31 de agosto de 2025

No digas que no te lo avisé

 

Llegamos al último día del mes. Llueve torrencialmente en la ciudad, no hay mucho para hacer. Me parece que hoy me voy a quedar guardado en casa, no tengo ganas de gastar plata al pedo. Hay un descenso de la temperatura que –según dicen- se extenderá hasta mañana. Vamos a ver si en los próximos días hay una mayor actividad por fuera de la campaña política. La semana que viene vuelvo a grabar el programa de tele, la verdad es que hace rato que me tomé un receso y ya es tiempo de reanudar el ciclo. No quiero repetir invitados de temporadas anteriores, pero es difícil encontrar a alguien nuevo que tenga algo interesante para decir. Si tengo que trazar un balance de agosto, diría que ha habido momentos gratificantes y otros complicados. A decir verdad, este año no es el mejor para mí, pero en lo cotidiano no me detengo a pensar en eso. Ya llegará el momento de buscar revancha. 


Si hay algo que aprendí es a no tomarme la vida tan en serio. Nunca es bueno hacer una novela de problemas triviales y corrientes. Hay que ser capaz de adaptarse a diferentes situaciones. Si vamos al caso, yo no me puedo quejar, me refiero a que he logrado metas que ni siquiera imaginaba y que uno da por sentado que las tiene. Entonces no las valora en su justa dimensión. Hay gente que la está pasando realmente mal, no debería quejarme “de lleno”, como diría mi vieja. Si las cosas no salen bien, hay que aceptarlo, ya habrá tiempo para mejorar. Eso es lo que pretendo expresar cuando digo que la vida siempre da revancha. Nada es tan grave como la pérdida de un ser querido, para eso no hay remedio que valga. Deberíamos ser más empáticos como para entender que no somos el ombligo del mundo, nos hace falta tener una mirada amplia de lo que sucede a nuestro alrededor, no dejar que el árbol nos tape el bosque. Damos por sentado que todos los días tendremos un plato de comida, cuando hay personas que no llegan a cubrir sus necesidades básicas. Ahora que lo pienso bien, debería quejarme menos. Sé que lo seguiré haciendo, porque uno nunca está satisfecho con lo que hace o con lo que tiene, pero lo menos que puedo intentar es no renegar de todo lo que me pasa. Otro factor importante es que no debemos mirarnos en el espejo de la desgracia ajena para que nos sirva de consuelo. De lo que se trata, es de aprender a darle valor a lo que supimos construir.


Faltan cuatro meses para que termine el año, y todavía es posible que el balance final dé un saldo positivo, no lo sé. Creo que es bueno empezar a cuestionarse, a hacerse preguntas. Mediante ese proceso de indagación se puede arribar a conclusiones más profundas y esclarecedoras. Todos hemos pasado por etapas en las cuales la suerte nos fue esquiva. Pero a veces es bueno mirar hacia atrás para tener verdadera dimensión de lo que logramos en todo este tiempo. Creo haber hecho bastante, pero no me puedo relajar en lo ya conseguido, ni conformarme con eso. Sí puedo afirmar que me sirve de estímulo para saber que estoy en condiciones de afrontar nuevos desafíos. Cada uno tendrá en mente distintos objetivos, pero lo fundamental es que sean metas concretas y reales. No se puede vivir de la ilusión. Y como mencioné en el párrafo anterior, quejarnos constantemente porque las cosas no se nos dan no sirve de nada. Lo único que logramos con eso es hartar a quien nos está escuchando, porque nos convertimos en personas demandantes e insoportables. A tenerlo en cuenta en lo sucesivo. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

30 de agosto de 2025

Trátame suavemente

 

