15 de febrero de 2008

Mirándose el ombligo


(Nota: La foto que acompaña este texto es parte de una producción especial publicada en la edición online de The New York Times)
La mano viene así: acabo de leer, en una vieja revista, cuando el crecimiento de los blogs en la Argentina era incipiente, que un blogger alertaba sobre el llamado "síndrome del blog en blanco". Imaginé que se refería a una suerte de bloqueo creativo. No daba  mayores precisiones acerca de qué se trataba, pero no hay que ser demasiado astuto para suponerlo. Crear un blog es relativamente sencillo, al menos uno como éste. Los de Wordpress me resultan más complicados. Sea como fuere, el desafío está, precisamente, en actualizar el contenido periódicamente. 


He entrado a numerosos bitácoras cuyos posts más recientes tienen dos o tres años. Y me parece que lo correcto en ese caso es que el usuario cierre el blog, así no queda como una suerte de testamento digital con sabor a poco. Es una decisión difícil cerrar un blog, desde luego, porque uno invirtió tiempo en sentarse a escribir, elegir la tipografía, los colores, las fotos o ilustraciones que acompañarán cada texto, etc. 

A este espacio solamente le doy difusión por los medios que me parecen propicios. O sea, lo promociono a mi manera, lo doy a conocer en espacios donde sé que alguien se puede llegar a interesar por lo que escribo. No me interesa que por cada texto que escribo reciba 100 comentarios de personas que ni siquiera conozco. Es cierto que alimenta un poco el ego, pero no sé hasta qué punto. Hay gente que no tiene ni idea de lo que es un blog, y no me parece mal. Si no te interesa algo, no tenés por qué prestarle atención. Ahora bien, esa misma gente puede, a su vez, ser lectora de los blogs de Clarín o La Nación, sin saber siquiera que se trata de blogs, o sea, que son presentados bajo esa denominación.
Un blog, a mi criterio, es algo amateur, que uno hace para difundir algo, no para facturar. Obviamente, si alguien le puede encontrar la veta comercial a esto me parece perfecto, te ahorrás de pagar el hosting y todos los gastos que demanda mantener una página web. En fin, es fácil sumar visitas cuando tenés un blog en el cual ofrecés links para bajar música en mp3, o discos completos. Por el contrario, cuando sólo te respaldás por lo que escribís, la cosa cambia.
Los que tengan un blog porque está de moda, no lo van a poder sostener en el tiempo. Los blogueros al estilo Majul me generan serias dudas, dado que siento que se aprovechan del gancho que genera la palabra blog para atraer visitas, cuando en realidad, es una página web común disfrazada. Pero bueno, se trata de seguir adelante, de tener en cuenta las necesidades del otro, pero sin que ello resulte un impedimento para darnos cuenta dónde estamos parados y hacia dónde vamos.

No creas que ya está todo inventado...

Si hay algo que siempre he querido hacer, es ser más selectivo para enfocarme en lo que realmente pretendo alcanzar. El problema es que, par...