27 de agosto de 2019

Fin de mes complicado para la clase media

Estamos a fin de mes. Un trance que se ha vuelto angustiante para el asalariado o el pequeño monotributista como es mi caso. Muchas veces tenés que tomar decisiones poco gratas, tanto para vos como para los demás. En el contexto que estamos viviendo, priorizar las necesidades básicas hace que todo lo demás ocupe un segundo plano. Y en épocas de bolsillos flacos, es lógico que te sientas mal por no poder tomar un café, comprar el asado del domingo, o lo que fuere. La transición que estamos viviendo hasta las elecciones traerá consigo otra, que es cuando asuma el nuevo Presidente. El macrismo, que renegó enfáticamente del populismo, se ha visto obligado a tomar medidas de ese tenor para evitar un estallido social, algo que no estaba tan lejano como muchos suponían. Se acordaron tarde de gobernar, con estos paliativos que duran tres meses y que no quisieron implementar en tres años y medio. Encima, por el congelamiento de los combustibles, ahora hay un litigio abierto con los gobernadores de las provincias que producen petróleo. Pienso que a la mayoría de los que estamos ajenos a la especulación financiera nos fastidia que todo gire en torno al dólar, el riesgo país, Wall Street, el valor de las acciones. Si apenas podemos comer y pagar la luz, poco nos importa algo que está totalmente fuera de nuestro alcance. Y cada vez más vecinos tienen que recurrir a prestamistas y usureros porque las tasas y los requisitos para solicitar un crédito en el banco están a años luz de las posibilidades del ciudadano promedio.

No obstante, yo respeto a quienes se manifestaron el sábado en las plazas a favor del macrismo. Es la democracia, el ejercicio de un derecho que nunca debimos haber perdido. Quieren convencerse a sí mismos de que pueden revertir el resultado adverso de las PASO, y pretenden convencer al resto para votar nuevamente al oficialismo. Esto último no me agrada, si ellos quieren continuar con este modelo que lo expresen en las urnas, pero no tengo la menor intención de que alguien me quiera convencer de nada en tal sentido. Siempre he sido independiente, no tengo filiación política alguna, por lo tanto mi voto no es cautivo ni mucho menos. Está bien lo que hicieron si creen genuinamente que tienen alguna chance, pero deberían haberse acordado antes de que este escenario podía suceder. Como ocurre siempre, en casi todos los sentidos, la Argentina atrasa 10 o 20 años, demasiado como para que nos creamos líderes mundiales por haber sido sede del G-20. Punto final. 

Crónica de una sociedad en ataque de nervios

Comenzamos la semana. Ayer saltó la térmica y media casa permaneció a oscuras mientras intentaba escribir estas líneas. Así que tuve que int...