19 de febrero de 2006

¡CAMBIEMOS DE CANAL!


Sabido es que la televisión abierta en la Argentina es poco menos que patética, pero el paupérrimo nivel de sus producciones llega al paroxismo durante los meses de verano. Y ni siquiera sugieran que no estábamos ansiosos de ver nuevamente en la pantalla a Los Tres Chiflados, El Chavo del Ocho, o El Superagente 86, porque en realidad sí lo estábamos, sólo que no nos damos cuenta... hasta que un grupo de directivos nos hizo ver la luz.
Lo cierto es que las repeticiones de ciclos que tuvieron algún grado de repercusión años atrás se suceden sin solución de continuidad, y esto -intuye uno- debe irritar sobremanera a los que carecen de TV por cable y deben contentarse con los cinco canales abiertos.
Todo es asqueroso, cursi, chabacano y de mal gusto, y uno quisiera hacer alguna excepción, para no caer en una generalización que puede conducir a caminos poco edificantes, pero en rigor de verdad resulta harto difícil encontrar un programa que valga la pena.
Por supuesto, "sobre gustos no hay nada escrito"... podrá decirse, y todos los atenuantes que se les ocurran.... algunos programas son lisa y llanamente aburridos, otros carecen de contenido, otros son más de lo mismo, y otros son películas de calidad aceptable y que bien podrían saciar el apetito del cinéfilo, pero el doblaje suena tan estúpido y forzado para estas latitudes que se pierde todo el encanto de la cinta original subtitulada.

Cuando tenga más tiempo - y ganas- dedicaré unas palabras a los noticieros, que son francamente deplorables, pero no quiero aburrir al lector con reflexiones que ya habrá leído o escuchado antes. Sólo diré que me gusta el "Telediario" (noticiero de la Televisión Española), por la sencilla razón de que los presentadores se limitan, justamente, a presentar las noticias, sin emitir juicio de valor alguno sobre el material que el televidente va a ver. Cuesta hacerse la idea de un noticiero de estas características, acostumbrado uno a ver a los opinólogos de turno como Guillermo Andino en Canal 2, metiéndose en cualquier tema sin ningún pudor, pretendiendo abordar cuestiones que ignora por completo. Pero tras un par de veces de ver el "Telediario", uno descubre la diferencia entre un auténtico producto informativo y una vomitiva parodia amarillista-sentimentaloide pródiga en golpes bajos y el nunca bien ponderado "show de goles", que da cuenta de todos aquellos tantos convertidos por futbolistas argentinos durante el fin de semana, tan tedioso como innecesario.

Cayéndose a pedazos

  Nos estamos cayendo a pedazos. Más allá de lo desastroso que es el gobierno de Milei, y que salta a la vista, hay otros aspectos a conside...