22 de febrero de 2009

Domingo de lluvia

Al fin, el alivio. La lluvia, reclamada por unos y otros, asomó ayer sábado en Lobos y continuó en la madrugada de hoy. Las voces apocalípticas presagian que en marzo "explota todo": todo tiene un límite, y un cóctel de tarifazos, piquetes, crímenes impunes, y dólar por las nubes puede resultar fatal. El peronismo siempre se jactó de manejar el pulso popular y saber hasta dónde tirar de la soga del pueblo, veremos qué sucede esta vez.
Música recomendada para un día como hoy: Rolling Stones, "Sticky fingers" (1971), Phil Collins, "...But Seriously" (1989), Eric Clapton & B.B. King, "Riding with the King" (2000).  No pude comprarme el último CD del gran Bruce Springsteen porque su precio en las disquerías supera holgadamente mi presupuesto, alguna vez será: el nuevo disco se llama "Working on a dream" y a juzgar por los temas que tuve oportunidad de escuchar, parece bastante bueno.


Cambiando de tema: La publicidad rodante se me está haciendo insoportable, cada vez me banco menos a los que anuncian ofertas, rebajas en una tienda, la llegada de un circo, un festival de rock, etc. Lo mismo cabe para los bailes, clases de zumba, y jodas de toda índole que se realizan en las inmediaciones de mi vivienda y arruinan mi salud auditiva con este pastiche centroamericano de la peor calaña. Pero no voy a caer en el hartazgo de renegar contra el reggaetón, ya una vez di mi punto de vista y no por eso voy a esperar que los demás cambien. La diferencia con la década del '70, por ejemplo, es que la música disco estaba pensada obviamente para los boliches, pero también era digna de ser escuchada fuera de los locales nocturnos.


¿Qué tal si volvemos a 1985, cuando el rock nacional irrumpió en las discotecas y el pop internacional había alcanzado su punto más alto en la difusión radial? Sería un ejercicio interesante que, en lugar de analizar los hechos en retrospectiva, de alguna manera pudiéramos ser protagonistas, aun cuando el pasado sea irreversible. Punto final. 


Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...