17 de agosto de 2023

La puja entre tigres y leones

Vamos cerrando una semana bastante agitada. No podemos saber aún si lo peor ya pasó. Pero siempre es mejor suponer que sí. Es más, yo diría que lo podemos ver como una forma de preservar la salud. De lo contrario, nos vamos a terminar enfermando de un pico de estrés, de un ACV, o de cualquier cosa si lo primero que hacemos cada la mañana es ver la cotización de un dólar que se supera a sí mismo como si fuera un atleta de elite en plena competencia.

Basta con ver la alevosa y descarada propaganda oficialista que es sustentada en programas “de archivo”, como Sobredosis de TV por C5N, para comprobar qué ilusos fuimos cuando creímos que el período nefasto de “6,7,8” había llegado a su fin. Como bien dije al principio, estos ciclos se basan en rastrear contradicciones entre los candidatos y referentes políticos que les están cascoteando el rancho al kirchnerismo. En primer lugar, el propio Sergio Massa no es el mejor ejemplo de coherencia en lo discursivo, como cuando prometió “barrer a los ñoquis de La Cámpora”, o cuando aseguró que él no tenía nada que ver con el ideario de CFK. Eran otros tiempos, por supuesto, cuando el tigrense buscaba plantearse como una alternativa ante el desencanto de la sociedad con el Frente Renovador como fuerza de choque electoral.

Viendo la proliferación de este tipo de programas, que evidencia producción periodística nula y tienen como único recurso editar convenientemente los dichos de un político que se contraponen con sus expresiones actuales, ¿qué nos queda esperar? ¿Alguien que no tenga una pertenencia ideológica puede ser tan estrecho de mente como para suponer que eso reditúa en algo? De haber sido así, los resultados de las elecciones tendrían que haber sido otros. C5N es protagonista de papelones infames: Uno de los más conocidos, sucedió cuando a cinco minutos de terminar los comicios de 2015, apareció de la nada un zócalo (o videograph), que decía: “Ganó Scioli por amplio margen”. No sé cuánto tiempo permaneció en el aire esa estupidez, pero creo que tuvieron el buen tino de borrarlo de la pantalla cuando ya Macri se posicionaba como el más votado. Fue una ridícula y obscena negación de la realidad que -de tan insólita- terminó siendo motivo de memes y cargadas de todo tipo, para un canal de noticias que se jacta de ser serio.

Últimamente la televisión se nutre de sí misma, y ya se da por sentado que las cosas son de una determinada manera que ellos imponen a su audiencia, motivo suficiente para engañar a los incautos haciéndoles creer que ya está todo dicho y que no vale la pena plantear otras opciones, sea cual fuere la línea editorial.

C5N o el amplio espectro de medios oficialistas, bien podrían entrevistar a Milei, o a Bullrich, y destrozarlos mediáticamente si lo desean, pero con argumentos válidos, porque ellos también deben tener un muerto en el ropero. Pero claro está que no se van a tomar ese trabajo, sería pensar demasiado, implicaría debatir en un diálogo de sordos. Tipos como Brancatelli se la dan de nacionales y populares, y aparecen vacacionando por Europa en pleno descalabro social sin ningún pudor. De dónde sacaron los dólares o los euros de un modo legal (qué ingenuo que soy), es un misterio.

Yo no arruinaría una amistad por una diferencia de ideología política, en el mejor de los casos trato de evitar el tema para evitar discutir si sé que no nos vamos a poner de acuerdo. Qué lejos estamos de las postales de mediados de los '80, cuando se discutía de política en las calles y se lo hacía con auténtica pasión y entusiasmo. Hace 40 años, hasta el partido más modesto sumaba afiliados, y hoy estamos en el extremo opuesto, en el desencanto y el hartazgo que no vienen de ahora, sino desde el 2001 a esta parte. Lo que pasa es que ahora todo ello se ha acentuado, porque estamos rascando en el fondo de la olla y ya no hay plata para gastar.

Algo que también predomina en el paupérrimo discurso político actual, es que tanto el oficialista como el opositor, quieren convencer a una sociedad que ya no cree en ellos, con sorprendentes limitaciones desde lo discursivo. Los K están emprendiendo una campaña del miedo contra Milei, cuando todo sabemos que la mayoría de las propuestas de marketing que son el eje de su discurso (privatización y dolarización), no son viables en el corto plazo. Un economista de su equipo reconoció que, en el supuesto de que ganen, la dolarización es un proceso que recién podría implementarse plenamente en abril de 2025. 

Milei no va a cerrar el Banco Central:  En ningún país del mundo, por muy pobre y arruinado que esté, ha ocurrido eso. Y lo que estamos atravesando ahora, un gobierno en piloto automático, no hace más que fortalecer al libertario. No tengo miedo ni preocupación si gana La Libertad Avanza, y eso no quiere decir que yo los vaya a votar. Siento que ya lo hemos visto todo, y no me sorprendería lo que pueda hacer. Será, a mi modo de ver, una versión más acentuada del neoliberalismo de los ’90. Los kirchneristas quedaron terceros a nivel país, lisa y llanamente los pasaron por arriba. Deberían pensar en repuntar rumbo a octubre dándole un "ibuprofeno" a cada ciudadano para que le duela menos lo que estamos viviendo, en lugar de hacer campaña contra el que los derrotó por paliza. Nos estaremos viendo pronto. Punto final.


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