31 de julio de 2025

El derrumbe de la política tradicional y los "cantos de sirena" de la centroderecha

 

Último día de julio. Buen momento para pensar en cómo continuar la semana y qué resta por hacer a futuro. La verdad es que queda mucho por delante, este mes se ha hecho largo y recién mañana entraremos de lleno en agosto. Como siempre, cada comienzo de mes arranco a cobrar las publicidades y avisos del portal digital, y tendré que compensar de alguna manera a los clientes que se han dado de baja, que no son muchos, pero que significaban una ganancia con la que hoy ya no cuento. Es cuestión de lograr un equilibrio, ni más ni menos. A veces me cuesta ponerle un precio a mi trabajo, pero me tengo que manejar con valores que me sirvan para seguir invirtiendo. No puedo ir a pérdida bajo ningún concepto. Tampoco quiero que me usen para una campaña publicitaria que a mí no me otorga ningún beneficio. Yo vivo de esto, no es un hobby ni un pasatiempo. Así que no habrá otra alternativa que establecer un tarifario estándar para que todos los que quieran publicitar ya sepan de antemano el costo que tendrá. Otra cosa que es útil es pedirles a los clientes nuevos un plazo mínimo de tres meses para la pauta. No me sirve que me den un aviso por un mes y luego se den de baja. Creo que a nadie le sirve, el cliente tampoco puede esperar obtener un resultado óptimo en 30 días.

 

Lo mejor que nos puede pasar, como suelo decir, es no esperar nada de nadie. De esta forma, todo lo que nos llegue vendrá por añadidura. Estoy tratando de retomar mi ritmo de trabajo habitual, de hacer frente mis problemas sin achacárselos a nadie, haciéndome cargo de mi responsabilidad. Hay mucha gente que culpa a los demás de todos sus infortunios, como si se pudiera establecer una relación causal entre los vericuetos de la memoria. Es un escapismo que no suma para nada. Nunca es bueno adjudicarle al entorno cuestiones donde la última palabra siempre la tiene uno. Sentirse bien es una necesidad y un derecho. Todos tenemos el derecho de mejorar nuestra calidad de vida. Y es una necesidad, porque si no lo conseguimos nuestro ánimo empezará a flaquear. El camino hacia el reencuentro con uno mismo es complejo, pero cada cual lo transita según sus capacidades. No hay apuro, no es una carrera ni una competencia. Es un despertar interno que puede demandar más tiempo según cada persona. Me parece importante remarcar esto para no exigirnos más de lo que podemos dar.

 

La vida es un aprendizaje, deberíamos entenderlo así. Si las cosas no nos salen bien, es porque no hemos aprendido lo suficiente, o porque nos resistimos a emprender un cambio. Un cambio que nos conduzca a pensar distinto, sin condicionamientos de ningún tipo. Derribar mitos y prejuicios. Tener una mentalidad amplia para lograr un objetivo más ambicioso. Todo ello parece sencillo, pero varía de una persona a otra. En realidad, no es fácil cuando tenemos que cargar con una pesada mochila de ideas preconcebidas y erróneas. Ahora es momento de consolidar lo que se ha logrado y de pensar en nuevos desafíos. 


La mayoría de los partidos políticos presentará su lista en estos días. Aventurar un resultado de los próximos comicios puede ser prematuro, habrá que esperar para saber cómo es la reacción del electorado cuando la campaña se vaya desarrollando y los candidatos visiten los barrios para dar a conocer su propuesta. Se vota el 7 de septiembre, y luego otra vez en octubre para los cargos de diputados y senadores nacionales. No sé por qué no unificaron las fechas en lugar de desdoblar los comicios. Hay mucha gente que está desencantada con la política tradicional y que no concurrirá a las urnas, es complicado establecer un análisis a priori de la intención de voto, pero el contexto nacional también entra en juego. Se presume que LLA hará una buena elección en Lobos, esta vez formando una alianza con el Ejecutivo Municipal. El voto de la oposición se concentrará mayormente en el peronismo, aunque esto no significa “bajarle el precio” a las otras fuerzas políticas en pugna. Cada lista se presenta con toda la carne en el asador, buscando seducir a indecisos e independientes. La gente que aún no tiene definida su intención de voto constituye el gran dilema para los encuestadores. Son sufragios que no están cautivos de una pertenencia política y que pueden torcer el resultado de los comicios.

