24 de diciembre de 2008

Post del 24 a la noche...

No sé si éste será el último texto de diciembre, pero tampoco esperen nada especial, sólo un par de reflexiones acerca de un año que ha resultado desastroso para la clase media y que profundiza es desgaste de los ingresos (ahora que lo pienso bien, debería haber redactado este post más cerca de fin de año, pero bueh...es lo que hay).

El país estuvo paralizado casi cuatro meses por el conflicto con el campo. Yo no me pongo en el lugar de nadie, ni de parte del Gobierno ni de parte de los productores. Pero lo concreto es que la actividad económica cayó en todas sus manifestaciones. Hubo mucha convulsión social, rumores de corrida bancaria. El dólar bajó abruptamente, por un capricho del Banco Central, y llegó a estar a $ 3,04 cuando hoy está $ 3,44 (imagínense la diferencia que se hicieron los especuladores de siempre). 

En lo que a mí respecta, qué puedo decir: Cuando un año está por concluir, trato de no hacer "balances", o sea, las típicas reseñas mentales que a veces nos dejan mal parados, con más cosas en el "debe" que en el "haber". Pero digamos que es casi inevitable pensar, porque hay momentos de tu presente que te remiten irremediablemente a ese año nefasto que querés olvidar. Por supuesto, uno siempre se consuela pensando que hay gente que la ha pasado peor que nosotros, e imagina casas arrasadas por tempestades, huracanes y tormentas. Pero es un recurso demasiado burdo a esta altura del partido, y no se obtiene ninguna satisfacción en lo personal por el hecho de que otras personas hayan estado peor.

Quizás lo mejor, para preservar nuestra salud mental, sería hacer de cuenta que este 2008 no existió, o tratar de ejercitar la "memoria selectiva" para recordar acontecimientos gratos, como los Juegos Olímpicos.
Se viene un año complicado, y no sé cuántos estarán en condiciones de ponerle el pecho a la situación. En la Argentina Siglo XXI, nunca podemos decir: "lo peor ya pasó", no vaya a ser cosa de que aparezca algo que nos haga caer todavía más bajo.

No hay comentarios.:

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...