23 de mayo de 2010

Crónica de una noche en la discoteca

Anoche fui a La Porteña, y creo que no volveré a frecuentar el boliche por un buen tiempo. La noche lluviosa no eramuy alentadora y seguramente no generó en mí una buena predisposición para recorrer la pista de baile con mis pasitos torpes e improvisados. Pero más allá de eso, me molesta que me empujen, que el piso esté lleno de botellas de vidrio y de vasos plásticos, que la música sea un asco, y que el boliche se llene cada vez más de pendejos. En realidad, debo reconocer que no son ellos los que están desubicados al ir a La Porteña. Soy yo el que debe buscar otra madriguera, porque ya pasé los 30 y cada vez me estoy volviendo más renegado ante determinadas cosas. Cuando uno es adolescente, se banca como un campeón cualquier mínimo percance. Cuando vas creciendo, te volvés menos tolerante. Sobre todo, respecto a la estupidez ajena. Sin embargo, la culpa fue mía, dado que no tenía demasiadas intenciones de ir al boliche pero me parecía que era muy pronto para acostarme a dormir. Sabía que unos amigos irían, y eso me motivó a decidirme. Finalmente, nos encontramos un rato y luego les perdí el rastro. Había tomado poco y estaba bastante fresco, de modo que recuerdo nítidamente lo patético de anoche. Nobleza obliga, debo decir que no salí "de rotation" con demasiado entusiasmo, pero muchas veces surgen planes de último momento y pensé que anoche podría suceder algo semejante. En fin, fue una noche de tiempo y dinero perdido, pero uno de los pocos momentos gratificantes fue cuando empezamos a conversar sobre temas triviales mienras disfrutábamos de unos vasos de Cinzano con soda, mi bebida preferida junto con la cerveza. Es domingo por la noche y estoy cansado (por llamarlo así, digamos). Tengo ganas de irme a la cama ya mismo, pero siempre es una buena ocasión para redactar un post para este blog. De a poco, aunque me cueste, voy a volver al ritmo habitual de actualización. Tal vez sean textos más breves, pero quiero que estas breves apostillas no sean tan esporádicas. Un abrazo, gente, y buena semana!!!!

No hay comentarios.:

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...