22 de febrero de 2015

Domingo frío y soleado

Domingo al mediodía en la ciudad. No sé si son mis escasos ingresos, pero me parece que cualquier electrodoméstico está carísimo. Te dejan los folletos abajo de la puerta, o en la reja, y ves que no podés comprar nada, ni siquiera remotamente. Por ejemplo, una notebook como la que estoy usando mientras redacto estas líneas, sería imposible que la pudiera reemplazar por otra más moderna. Por las dudas, me he acostumbrado a hacer "back up" de casi todo lo que considero importante. Cuando la compu deje de funcionar algún día, por lo menos podré recuperar la información que me resulta relevante. 

Dediqué varios posts al caso Nisman, y si bien lo hice con convicción, luego sentí que era al pedo. Porque creo que nunca se sabrá quién fue (o fueron) los culpables. Ojalá que me equivoque. Vivimos en un país con una larga tradición de impunidad, de jueces "garantistas", y lo más preocupante es que muchos abogados que consulté aún no han leído el Código Civil que entrará en vigencia en agosto de este año. Uno puede entender que son cerca de 3.000 artículos los que lo componen, pero se dedican a eso, ¿no? ¿O solamente a divorcios y sucesiones?

Del mismo modo que hay periodistas que constituyen una deshonra para la profesión, hay abogados, médicos, arquitectos, y mucha gente que se cree que luego de egresar de la Facultad su responsabilidad ante la sociedad está cumplida. Flaco, la universidad pública te pagó los estudios no para que te compres un Audi, sino para que devuelvas algo de lo mucho o poco que aprendiste a la sociedad. Pero como es más fácil meterse en política que ponerse a resolver los problemas acuciantes, las cosas no funcionan. Si el político (o funcionario) sirviera para responder las necesidades del pueblo, cosecharía muchos más votos y reconocimiento que el mediocre y mezquino. Pero ya lo dijo Fito Páez: "es esta puta ciudad/todo se incendia y se va". Entonces aparece un "iluminado", un "salvador", una suerte de líder mesiánico, y la gente lo sigue. Lo peor es que después nadie se hace cargo. Por eso, pensá bien antes de meter el sobrecito en la urna. Buen domingo para todos! Punto final.

"No me sueltes la mano", dijeron los senadores

Viernes por la tarde en la ciudad. Estoy tranquilo, pero también somnoliento, así que procuraré escribir lo que tengo en mente. Observo que ...