1 de junio de 2021

El momento de jugársela es ahora: No hay lugar para más

 Junio de 2021 comenzó con lluvia. Mañana celebraremos un nuevo aniversario de la fundación de nuestra ciudad, que pese a todo lo que hay para corregir y mejorar, es el lugar que yo elegí para vivir. Probablemente si yo no viviera acá, muchas cosas no me importarían, y no sería crítico porque todo lo que sucediera aquí me resultaría ajeno, irrelevante. Pero no es el caso: Llevo 41 años  gastando suelas por las calles de Lobos. Fui censista, recorrí lugares que me parecían totalmente ajenos a la vida pueblerina, conocí gente que no sabía leer ni escribir (eso fue en 2001). Vi al pueblo en épocas de esplendor, de decadencia, con todos los gobiernos. No somos una isla, lo que ocurre a nivel nacional nos afecta directamente, aunque no seamos un polo industrial o productivo de magnitud. Casualmente, hoy se cumple otro aniversario de la creación del Parque Industrial de Cañuelas, que obviamente genera fuentes de trabajo. Algo de lo cual los lobenses estamos muy lejos. 

Una de las razones por las que decidí ser un trabajador independiente, es que me da la libertad de manejarme mis propios horarios, asumiendo la responsabilidad de pasar un mal trago ante cualquier crisis que se produzca. Es lo más lógico, ¿A quién voy a culpar? No tengo jefe, ni estoy subordinado a nadie. Es una elección que hice, pero no es tan simple como parece. Sé lo que es trabajar en relación de dependencia, casi siempre en negro, y ganando poco. En cuanto pude salir de esa dinámica jefe-empleado, tomé el riesgo. Todo lo que sea laburo por encargue, nunca viene mal, como escribir una nota para una revista, o un texto publicitario de lo que sea. Eso se paga, por supuesto, salvo que yo decida hacerlo gratis porque es un amigo o un familiar. 

Pero me estoy yendo de tema: La verdad es que estos 219 años de Lobos nos encuentran en una situación que nos excede y que es de público conocimiento. Pero ello no impide que se siga avanzando en gestionar, obra pública, salud, educación, y todo lo que hace al progreso de una ciudad. Si viene un Ministro de la Nación, hay que aprovechar la oportunidad para hacerle saber pedidos concretos, y no sólo posar para la foto. Ya tuvimos la visita de dos de ellos: Daniel Arroyo (Desarrollo Social), y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). De qué se habló en la reunión con el Ejecutivo, es un misterio. Lo concreto es que otra vez vimos pasar de largo el tren. A la gente no le interesa que un determinado funcionario sea de otro partido político. El día que entendamos esto, las cosas van a cambiar, como están cambiando en Roque Pérez o Saladillo, dos localidades que crecieron muchísimo en los últimos años y que tienen menos población que Lobos. De hecho, están recibiendo más plata de la Gobernación que nosotros. $ 22 millones que entregará Kicillof es muy poco para todo lo que tenemos pendiente en materia de obra pública. Algún día, cuando se dejen de lado las mezquindades políticas, quizás lleguemos a un mejor puerto. A ver si entre todos podemos salir del chiquero, y no seguir revolviendo el mismo barro una y otra vez.

Nos estamos viendo pronto, tenemos 6 meses por delante. Punto final. 

  

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