 

La futura composición del Concejo Deliberante es motivo de debate y de especulación. La posibilidad de que la oposición se convierta en mayoría asoma en el medio de la incertidumbre. Las bancas que se ponen en juego representan un anzuelo atractivo para los candidatos, muchos de ellos sin experiencia en el Deliberativo, en tanto que hay otros que ya han sido electos con anterioridad y que vuelven a disputar un cargo luego de haber transitado por otras funciones. Si la oposición logra ocupar la mayoría de los escaños, nos encontraremos ante un escenario diferente respecto a lo sucedido en los últimos años. Se intuye que el oficialismo no tendrá ya un rol preponderante en las discusiones en el recinto como ha sido desde 2015 hasta la actualidad. La jugada de camuflar a los candidatos dentro de la boleta de LLA es arriesgada, sin dudas. Referentes libertarios “puros” no hay muchos, se sabe, o al menos no en la medida de lo que muestra la lista para los primeros lugares. Pero prevaleció el instinto de supervivencia ante la orfandad política del PRO, un partido que emprende la retirada en medio de la debacle del macrismo y la hegemonía libertaria. La UVC vuelve a la boleta corta como fuerza vecinalista y el radicalismo jugará su carta en soledad también. La rosca política sigue dándose en las mesas de café o en otros foros, aunque ha disminuido su intensidad para estas elecciones por el notorio desinterés que generan entre la sociedad. En este contexto, lograr que el vecino vote dos veces para cumplir con su deber ciudadano (en septiembre y en octubre) es una quimera. En tiempos de bolsillos flacos, no es necesario fundamentar largo y tendido para arribar a la conclusión de que la gente no se siente representada por la casta. Ni por la que enarbolan los libertarios, ni por la que ellos mismos supieron construir con el derrumbe de la política tradicional y el resurgimiento de la extrema derecha. Habrá que quemar las naves y asomarse al lodazal de las aguas turbulentas para escarbar un poco más en este fenómeno que crece en tiempos de apatía y falta de representación. Todo lo que acabo de mencionar será materia de un análisis más detallado una vez que los candidatos se lancen al ruedo y comiencen a dar a conocer su propuesta a los vecinos, ya no en mítines partidarios, sino en la calle. Nos estamos viendo pronto. Punto final.    

26 de julio de 2025

Cómo se siente ser un "nuevo rico" en la era de Milei

 

Sábado en la ciudad. Emprendo la actualización del blog, ya con una idea más clara de lo que pretendo expresar. La verdad es que me siento con energías para afrontar lo que venga. No ha habido noticias relevantes en la ciudad, excepto algo de actualidad política con la presentación de las listas para las elecciones del 7 de septiembre. Como mencioné alguna vez, a los medios de prensa nos resulta redituable la campaña electoral, si bien es cierto que insume un esfuerzo considerable y hay que estar en todos lados. Esta semana, un partido ya me pidió presupuesto, los demás no han esbozado ninguna intención aún, pero estimo que en los próximos días se contactarán conmigo como ha sido siempre.


Con el paso del tiempo, va cambiando nuestra percepción de las cosas. Lo que antes nos parecía un hecho gravísimo, hoy es una mera anécdota. Esto tiene que ver con el discurso de Milei en la inauguración de la Expo de la Rural de Palermo. Una oratoria genuflexa y llena de lisonjas para ganarse el favor de la burguesía terrateniente argentina. Sin embargo, hay que decir que las palabras del Presidente de la entidad, Nicolás Pino, fueron música para los oídos del líder libertario. Dicho de otro modo, ambos discursos iban en el mismo sentido: Buscar la adhesión del otro y su respaldo incondicional apelando a lugares comunes que apuntan a deponer posturas personales en pos de un fin superior. Así fue como uno y otro aludieron a la mala relación entre los dos sectores durante otros gobiernos para reforzar (y celebrar) el nacimiento de una nueva alianza. Una alianza que está forjada por la conveniencia recíproca y la necesidad de posicionar al país hacia un modelo más agroexportador que nunca. Esto significa renunciar al desarrollo tecnológico y a la producción de bienes de consumo para vivir de la renta que generan granos y carnes como era en el siglo XIX. La Argentina ya no se sostiene en sí misma, es un país condenado a un eterno deja vu, a implementar políticas que fracasaron desde hace años. Es una búsqueda desesperada por encontrar un ADN propio la que nos lleva a posar nuestra mirada en la Expo Rural. Todo bien argentino, bien nuestro, como la Pampa inmensa, como el campo que se extiende en la infinidad de la llanura. La figura del gaucho malandra y desertor que se convierte en un próspero hacendado con las botas llenas de bosta de los mejores ejemplares de la ganadería. Porque el gaucho, convengamos, nunca fue bien visto por los patrones: Era una criatura errante y vagabunda, no le gustaba el trabajo, vivía en un mal ambiente. Sarmiento lo denostaba públicamente y muchos otros próceres siguieron su legado.

