17 de febrero de 2024

Todo reencuentro merece ser placentero

Esta nota significa un reencuentro con los lectores, pocos pero fieles. Por fin pude volver a escribir un nuevo texto en el blog, luego de varios días en los que no me fue posible, por distintos motivos. Tengo un gran cansancio físico y se me dificulta dormir bien, pero sigo en carrera: No es un argumento que se pueda esgrimir ante la necesidad de cumplir con el laburo y con todo aquello que me gusta hacer. 

Hoy me espera un día particularmente complicado en caso de que no llueva, porque hay muchas actividades -la mayoría, diría yo- programadas al aire libre. Trataré de cubrir todo lo que sea necesario, y brindar variedad de material a quienes visitan mi portal de noticias. Pienso que se me tornaría aburrido dedicar un sitio en Internet a hablar exclusivamente de un tema, como Política o Deportes. Mi objetivo ha sido siempre tener amplitud de contenido. Y si durante todo este tiempo he publicado pocas notas relacionadas al deporte, es porque no frecuento estadios ni canchas de fútbol. Soy consciente de mis limitaciones y no es cuestión de escribir boludeces porque sí: La credibilidad de un medio se construye con la rigurosidad de la información que ofrezca. 

Como no tengo un equipo fotográfico profesional, de cada 10 fotos que saco, por lo general hay una o dos que puedo rescatar, para luego ilustrar una determinada nota. Pero lo notable es que el público valora la calidad de las imágenes, es uno de los pilares que la gente suele mencionar en los comentarios de las redes. Si tenés que hacer un retoque digital a una foto con algún software, no siempre el resultado es superador, por lo tanto es mejor conservar esa instantánea tal como salió en el momento, aunque la calidad o la nitidez no sean óptimas. 

 El problema es que si te ponés muy minucioso, no terminás más: El texto casi siempre lo concluyo antes, y hecho esto lo que queda por delante es elegir toda la parte fotográfica. Si hablamos de eventos o espectáculos que llevan varias horas, como el desfile del pueblo, podés darte una idea más precisa sobre lo que pretendo expresar. Es un error confiarse demasiado en la cámara del celular, por moderno que fuere. Por eso, en el bolso nunca falta una cámara pocket que más de una vez me ha salvado las papas del fuego. 

Y otra cosa más: Muchos no te lo van a decir abiertamente para no quedar como estúpidos, pero es bastante normal que te olvides de llevar el grabador, que lo lleves y se quede sin pilas en medio de una entrevista, o todo tipo de desperfectos que te puedas imaginar. Son gajes del oficio más comunes de lo que parecen. Pero bien podríamos coincidir, en que esos imponderables te llevan a ser más previsor, entonces ya en algún lugar del bolso te acostumbrás a llevar unas pilas de repuesto, por las dudas. Que, a decir verdad, se ha vuelto sumamente costosas. Nos estaremos viendo pronto. Punto final.  


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