muy difícil lograr un atisbo de originalidad allí donde otro arrojó la primera piedra. Mi intención es otra, y creo que la iré esbozando de a poco. Saber que he podido seguir sosteniendo este blog, luchando contra la apatía y el aburrimiento, y modelarlo a mi gusto y conveniencia. Me siento bien por el hecho de estar escribiendo estas líneas, más allá de que el lector no encuentre en ellas ninguna novedad. Hay, por mi parte, un interés en seguir con esto, como se pueda, y en eso estamos. Creo que eso es lo que puedo rescatar. Que este es el primer blog concebido en Lobos, hasta donde yo tengo noticias, y que he querido hacerlo lo mejor posible. Lamentablemente, incluso para una persona de mente abierta , resulta difícil despojarse de "el que dirán". De los prejuicios y de toda la mierda propia de un lugar donde los jóvenes migran buscando otros horizontes. ¿O acaso nadie se ha notado la cantidad de chicos y chicas mayores de 20 años que viven fuera de Lobos? ¿Ustedes creen que si tuvieran oportunidades de prosperar en su ciudad lo harían? Pues yo creo que no. Y bueno, así estamos. Por la desidia y la inoperancia. Por los intereses mezquinos y sectoriales. Mejor dejo esto acá antes de que se apodere de mi una indignación generalizada.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...