 

Lo que nos interpela, en este caso, es la figura de un antihéroe que nació de las cenizas del pasado colonial para hacerse dueño de la Pampa montado en un caballo. Es confuso explicar los orígenes de la narrativa que exalta al gaucho, y quizás merezca un análisis aparte. Pero volviendo a los dichos de Milei, el Presidente tiró toda la carne al asador para que un sector esquivo le sonriera por segunda vez en el mismo escenario. Inclusive, los capos de la Rural aplaudieron el anuncio del veto a las leyes que otorgaban un aumento a los jubilados. Está claro que los jubilados no le interesan a nadie en este país, excepto a sus propios contemporáneos que padecen el hecho de cobrar una suma bajísima que no alcanza a cubrir la canasta básica. Fue todo muy burdo, una infame puesta en escena, de principio a fin. Además, a la Vice Villarruel la ningunearon enfáticamente para que no fuera a compartir el acto. La verdad es que no habla muy bien de las instituciones que ello haya ocurrido, pero acá no ha pasado nada, a nadie le importará en el futuro si estuvo o no, porque tampoco ha hecho nada trascendente como para ser recordada. No se entiende bien en qué momento el Peluca decidió sumarla a la fórmula que triunfó en diciembre de 2023. Bueno, tampoco se entiende cómo es que ganó el balotaje, cómo es que el desprecio y la crueldad se convierten en los nuevos aliados de una forma nefasta de hacer política. Desprecio hacia los estudiantes, los viejos, las minorías sexuales, los extranjeros, y todo grupo vulnerable que haya conquistado derechos en el pasado.

 

Los nuevos ricos son quienes compran dólares con el globo de ensayo del fin del cepo y que se creen que las épocas de vacas gordas durarán para siempre. Esos nuevos ricos son los que viajan al exterior con la billetera generosa y que se dan todos los gustos en el Free Shop del aeropuerto, porque van enfundados en una moneda que los respalda. Del otro lado están aquellos que nunca en la vida han lucrado con los dólares, que miran de reojo esta nueva matriz de realidad sin atreverse a reaccionar porque todo está atado con alambre. Es muy berreta la construcción que unos y otros han pergeñado a lo largo de los años. En el país existen grupos sociales diversos, que no llegan a llamarse clases, pero que sí son dueños de una singularidad que los distingue. Los obreros no piensan muy diferente que los jerarcas de megaempresas. En realidad, todos buscan hacer guita fácil, o lucrar con una toma de ganancias. Lo peor de todo es que nos creemos vivos por tener esa forma de pensar, sin advertir que es una maniobra autodestructiva. La viveza criolla sólo sirve para crear imbéciles, la personalidad del “vivo” es tan limitada que el sujeto no se da cuenta de su condición de piojo resucitado. A mí me gustaría saber quiénes son los que hacen Patria todos los días, los que construyen la Nación desde sus cimientos, los que apelan a un nuevo pacto social. En ellos reside la confianza depositada en el futuro, y en ninguno más. Nos queda toda una vida para tratar de entenderlo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

13 de julio de 2025

Un día distinto

 

Un domingo diferente, familiar. Tomo unos mates y me dispongo a comenzar el día. Anoche no dormí bien, hace rato que me viene pasando lo mismo, pero quienes me rodean me aseguran que me rindo al sueño fácilmente. Lo que me hace falta es tener un descanso reparador, levantarme sabiendo que pude recargar las pilas. Pero bueno, confío en que eso se dará con el tiempo. No quiero que me receten medicación para dormir, ya tengo que tomar bastantes pastillas como para agregarle una más al menú. 


Hoy se juega la final del Mundial de Clubes, un certamen que se volvió aburrido para el público local luego de que los equipos argentinos quedaran en el camino. Como les decía al comienzo, este domingo lo arranco tranquilo, pensando en cómo ir desandando la semana de la mejor forma posible. Se vienen definiciones importantes en lo personal, y debo estar preparado para afrontar lo que me toque en suerte.