Sábado en la ciudad. Son los últimos días del mes y me dispongo a arrancar con las cobranzas, redoblando los esfuerzos para seguir mejorando con mi emprendimiento y para dotarlo de contenido. Ultimamente estoy yendo a caminar al Parque, sobre todo a la hora de la siesta. Me hace sentir bien, lo tomo como una manera de descargar energías. La verdad es que necesito bajar un cambio, estoy bastante estresado y hay cuestiones que me exceden, ya que no está a mi alcance resolverlas. Busco un poco de tranquilidad, recuperar el sueño, dormir mejor. Hace tiempo que decidí transitar un nuevo camino de desarrollo personal. Si yo no me preocupo por mí, nadie lo hará en mi lugar. Debo priorizar mi propio bienestar por encima de cualquier otra situación que pueda suceder. Esta campaña política me liquidó. Demasiada presión. Pese a todo, creo haber cumplido con los partidos que depositaron su confianza en mí. Laburé más de lo que pensaba, hice entrevistas con los candidatos, difundí sus propuestas. Les dediqué un espacio destacado en mi portal, y me siento satisfecho de haber podido brindar un servicio para que la opinión pública tenga más en claro a quién votar. Yo no voy a regalar mi tiempo a aquellos que no quisieron hacer publicidad. Cada uno sabe qué le conviene, a esta altura no me voy a hacer mala sangre por eso. Tengo la tranquilidad de haber hecho todo lo posible para que mis clientes tengan la respuesta que esperan. Lo que pase después ya no es mi responsabilidad.


Como en campañas anteriores, los militantes de cada espacio tienen stands en la Plaza 1810 para indicarle a la gente en qué escuela tiene que votar. Ha habido cambios significativos en los lugares de votación respecto de las últimas elecciones. No sé si habrá un gran ausentismo, se me ocurre pensar que se notará más en los comicios de octubre, ya que no habrá candidatos locales. Hay listas que no me convencen para nada, me parecen un rejunte de oportunistas. Pero mientras acepten pagar por los servicios publicitarios de mi medio, yo les doy espacio a todos para que den a conocer sus propuestas. Al final de cuentas, son vecinos de Lobos, y con la mayoría de ellos ya he tenido trato en otra oportunidad. Sin embargo, debo decir que algunos ni siquiera saben por qué integran una lista, no tienen ningún proyecto ni nada que se le parezca, por lo cual uno puede deducir que su desempeño como futuros concejales será paupérrimo. Por estas cosas que suelen pasar, es inevitable no decepcionarse con la política. La mayoría de los partidos dedica tiempo y recursos a grabar videos para Instagram, pero llegará el día en el cual esos candidatos asuman sus bancas y ahí se termina la virtualidad, a más de uno no se le conoce la voz, porque su desempeño es intrascendente. 


Yo nunca votaría a La Libertad Avanza, la lista que presentaron es un cachivache, y creo que la ciudadanía ha tomado nota de ello para restarle su apoyo en las urnas. El voto es algo muy valioso como para darse el lujo de desperdiciarlo. De hecho, los políticos hacen cualquier cosa para conquistarlo y ganarse el favor del electorado. La verdad es que Lobos necesita un cambio: Así como estamos no se puede seguir. No hay gestión, tampoco impulso por progresar, estamos sumidos en una decadencia absoluta. No sé cuánto hace que estamos en esta situación, pero no es de ahora. Hace, por lo menos, diez años. Muchos funcionarios municipales ganan fortunas sin hacer demasiado, todos los meses se llevan al bolsillo una buena tajada por calentar una silla. Quizás es momento de que el peronismo vuelva al poder. Podemos endilgarle un montón de cosas, pero lo cierto es que sus dirigentes tienen vocación por hacer y construir. Es necesario volver a las fuentes y darles una oportunidad a los jóvenes de asumir un cargo electivo. Pienso que Martín Carriquiry puede hacer una buena elección, y repetir el resultado favorable en 2027 cuando se postule como candidato a Intendente. Es una figura que trae consigo vientos de renovación y consenso. Si alguien logra terminar con la grieta y se pone la camiseta de Lobos, será un buen motivo para celebrar que hemos dejado atrás una página de estancamiento y mediocridad. Nos estamos viendo pronto, ya con mayores precisiones para efectuar un análisis. Punto final.

