8 de agosto de 2019

Un mínimo descanso hasta las elecciones del domingo

Hola, amigos. Francamente me encuentro cansado, me gusta lo que hago pero llega un punto en que necesitás bajar un cambio, algo que supongo que haré después de las elecciones. Lo que pasa es que uno tiene compromisos contraídos con los partidos políticos que hicieron un aporte económico en la campaña. Me refiero a darles un espacio, NO meramente a hacer propaganda por uno u otro. Creo haber cumplido con la palabra empeñada y que nadie me pueda hacer un reclamo por no estar conforme. Por momentos he llegado al límite de mis fuerzas, y además del desgaste que te genera, te pone de mal humor, algo que suele padecer tu familia que te apoya y te banca. Esto sucede porque necesitás hacer catarsis: si no expresamos nuestras emociones y la indignación que a menudo nos subleva, nos estamos tragando el veneno.

A veces creo que los seres humanos idealizamos demasiado. Un caso típico son las anécdotas que se repiten en cualquier reunión. Seguramente los hechos que narramos, en el momento que ocurrieron, carecieron de toda importancia y hasta puede que hayamos pasado un mal rato. Sin embargo, el tiempo pasa tan rápido que vamos "maquillando" ese pasado para hacerlo más agradable a nuestros ojos.  Los argentinos somos particularmente nostálgicos. Mucha gente se aferra a determinados momentos de nuestra ajetreada historia para suponer que "todo tiempo pasado fue mejor". Yo rescato algunas cosas que hemos logrado como sociedad, tal es el caso de los avances en la medicina, en la investigación y en la tecnología. Por supuesto no hay que olvidar que vivimos en el Tercer Mundo y quizás por eso aquí todo llega tarde, desde los medicamentos hasta las maquinarias. Pero aún así, con todas esas contras que acabo de mencionar, insisto en mi idea de romper con el pasado que te esclaviza o te mantiene cautivo. Por mucho que nos esforcemos en recrear un escenario que nos remite a un  mundo en apariencia ideal, no tenemos la máquina del tiempo, y si así fuera, nos daríamos cuenta de que no tiene sentido mirar hacia atrás.


 Muchas veces suele decirse que una persona tiene "toda una vida por delante", lo cual indica que es relativamente joven y que tiene varios años por vivir. Pero inclusive si yo fuera un anciano, trataría de encontrar algún  motivo para que valga la pena estar en este mundo, más allá de la vejez y de los achaques. Claro está que cuando más cerca estás de partir de esta vida, empezás a darte cuenta del camino recorrido, que pudo no haber sido el que quisiste, pero sí el que elegiste. Punto final.

Las Olimpíadas que no veremos

  Parece ser que este año, el Municipio tampoco realizará las Olimpíadas de la Cuenca del Salado. Ningún funcionario se molestó siquiera en ...