 Hoy no sé si tengo ganas de hablar de política, lo que puedo afirmar es que el plan económico –si es que lo hay- hace agua por todos lados, sólo unos pocos se ven beneficiados, como ha sido siempre en este país. Los referentes locales están muy ocupados con su quintita, mientras la vida cotidiana en Lobos sigue mostrando señales de agotamiento. La gente está cansada de pagar tasas e impuestos a cambio de nada, de ver cómo nadie se ocupa de barrer las calles o de forestar las veredas con ejemplares que no sean voluminosos, de la ausencia de obra pública y viviendas, de comprobar cómo la falta de gestión y de oportunidades de progreso golpean a nuestros jóvenes.


Cada vez son más los pibes que buscan trabajo de lo que sea, y es triste que nadie asuma la responsabilidad de guiarlos para que puedan alcanzar ese objetivo. El municipio debe hacer su aporte para que cada lobense acceda a condiciones de vida acordes con sus necesidades. No hablamos de un aporte monetario, sino de generar espacios para la inclusión de todos los sectores. Crear una red de contención que represente a los distintos actores sociales. Para promover el empleo, se podría eximir del pago de tasas a aquellas empresas que tomen personal en blanco. El tema está en crear incentivos para abordar esta coyuntura con las mejores herramientas que se tengan a disposición. Si hay muchos vecinos buscando laburo, se trata de un problema que debería involucrar a todos, porque quienes están desocupados no pueden volcar parte de su salario al consumo interno. Es un círculo virtuoso: Al haber más consumo también hay más ventas, y todo ello contribuye al crecimiento del comercio local. Un chico de 18 años que recién egresó del Secundario merece una oportunidad, y si decide estudiar y trabajar, el estímulo debe ser aún mayor, todos sabemos que no es nada fácil ejercer ambos roles de un modo óptimo. Aquellos que trabajan y estudian deberían tener una consideración especial, están invirtiendo tiempo en formarse y en capacitarse. Y acá entra en juego también la disponibilidad de carreras universitarias que pueda tener Lobos. Hoy por hoy, la oferta académica es muy escasa, se puede cursar el CBC pero no hay mucho más para ofrecer a los estudiantes. Faltan las carreras de grado, apenas se consigue alguna licenciatura o tecnicatura. El espacio físico está, contamos con un Centro Universitario Regional, y ahora lo que se necesita es gestionar para evitar el desarraigo. Todos los que tuvimos que estudiar fuera de Lobos sabemos lo que ello significa. No hay nada mejor que poder hacerlo en la misma ciudad donde uno se crió, ya que otorga la posibilidad de permanecer unos años más en el pueblo, como lo hacen Saladillo y otras localidades vecinas. Ojalá que alguien le dé bola a la educación como derecho esencial. El recurso humano está, sólo se necesita tener una visión superadora del futuro para emprender la senda del crecimiento. Y apostar a los que recién empiezan nunca será una decisión equivocada. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

6 de julio de 2025

Despertar de domingo en Lobos

 

Llegamos al domingo. Un día que históricamente está asociado al descanso, pero que hoy por hoy no todos tienen la posibilidad de otorgarle esa impronta. Me levanto temprano, como el resto de la semana. La casa está en silencio. Afuera también se percibe esa falta de actividad. La calle está desierta: No pasa ni un auto, ni siquiera un peatón. Recuerdo cuando salía al boliche siendo adolescente. Podría ponerme nostálgico y decir “qué buenas épocas”, pero no estoy seguro de que hayan sido tan buenas como me parece hoy. En parte sí: No tenía que asumir responsabilidades, no tenía que trabajar, era mucho más flaco que lo que soy en la actualidad. Tenía plata para salir los fines de semana, y mis preocupaciones –en retrospectiva- eran ínfimas. Todo eso quedó atrás, son recuerdos que permanecen flotando en la memoria cuando aparece alguna foto por ahí. No me canso de repetir que la vida ha sido demasiado generosa conmigo, y quisiera reforzar esa idea diciendo que me siento profundamente agradecido a mis padres, a mis amigos, a los que me acompañaron desde el primer momento, como así también a aquellos que se sumaron en la mitad del camino. Al final de cuentas, siempre hice lo que quise, y no puedo culpar a nadie de mis decisiones, hayan sido equivocadas o no.

