Estos primeros días del verano se distinguen por una gran amplitud térmica. A la mañana el ambiente se nota fresco, con 15 o 20 grados, mientras que por la tarde alcanza los 30° sin dificultades. Todavía es un registro que está dentro de lo tolerable. Veremos qué acontece en las próximas semanas. Cuando se llegue a los valores máximos, el sistema eléctrico colapsará (como todos los años) y tendremos nuevamente cortes de energía.
No estoy siguiendo en detalle la actualidad
política, pero todo me hace pensar que la información pasa por otro lado,
retomando la línea que expresé en mi posteo anterior. Enero trae consigo un
movimiento turístico que no repercute en Lobos, sino en la Costa Atlántica o en
las playas de Brasil. Para muchos, permanecer en la ciudad durante el verano se
vuelve un tedio, porque hay pocas propuestas dirigidas hacia aquellos que no
contamos con la posibilidad de vacacionar. Creo que, si pudiera, tampoco me
iría por un lapso prolongado. Con 4 o 5 días ya estaría bien para recargar las
pilas. Los alquileres de carpas, sombrillas, y todo los demás aumentaron
exponencialmente, y eso hace que Brasil vuelva a ser un destino elegido por los
veraneantes con la devaluación del Real.
Estamos ante un
momento propicio para buscar estrategias y transitar la senda correcta que
todos sabemos que existe, pero no nos atrevemos a desandar. Cuanto más
autosuficientes seamos, dependeremos menos de los demás y les generaremos menos
complicaciones a nuestro entorno. Ir en búsqueda de la plenitud
siempre es un desafío que no todos estamos dispuestos a asumir. Porque muchos
buscan el placer en sustancias peligrosas, o hacen uso de estratagemas de
escapismo para evitar pensar en lo urgente, en aquello que exige una respuesta
rápida porque no puede esperar.
Abunda en mucha
gente la desmotivación, el desgano, o la dificultad para sacar provecho al
envión positivo del reciente Año Nuevo. Yo estoy convencido de que será un año
mejor a su antecesor, pero para que ello suceda hay que asumir responsabilidades,
hacerse cargo, comprometerse, no esquivar la realidad simulando que no existe.
El panorama puede ser desalentador, pero tenemos una reserva física y
espiritual para hacer frente a la adversidad. Mi presupuesto mensual suele verse
resentido en esta época, ya que hay clientes que discontinuaron la pauta
publicitaria o que deciden reanudarla en marzo, de manera que los ingresos son
menores. No es momento para endeudarse, salvo que se haga para comprar algo de
primera necesidad. Como me pasó en 2022 con la computadora que estoy usando, y
que no me quedó más remedio que adquirir en cuotas. Me gustaría comprarme un
celular que saque mejores fotos y que me sea útil para mi trabajo, pero lo voy
a tener que postergar por los motivos ya enunciados.
Ante esta
situación, tendré que poner en práctica un plan de ahorro serio que me permita
tener una reserva de dinero para esos gastos inesperados. Lo que hago al final
de cada día es calcular cuanto gasté, pero es demasiado tarde, la plata ya se
fue. Por eso, hoy dediqué unas horas a hacer una estimación mensual que
contemple los gastos fijos y en base a ello, determinar cuánto me queda
disponible.
Nunca fui alguien
que promoviera el despilfarro, simplemente no elijo de la forma correcta en qué
invertir mi plata. Por supuesto, el término "invertir" me queda
grande, porque no tengo recursos para ponerlos en acciones, dólares, y todos
esos productos financieros. De lo que estoy seguro, es que siempre detesté a
los avaros y tacaños, sobre todo si son personas que mucha guita y no
aprovechan ese dinero para obtener una buena calidad de vida.
Existen casos que podrían considerarse
patológicos, de personas con una gran fortuna que no te invitan ni un café. Lo
más razonable es buscar un equilibrio entre ambos. Por ejemplo, hace pocos años
me compré una bici y hasta ahora me está siendo muy útil. Para hacer mandados,
dar un paseo, o lo que sea. Me sirvió contar con una después de tanto tiempo de
recorrer largos trayectos a pie, tener que pedir un remís o tomar el colectivo.
Solamente viajo en micro una vez al mes, cuando tengo que ir a un consultorio
médico en Empalme. El resto del tiempo salgo en bici o caminando, si la
distancia no es muy larga. Ahora debo ponerle pilas al gimnasio para evitar que
mi físico se caiga a pedazos, siendo ya una persona que está más cerca de los
50 que de los 40.
Para concluir, deberíamos plantearnos lo siguiente: Al hablar de "populismo", no es atinado emplearlo como sinónimo de demagogia y corrupción. Esas cosas son vicios de un sistema que se da tanto en países socialistas como capitalistas. Existe el populismo de derecha, y está personificado en Milei o Trump. Es decir, hasta hubo presidentes de EE. UU. que fueron merecedores de ese calificativo. El Estado de Bienestar de los países centrales de Europa, garantiza un seguro de desempleo digno, servicios públicos de calidad, y altos impuestos, que los ciudadanos pagan sin chistar porque saben que el Estado no los deja abandonados a su suerte. Es lo que pasa en Francia o Alemania, por citar dos casos. Seguramente en un futuro posteo estaré hablando más en detalle de lo que significa la trampa ideológica. Nos vemos pronto. Punto final.
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