1 de octubre de 2023

Un buen comienzo

Cada 1° de enero, uno piensa: “No quiero que este año se me escape, quiero hacer esto o lo otro”. Bueno, la realidad es que los meses van pasando, y en determinados casos podemos conseguir una mínima meta, pero en líneas generales nos vamos conformando con poco. ¿Por qué? Porque ya sabemos de antemano que pusimos una vara muy alta para lo que somos capaces de hacer. Reflexiono sobre esto, porque quedan dos meses para que termine 2023. No sé qué análisis hacer desde el plano personal, recién en este momento me estaba percatando de eso, y en lugar de hacerlo tan rebuscado habría que pensar menos y hacer más de aquello que nos propusimos. Habrá hechos que me quedarán grabados en la memoria, pero que no tienen que ver conmigo, sino con circunstancias que nos tocó vivir a niel país. No me gusta divagar en demasía sobre el paso del tiempo, en principio porque ya lo he hecho muchas veces, y además no se llega a ninguna conclusión. No obstante, si uno hace un registro al estilo de un “diario íntimo”, y lo lee un año después, seguramente encontrará perlitas de las cuales ni siquiera se acordaba.

Ahora bien, imaginar lo que pasará después de las elecciones, sinceramente da miedo, del mismo modo de lo que pueda suceder en los días previos. Hay que tratar de mantener la calma, lo cual no es nada fácil cuando el avión entró en una turbulencia y los pasajeros están en el medio del vuelo sin saber si llegarán a destino sanos y salvos.

La capacidad de crear, de innovar, es para mí lo que nos rescata de un inminente naufragio. No significa que ganes más plata por eso, pero tu mente funciona. Tiene ideas, proyectos. Sabe barajar los pro y los contra. Supuestamente, establece un orden de prioridades, más allá del consumismo y del marketing que nos impone la publicidad. Pero hay un componente emocional, sin duda, de lo contrario nuestro cerebro sería una computadora, una mera máquina de calcular. Lo podés ver con un ejemplo simple: Hay películas que te hacen llorar, porque te conmueven y tocan tus fibras más íntimas, y hay otras que buscan hacer reír porque son comedias. A veces, el absurdo y el ridículo causan gracia sin que sea el objetivo buscado. Debemos aprender a no ser tan duros y exigentes con nosotros mismos, darnos la chance de cagarnos de risa de nuestros errores o metidas de pata, excepto que se vuelvan demasiado humillantes. Hay de todo para sumar al anecdotario.

El problema está cuando la gente se convierte en un espejismo de lo que solía ser. Puede que vos no te des cuenta, pero los otros sí. Todo ello se vuelve una verdadera carnicería para los programas de chimentos y los tabloides al estilo The Sun, que existen en todas partes del mundo. Es erróneo pensar que sólo en Argentina consumimos TV basura. Esos formatos están en todos lados porque tienen como target un público determinado que hace foco en la caída en desgracia de grandes figuras, no de ilustres anónimos como vos y yo. Bah, ya ni siquiera son grandes figuras, sino personajes que cobran notoriedad por medios bastantes variopintos. Precisamente, la diferencia sea esa: Los yanquis sacan al sol los trapitos de gente más o menos conocida del jet set, no "construyen" personajes mediáticos.

Cualquier persona proyecta una imagen subjetiva, porque uno te podrá ver como un tipo macanudo y de buen humor, y otro como un cínico descarado. Lo único que no se puede controlar es la percepción de los demás, y claramente no sería bueno que sucediera. Habrá gente que nos diga "qué bien que estás", pero si nos sentimos para el culo, ese elogio no nos importará en lo más mínimo. ¿Y cuando pasa al revés? Sería así: Alguien que nota algo perjudicial o preocupante en vos te lo dice, pero si vos estás convencido de que no hay motivo para alarmarse ante eso, no le darás bola tampoco. En cualquier sociedad abunda la envidia y la competencia de por lo cual hay personas que están esperando que vos caigas para verte morder el polvo. Por suerte estos últimos casos no son mayoritarios, y si lo fuera, hay que “blindarse” contra ese clima asfixiante, porque una virtud clave en la vida es la templanza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


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