 

Hoy los desafíos son otros: Mejorar la calidad de la comunicación como propietario de un portal de noticias. Darle volumen y contenido a lo que pretendo expresar. Establecer lazos de confianza y cercanía con los lectores. Brindar un producto periodístico que sea fuente de información confiable y segura. Revalidar en el día a día la formación que recibí cuando estudiaba periodismo, para que el ejercicio de la profesión sea más riguroso y preciso. Es un contexto muy particular, porque desde las más altas esferas del poder político se está cuestionando con dureza al periodismo independiente. Y ejercer la independencia de criterio es un factor que fortalece a los que no comulgamos con un juicio de valor único y hegemónico. Las voces críticas deben estar siempre, y los insultos que el Presidente y sus funcionarios dedican a diario a los trabajadores de prensa deberían ser dignos de un amplio repudio. Son ataques autoritarios y llenos de megalomanía, contaminados de esa pasión malsana que tienen algunos por imponer una verdad por encima del sentido común. Llevamos casi 40 años de democracia, suficientes como para reforzar la tolerancia y el disenso, dos valores que creíamos haber conquistado con esfuerzo y que hoy se ven desvirtuados por aquellos que se han propuesto dudar de todo, poner en tela de juicio derechos adquiridos, dinamitar el acervo de las instituciones, cuestionar aquello que no merece ninguna objeción porque está sustentado en bases sólidas que se pretende socavar. Es triste llegar a la conclusión de que hemos retrocedido en materia del respeto a los derechos humanos, a la diversidad de género, y el problema está en que se las ve como banderas del progresismo o de la centroizquierda, y en realidad se trata de conquistas populares a las que costó mucho arribar.

 

El rol del periodismo en la sociedad permanece sólido, pero algunos fundamentalistas de Twitter que no saben hacer la “o” con un vaso se proponen rediscutirlo, restarle valor. Así aparecen calificativos como “ensobrados” para todo aquel que no comulgue con el discurso oficialista, y también surgen seudoperiodistas que aceptan ser cómplices del poder político para tener acceso a entrevistas, como los talibanes de LN+ o de TN. Los Majul, los Jonatan Viale, que hacen equilibrio entre el patetismo y la demagogia para saciar sus ansias de protagonismo. Acá en Lobos también hay medios oficialistas, pero yo no los voy a mencionar. Será el lector quien saque sus propias conclusiones. No hay nada más abyecto que subestimar al público y poner en duda su capacidad de entender la realidad. Llegará un punto en el cual se buscará que todos los medios digan lo mismo para quitarles fuerzas e influencia en los espacios de debate o de pensamiento. La vida pueblerina transita crisis de inseguridad y falta de obra pública, y a consecuencia de ello vemos como se producen cada vez más delitos en medio de la pasividad del Estado para hacer frente a las demandas de la sociedad. Es la misma sociedad que votó mayoritariamente al Intendente para un nuevo mandato en 2023, y que ahora no puede creer cómo estaba avalando una continuidad de una gestión que hace agua por todos lados. Falta de viviendas, de mantenimiento de los espacios públicos, tercerización de servicios, cámaras de fotomultas que funcionan mal y multan a vecinos que circulaban correctamente… Todo esto que estoy mencionando termina siendo un cóctel que está detonando la paciencia de la gente, tanto de los que votaron como de los que no al actual mandatario. Y ahora que se viene una alianza entre LLA y el PRO, lo que nos queda por ver es la repartija que harán entre las candidaturas a concejales y consejeros escolares en los comicios de este año. Será una batalla dura entre ambas fuerzas en pugna por ganarse un lugar privilegiado en las listas rumbo a las elecciones. Esto recién comienza, y yo dudo que este acuerdo electoral prospere en todos los distritos. En Lobos será un test, que pondrá a prueba la capacidad de la dirigencia local para encolumnarse detrás de un objetivo que no está del todo claro. Sólo persiguen como meta la propia supervivencia. Nos estamos viendo pronto, porque como dije antes, no será una negociación que dejará conforme a todo el mundo. Ya habrá mayores novedades para este boletín. Punto final.

