17 de diciembre de 2008

Todo llega... (filosofía barata)


Llegará el día en que alguien se dirija a vos tratándote de "Usted", o diciéndote señor...
Llegará el día en que descubras tu primer cabello blanco mientras te estás afeitando frente al espejo (ya sé lo que van a decir, a algunos les resultará un detalle menor pero es el comienzo de la decadencia)... y no tardará mucho en aparecer una incipiente barriga en lo que antes era un abdomen de fisicoculturista...
Llegará el día en que tus padres te empiecen a decir "por qué no te buscás un laburo", y no te olvides de ponerte traje y corbata para ir a tu primera entrevista, que será tu primera experiencia en estas lides hasta que comprendas que cuando te dicen "te vamos a tener en cuenta" no es ni más ni menos que un modo elegante de sacarte de encima...
Llegará el día en que tus pulmones y tu hígado comiencen a acusar recibo de años de excesos y efervescencia juvenil, y que te preguntes si no tendrás que comenzar a replantearte tu estilo de vida...
Llegará el día en que tus padres, por la sentencia irrebatible de las leyes biológicas, no estén más a tu lado, y te encuentres más sólo que nunca...
Llegará el día en que tendrás que tomar decisiones que van a condicionar tu futuro, y quizás dentro de esa maraña de contradicciones se esconda la decisión más difícil de tu vida...


Asimismo, un día comprenderás que los amigos de la infancia o de la adolescencia son sólo un recuerdo. Nos une a ellos un pasado en común, es el único vínculo. La amistad, al no cultivarse, ya no existe. 
 
Llegará el día en que te darás cuenta, como me di cuenta yo en su momento, de que has dejado de ser un adolescente y la sociedad burguesa te reclamará que trabajes, formes una familia, tengas hijos, una casa en un barrio de clase media y un auto. Y si es posible, un diario bajo el brazo los domingos, para "mantenerte informado" de la corrupción y la vergüenza que te sorprende al recorrer cada página dela historia cotidiana de esta Argentina desquiciada mientras vos tratás de sobrevivir y trabajás 12 horas por dos mangos, mientras la inflación carcome tus ahorros (si tenés la suerte de poder ahorrar). Ahora sí, bienvenido al mundo real.

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...