21 de agosto de 2025

Por qué es necesario fortalecer el debate

Mitad de semana en la ciudad. Estoy ante el desafío de recuperar la motivación, atravesé una etapa en la cual el común denominador era el desgano y la falta de entusiasmo. Ahora me propuse hacer todo lo que me sea posible, redoblando los esfuerzos para ofrecer un producto periodístico de calidad. No voy a claudicar ni a dejarme ganar por el desánimo, todavía tengo mucho para dar. Me siento preparado para hacer frente a lo que me depare el futuro, no estoy en condiciones de dar ventaja ni de regalar nada. En los próximos días voy a retomar las entrevistas a los candidatos políticos. Me parece interesante que la gente tenga la posibilidad de elegir en base a las propuestas que cada uno de ellos puedan ofrecer. Yo les ofrezco el espacio a todos los partidos, pero priorizo a los que contrataron mis servicios porque ellos son los que están pagando. El oficialismo aún no me pidió presupuesto, y yo no voy a ofrecerme ni nada que se le parezca. Ellos tienen mi número, saben dónde encontrarme, no es un secreto para nadie. Todavía no han presentado la lista, quizás estén demasiado confiados en obtener un resultado favorable pese a que hoy los números están marcando otra cosa. En fin, cada uno hace su juego. Lo que me llama la atención de esta campaña es que han diseñado spots específicos para las redes sociales. Años atrás no se le daba tanta importancia a Instagram, por citar un caso. Por otra parte, para estos comicios han cambiado la mayoría de los lugares de votación. Yo antes votaba en el Nacional, ahora tendré que hacerlo en la Escuela 11. No está claro cuál es el objetivo que se persigue con estas modificaciones, pero por las dudas no está de más consultar el Padrón.


Lobos se ve deslucido, a media máquina. Esta gestión municipal está dando muestras de agotamiento y el hecho de que presenten candidatos en la lista de La Libertad Avanza parece ser una pésima decisión. Sin embargo, quizá sea prematuro para trazar un pronóstico. Tengo la impresión de que los partidos de la oposición harán una buena elección, comenzando por el peronismo, que está poniendo toda la carne en el asador para obtener un triunfo. Los conservadores también cosechan adhesiones en el electorado, con la vuelta de la boleta corta que distinguió al partido vecinalista décadas atrás. De todas maneras, como mencioné en una nota anterior, el gran desafío será seducir a aquellos que no tienen intenciones de ir a votar. El ausentismo en estas elecciones será significativo, y se acentuará aún más en los comicios de octubre, ya que no habrá candidatos locales en pugna.


Estaría bueno que hubiera un debate televisado. Ya que tanto les gusta criticar al adversario en las redes sociales, lo más lógico sería que se dijeran en la cara lo mismo que declaman mediáticamente. Creo que un debate es un instrumento válido dentro de la democracia para que el electorado pueda llegar a mejores conclusiones. Sólo hace falta que todos los candidatos estén de acuerdo. Pero dudo que eso pase. A nadie le interesa confrontar, prefieren hacer la plancha y recurrir a viejas artimañas para asegurarse el voto. Lo que tienen que hacer para ganar adhesiones es referirse a los temas que preocupan a la gente: Seguridad, salud, educación, viviendas, empleo. Como vecinos, no podemos dejar que se nos pase el tren otra vez. Somos rehenes de un modelo sin futuro, y es hora de pasar a la acción. Necesitamos volver a creer que es posible dejar atrás 10 años de retroceso para transitar un camino de prosperidad. El partido que resulte ganador en estas elecciones se posicionará de un modo inmejorable para 2027, cuando sí se pondrá en juego qué perfil queremos para Lobos. No es momento para tibios o improvisados, sino para que asuman sus bancas aquellos que estén mejor capacitados para la función pública. Llevamos muchos años de estancamiento mientras otras localidades vecinas han experimentado un crecimiento notable. No podemos seguir recurriendo a viejas recetas que ya demostraron su fracaso. Ojalá que los próximos concejales demuestren un compromiso por honrar el cargo para el que fueron elegidos, y que presenten proyectos que contribuyan a un mejoramiento de la calidad de vida. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


12 de agosto de 2025

El desafío de dar vuelta de página y comenzar a escribir la historia

 

Transitamos la segunda semana de agosto. Un mes que sirve como preludio de la primavera, y que se ha caracterizado por el lanzamiento de la campaña política rumbo a las elecciones del 7 de septiembre. No todos los partidos han dado inicio a la etapa proselitista, por el lado del oficialismo es muy poco lo que se sabe, ni siquiera me han pedido presupuesto para publicitar como sí lo hicieron los demás. Ayer hice una nota con un referente del peronismo local, una fuerza política que tiene buenas chances de hacer una elección que supere las expectativas. La verdad es que resulta complicado hacer entrevistas y coordinar horarios, yo creo que a medida que se acerque la fecha esa situación se notará más aún, es difícil trazar un diagnóstico porque cada partido le imprimirá a esta campaña un sello diferente. Lo que se advierte es un escenario de gran fragmentación, con pocos liderazgos y una indiferencia del común de la gente ante estos comicios. Yo creo que cuando haya que votar nuevamente, en octubre, el desencanto será mayor, porque ni siquiera habrá candidatos locales en esa segunda instancia.


