San Valentín que se cague

Dentro de unos días, siguiendo la tendencia de los últimos años, se celebrará en este culo del mundo el Día de San Valentín. De más está decir que esta fecha persigue, en los hechos, un mero fin comercial, y que por algún capricho ha sido llamado "El día de los enamorados". Ironías del destino, mientras escribo estas líneas en la cocina de mi casa, suena por la radio una balada de Bon Jovi (concretamente "Always", y el locutor se encarga de mencionar que el tema fue número 1 en 1995). Y uno se pone a pensar qué ha sucedido para que todo parezca tan chato, aburrido y mediocre. Porque si la TV de "Prime Time" es decadente, en la temporada de verano lo es aún peor. Y la radio no se queda atrás, con sus estudios en Mar del Plata o en algún lugar donde haya "sol, arena y mar". Por supuesto que esto podrá sonar como el descargo de un resentido que no pudo irse de vacaciones, pero en mi defensa debo recordar que luego de 16 años volví a sentir el agua del mar por un día, el viernes 23 de enero del corriente. Y es lo que hay, podría haber estado más días (para qué negarlo), pero más tarde o más temprano te podrís de la gente y de todo. 

Lo que te salva es leer un buen libro, descubrir a Soriano, Arlt, o Cortázar, ver una película de calidad, y es entonces cuando te olvidás de que los mosquitos están haciendo estragos. Me hace acordar a una canción del grupo Vivencia, que se llama "En mi cuarto" (creo que debe ser el único hit que tuvieron). Y es así, entre cuatro paredes tenés tu lugar, por eso la gente se desespera, con razón, cuando pierde su vivienda por una hipoteca o por algún desastre natural. Es así, la casa es lo primero. Y no importa si vivas con tus viejos o no, lo importante es tener tu lugar, como sea, para las cosas que te alejan de lo cotidiano. No podemos vivir todo el tiempo sin saber qué pasa en el país, y menos aún yo que soy periodista. Pero llega un punto en que descubrís que sólo encontrás sosiego en lo esencial. Hay cosas que sorprenden. Por ejemplo, yo no doy un peso por Andrés Calamaro, pero su último disco está bueno. O no frecuento los sitios de videos online como Youtube, pero a veces te sirven para cagarte de risa un rato. La vida es un viaje, bienvenidos al tren. Punto final.