17 de mayo de 2025

Fiestas populares

 

Está bien que hagan la Fiesta del Alfajor, de la Miel, o de la Empanada, pero los lobenses no nos podemos quedar solamente con eso. Hay que darle volumen a esos eventos para que tengan proyección regional, y para eso es necesario llevar adelante una campaña de promoción como la que tiene la Fiesta de la Cerveza en Uribelarrea. Se podía utilizar el predio del Estadio Municipal para otorgarle un valor agregado y conseguir que estas fiestas populares resulten más convocantes. No hay un techo para crecer, es cuestión de pensar qué perfil queremos darles a estas iniciativas para que trasciendan lo meramente local. No es imposible, y para lograr un posicionamiento es necesario instituir una fecha que se mantenga fija todos los años, que sea algo que la gente espera, y que haya artistas de renombre para el cierre. Seguramente contratar a cantantes como Abel Pintos o Soledad implica un gran desembolso de dinero, pero lo que se gasta para otros fines dentro del presupuesto municipal también es de una magnitud notable. Por lo tanto, sería cuestión de establecer prioridades.

 

Los primeros años, al menos, la entrada debería seguir siendo gratuita, y más adelante se puede evaluar si conviene cobrar un dinero para el acceso. Todo ello se resuelve con una planificación adecuada, porque si realmente lo que nos interesa es obtener mayor convocatoria, hay que destinar una suma para la difusión en los portales o en los medios de prensa que sean más convenientes. Tenemos un Parque que cuenta con una infraestructura ideal para espectáculos al aire libre, y sería una pena no aprovecharlo para ese fin. Así como todos los años se realiza Rock al Parque, se puede montar un escenario para que lo ocupen artistas reconocidos del folclore o del género musical que se quiera. Para avanzar por fuera de los límites de Lobos se requiere de un evento que tenga características distintas a lo ya conocido, que sea de un costo accesible para el público, y que cuenta con una oferta gastronómica de calidad. Así como las Olimpíadas del Salado movilizaban a muchos visitantes durante 4 días, no hay motivos para pensar que no se pueda alcanzar esa repercusión con una fiesta que dure un fin de semana. 


Hace varios años, teníamos la Fiesta del Pescador Deportivo que se llevaba a cabo en la Laguna, y que tenía muy buenos números artísticos. Realmente desde la organización se hacía un esfuerzo para dotar a esas jornadas de un atractivo que fuera más allá de la pesca. Ya de por sí podemos afirmar que la Laguna es el principal punto turístico que tiene Lobos.


Para que un festejo sea considerado popular debe atraer al público, eso es obvio. Y para sumar voluntades se requiere que sea atractivo. En cuanto a la parte artística, se puede pedir a la Provincia que subsidie su contratación, o que envíe a aquellos que ya tiene contratados. Hay que atajar todos los frentes, implementando estrategias para evitar que resulte un fracaso anunciado. Y se hace imperioso reformular propuestas ya conocidas. Por ejemplo, el desfile por el aniversario del pueblo ha perdido parte de su brillo porque se ha vuelto excesivamente largo, y el paso de las delegaciones insume mucho tiempo. Ante esa situación, por supuesto que no se le puede prohibir a nadie desfilar, pero quizás se podría hacerlo con delegaciones más reducidas para que fluya de un modo más ágil. No sé por qué estoy hablando del desfile, probablemente sea porque es inminente, pero lo cierto es que los vecinos que se concentran a ambos lados de la calle Salgado lo hacen porque esperan ver pasar a algún familiar o conocido, no hay otro motivo válido que incite a la gente a permanecer varias horas esperando allí. Si un evento no consigue despertar interés, se convertirá en una cáscara vacía, un artificio que no tendrá el acompañamiento popular que se necesita para apostar a futuro. Si logramos que tengan un acento zonal o regional, estaremos más cerca de que los turistas lo sumen a su agenda. Es algo parecido a lo que pasa con el Desfile de la Tradición, un espectáculo pintoresco por las numerosas peñas que participan pero que requiere de una promoción que permita llevarlo a otro nivel. El Municipio trabajó muy bien para la promoción turística de la temporada de verano, y ahora que esa etapa concluyó, hay que redoblar los esfuerzos para conseguir que Lobos siga siendo tenido en cuenta como una opción interesante. Si a la Fiesta del Alfajor y tantas otras más se le otorga mayor presencia dentro de las actividades que promueve la Provincia, el resultado será la consolidación de todo lo que se vino haciendo desde el comienzo.

 

Muchos eventos culturales empezaron siendo de dimensiones pequeñas y han ido creciendo en la consideración del turismo hasta superar todas las expectativas, como es el caso de La Noche de los Almacenes en Roque Pérez. Nuestra ciudad tiene una buena oferta gastronómica, ahora lo que hace falta es cuidar el bolsillo del turista con precios accesibles y reforzar la oferta cultural para que, en su visita, cada uno pueda encontrar atracciones para hacer más amena su estadía. Si se empieza a trabajar para sumar artistas consagrados, la gente responderá favorablemente, porque brindar un show profesional en vivo rinde muy bien en términos económicos. Y ante esta posibilidad, hay que entender que si no se invierte dinero no se puede esperar que el movimiento sea favorable a las arcas municipales. Los food trucks, o los patios de comidas, sí pueden ser una fuente de ingresos si se le cobra a cada emprendedor un canon por su uso y explotación. También se puede cobrar por el estacionamiento a beneficio de alguna institución de bien público, pero si se cobra una entrada, debe ser con precios populares. No es lógico atacar el bolsillo del visitante antes de que ingrese al predio, porque eso desalienta todo el consumo que se pueda hacer allí. Por supuesto, la idea es que el Municipio no pierda plata, pero tampoco se puede pensar en obtener una ganancia extraordinaria en las primeras ediciones. Hay que pensar en el futuro, porque los beneficios económicos a veces tardan en llegar. En la medida que el turista gaste dinero en el pueblo, esa erogación se trasladará hacia diferentes sectores: Hotelería, gastronomía, esparcimiento, y podría seguir enumerando. Ojalá que podamos dotar de otro perfil más ambicioso a estas propuestas que emergen de un día para otro y que merecen una continuidad. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

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