He escrito tantos posteos desde que arranqué con este blog que a veces me cuesta no repetirme. Tengo la sensación de que lo que voy a expresar ahora ya lo dije antes, en otro contexto. Lo mejor es renunciar a toda pretensión por ser original y describir los hechos tal como suceden. Todavía no tengo definido por quién voy a votar. Hay algunas listas interesantes, pero me es difícil estar de acuerdo con toda la nómina de concejales y consejeros escolares. Hay vecinos que me hubiera gustado que fueran tenidos en cuenta, y que por algún motivo no figuran entre los candidatos. Son militantes reconocidos de los respectivos partidos, así que me hace un poco de ruido que no ocupen un lugar dentro de la lista. Pienso, como dije en otra nota, que el peronismo hará una buena elección a nivel local, y que logrará capitalizar el descontento que hay hacia el oficialismo. El desgaste que ha sufrido la actual gestión municipal es notorio. Lobos sigue postergado en todos los sentidos, llevan 10 años de gobierno y no han podido dar respuesta al déficit habitacional ni a resolver ninguna de las carencias que padecen los vecinos. Hay cosas que se podrían mejorar sin que ello implique un gran desembolso de dinero, sólo hace falta voluntad política y ganas de poner a la ciudad en el sitial que nunca debió resignar. Otro partido que tiene buenas chances es la UVC, que esta vez volverá a competir con la boleta corta. Aunque no ganen, fue la mejor decisión que pudieron tomar para conformar una lista “pura”, sin necesidad de tejer alianzas. Todo partido vecinalista tiene sus limitaciones, eso es cierto, pero la experiencia de haber conformado un frente como Cambiemos o Juntos por el Cambio no arrojó los resultados esperados. Y en caso de haber compartido la boleta de LLA, ello los hubiera obligado a seguir relegando posiciones. La negociación es clave dentro de la política, pero lo que está en juego es lo que cada uno está dispuesto a ceder. El oficialismo y los libertarios dejaban a los conservadores muy abajo en los lugares más codiciados de la lista, y creo que ese fue el principal motivo por el cual no prosperó un hipotético acuerdo. Claro que afrontar solos una campaña electoral no es fácil. Tendrán que redoblar los esfuerzos para llegar a todos los barrios y marcar presencia territorial. 


Yo no sé qué tan importantes son estos comicios, al fin y al cabo son elecciones de medio término, no hay en juego cargos importantes. Pero acá en Lobos, la composición del Concejo Deliberante es la llave para asegurarse la aprobación de las ordenanzas que eleva el Ejecutivo. Hasta ahora los laderos del Intendente han contado con una mayoría automática que les dio resultado para gobernar sin necesidad de consensuar. Pero eso puede terminarse pronto si, como se prevé, el peronismo y el vecinalismo se llevan la gran parte de las bancas.


Sin embargo, pese a la incertidumbre imperante, hay algo que está en claro: Sea cual fuere el resultado, se vienen dos años muy difíciles para Lobos. Quienes accedan al Deliberativo deberán mostrar compromiso y madurez para hacer frente a las cuestiones que reclama la ciudadanía. Aquellos que nunca han ocupado un cargo electivo y asuman por primera vez una banca tendrán una gran responsabilidad para que, de una vez por todas, el Concejo Deliberante no funcione de espaldas a la gente. La realidad es que hoy por hoy casi nadie concurre a las sesiones, y ello demuestra el desinterés que existe de parte de los vecinos para lo que se debate en el recinto. Todo esto se puede revertir. Sólo hace falta la voluntad de quienes ingresen al Concejo por dar vuelta de página y empezar a escribir la historia. Nos estamos viendo pronto. Punto final.

Sólo una vuelta más...

  Primeros días de diciembre. Se nota que hay más movimiento en la calle, más afluencia de clientes en los comercios, y seguramente es un fa...