3 de julio de 2025

Una semana rápida

 

La semana se pasó volando. Hoy es jueves, pero podría ser cualquier otro día ya que mi rutina cotidiana no varía. Casi ni recuerdo lo que hice el lunes, excepto que comencé con las cobranzas a los anunciantes. Nada memorable, aunque necesario. La verdad es que debería tener un registro más preciso de mis acciones diarias, pero es así la cosa. Ha sido una semana tranquila, con mucho frío que arrancó fuerte desde el lunes y recién hoy empezó a menguar para adaptarse a la nueva normalidad. Una normalidad a la cual no estábamos preparados, con bolsillos flacos y un desbarajuste económico notable. No se me ocurre pensar en otro escenario que no sea éste, porque he pasado casi toda mi vida en Lobos y desde hace tiempo vengo notando un “piojo” que es el resultado de la recesión que estamos viviendo y que se nota a todo nivel. Hay un parate general en las actividades, poco entusiasmo para emprender proyectos nuevos, y esa falta de iniciativa contribuye a agudizar la retracción de la economía. Sin duda, es un contexto complicado el que nos toca afrontar. Ayer estaba hablando con el dueño de una inmobiliaria que me comentaba los aumentos que en breve se aplicarán a los alquileres, cuyo valor se actualiza cada 6 meses. Es imposible prever los vericuetos de un contrato de locación para tener estabilidad en el presupuesto doméstico. No se puede prever nada, da la impresión de que todo está atado con alambre, que se sostiene de un modo demasiado precario.

 

Este frío polar dejó al desnudo la necesidad de una planificación eficaz para asistir a las familias que viven en viviendas carenciadas. Gente que no tiene la culpa de ser pobre o de que no le alcance la plata, que toma dos o tres colectivos por día para ir a trabajar, que debe calentarse con garrafas que aumentan todos los meses. Personas que no disponen de un abrigo o de mantas para dormir. Ya no estamos en condiciones de estigmatizar la pobreza, y mucho menos de romantizarla. Se ve que a la dirigencia política le hace falta un baño de humildad, porque ya están pensando en las próximas elecciones y se olvidan de que hay necesidades más acuciantes en el corto plazo. No sé si alguna vez lo entenderán o si seguirán con la “rosca” en las mesas de café, que ya cansa y agota sobremanera porque no arroja ningún resultado en beneficio de la sociedad. Hacen falta soluciones, no promesas. Ideas, no proyectos faraónicos que no conducen a ningún lado. Basta con mirar por encima de la nariz para ver que muchos vecinos la están pasando mal, porque no les alcanza para llegar a fin de mes. Estamos transitando una estabilidad artificial, con el dólar planchado y la inflación baja, pero con una recesión que se siente en la caída del consumo. Los expertos en economía que nos gobiernan aseguran que está todo bajo control, que es parte del plan, pero acá no se advierte que la existencia de un plan que traiga una mejora en la calidad de vida. Los precios de los comestibles no son elevados, el tema es que con el sueldo promedio “congelado”, nos encontramos con haberes muy bajos como para destinarlos a las compras esenciales de cualquier familia. Yo espero que esta situación se revierta, aunque no hay señales de que ese proceso vaya a darse. Hasta que el propio Gobierno no reaccione, seguiremos jactándonos que una falsa prosperidad que sólo beneficia a unos pocos.

 

Tenemos que ampliar la mirada, aprender a bucear en un mar de contradicciones hasta hallar una respuesta adecuada a las demandas de los sectores más postergados. Gente que confió en Milei y lo votó, y que hoy está profundamente decepcionada. O más que decepcionada, desencantada ante la vigencia de un modelo de exclusión. El que puede, compra dólares a precio vil y especula con un aumento en la cotización para salir a vender y obtener una ganancia. Pero la gran mayoría de la población no vive de la timba financiera, no tiene recursos para hacerlo, todos sus ingresos se destinan a alimentos y al pago de servicios. Yo procedo de la misma manera, porque no me queda margen para invertir en nada, todo lo que gano lo gasto en lo que considero prioritario, a veces si puedo me doy algún gusto, pero eso es cada vez más esporádico. Mientras tanto, en la oposición no emerge ningún liderazgo de peso que pueda hacerle frente a LLA. ¿Kicillof puede ser un buen candidato? El tiempo lo dirá. Fuera de la provincia de Buenos Aires, sigue siendo un desconocido, algo que no ayuda a un referente que tiene aspiraciones presidenciales. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

Sólo una vuelta más...

  Primeros días de diciembre. Se nota que hay más movimiento en la calle, más afluencia de clientes en los comercios, y seguramente es un fa...