31 de octubre de 2011

Malditos dólares!

Como es sabido, la AFIP impuso a partir de hoy una serie de restricciones para la compra de dólares. La ambición por adquirir la divisa no se puede atribuir solamente a "corporaciones", "monopolios", o grandes empresas, como se intenta hacer desde el discurso oficial. Por el contrario, son pequeños ahorristas los que buscan refugio en el dólar y van provocando un "efecto goteo" con la compra de sumas relativamente reducidas, como 1.000 dólares, porque sabemos que la inflación continúa afectando el valor del peso y reduciendo el poder adquisitivo. Ahora bien, un Gobierno que va por un nuevo mandato, que tuvo un respaldo tan contundente en las urnas, no debería tener mayores problemas para controlar las operaciones cambiarias. Dicho de otra manera, este clima enrarecido que se percibe por la incertidumbre de la gente no tiene su correlato con el respaldo abrumador que se le dio a este modelo en las elecciones. De hecho, antes de las elecciones primarias de agosto ya había comenzado a sentirse la fuga de capitales, y el Gobierno volvió a la vieja receta de intentar frenar el valor del dólar con las reservas del Banco Central.

Esto no hará otra cosa que alimentar el mercado negro, los "arbolitos" de la City porteña, y el dólar paralelo. La gente no se va a quedar tranquila en su casa mirando cómo le impiden comprar los ansiados dólares, y buscará la manera de obtener los billetes apelando a las famosas "cuevas". De todas maneras, las medidas que decidió tomar la AFIP no parecen descabelladas, y apuntan hacia un mayor control de la operatoria. No es el mejor escenario para un Gobierno que fue ratificado por la gente con un aluvión de votos, y evidentemente cada uno busca la manera de que sus ahorros se mantengan protegidos de la espiral inflacionaria y la voracidad fiscal. Más allá de esto, no caben dudas de que el dólar se ha convertido en una verdadera obsesión para muchos argentinos, algo que nos remonta a los años ochenta, cuando la especulación financiera fue minando paulatinamente el gobierno de Raúl Alfonsín.

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