3 de marzo de 2023

Asomó marzo, y por fin pude retomar el contacto

 (Sepan disculpar los errores de tipeo)

Viernes 3 de marzo. Realmente hacía tiempo que no posteaba algo nuevo por aquí, siempre suelo hacerlo en el comienzo de cada mes y luego le voy dando 
una continuidad, pero estuve abocado a resolver problemas meramente burocráticos de mi obra social, que ya son casi una constante. Y por otra parte, padecí muchísimo el calor. Rara vez me quejo de un fenómeno climático, o trato de no hacerlo. Pero en este caso me superó. Ayer se cortó la luz en casa desde las 14:30 (aproximadamente) hasta las 17 hs. Antes de hacer un reclamo a la empresa, solemos revisar bien que no haya saltado la térmica o algo parecido. Los vecinos de mi cuadra tenían suministro, lo cual no hizo más que acrecentar mi indignación y la de mi familia. Al parecer fue una avería en una "fase". Hay un transformador en la esquina, y la falla hizo que algunos tuvieran luz y otros no, como si se tratara de un sorteo de lotería.

Como dije en alguna oportunidad, cuando me siento a escribir intento no repetirme, no utilizar las mismas palabras y no referirme a hechos que ya todos conocen. Bueno, pese a todo, ayer tenía que continuar haciendo mi rutina dentro de lo normal. Cubrí notas, reclamé ante la empresa por supuesto, te piden 20 veces el número de NIS y también el número de reclamo, toda información que fue aportada en los contados casos que logramos comunicarnos con el 0-800, porque el WhatsApp, además de ser totalmente impersonal, se tildaba o no sé qué. También me parece un poco egocéntrico referirme a una situación que en este contexto  padecemos el común de los lobenses. 
Por lo tanto, estos días sirvieron para recapitular, para iniciar lentamente el proceso de cobranza de los clientes que aún no terminó, para mostrarme empático y sonriente ante gente que no me merece el menor respeto. Me refiero a los que se creen el emblema del éxito: Fui hipócrita con ellos del mismo modo que ellos lo son conmigo. Cubrí la sesión inaugural del Concejo Deliberante, que carece por completo de interés excepto para los propios legisladores y un grupo de funcionarios o militantes. A grosso modo, el 1 de marzo no habría más de 100 personas en el recinto. Pero hay que estar, siempre hay que estar. Al fin y al cabo, no fue más que un trámite que entre discursos y algunos aplausos, no llevó más de 40 minutos. Llegué tarde porque pensé que, como es habitual, no iba a comenzar a horario, y además estaba finalizando de escribir una nota. Pero habré llegado con 8 minutos de demora, según pude constatar posteriormente. Ayer fui a a un acto organizado por el Movimiento Evita en el Barrio Hipódromo, todos sudábamos la gota gorda porque el sol pegaba de lleno y se resistía a darnos un respiro, pero no me importó. Fui, lo hice, desgrabé algunas cosas, transmití un video en vivo por Facebook, y cumplí. Por eso, estimados amigos, insisto que aunque sea un "lugar común" renegar contra el calor y las posibles consecuencias que puede traer a la salud, hay que seguir laburando. Mientras tenga luz en mi casa y algún ventilador, me la tengo que bancar. Lo irónico de todo esto es que ni siquiera le podemos echarles la culpa a los políticos, o a un determinado Ministro (excepto por el apagón de la central nuclear Atucha I). 

Reflexionar sobre la gente que la está pasando peor que vos no debe tomarse como un consuelo estúpido o consuelo de tontos. Por el contrario, sirve para contrastar realidades y comprender que muchos convecinos, seguramente, están atravesando el déficit de una calidad de vida que yo poseo y ellos no, pese a que carezco totalmente de grandes lujos como expresé antes. Y aunque no vaya a ser nunca dirigente político, estoy dispuesto a visibilizar esas realidades y esas disparidades porque todos tenemos derecho a una vida digna, a descansar después del laburo, a llevar el pan a la mesa. 

Mientras haya yerba y mis horarios lo permitan, seguiré tomando mate como casi todos los días, pese a que me sigan hablando de las bondades del tereré. El mate se toma caliente, y punto. Claro que la graduación de la temperatura del agua es a gusto del consumidor, según la pava o el termo que utilices. Es ilógico matear cuando estás con 36° C y tu habitación parece un sauna, pero siempre hay una ocasión. Nos estamos viendo pronto, espero que sea así. Punto final. 

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