Magnífica jornada de domingo. Estamos disfrutando de una tarde hermosa, a pleno sol, luego de dos días de lluvia y viento. Hoy fui a votar temprano, me tocó la misma escuela que en las elecciones de septiembre, aunque la ubicación de la mesa era diferente. En este blog ya hemos hablado bastante de la boleta única y de las elecciones, así que sólo resta agregar que fue un trámite ágil y rápido. No hubo grandes filas ni aglomeraciones: Todavía no tengo el dato de qué porcentaje del Padrón concurrió a votar, pero lo que puedo afirmar es que todo se desarrolló con normalidad. A mí no me molesta para nada ir a votar, he participado de todos los comicios y creo que lo seguiré haciendo durante toda la vida. No entiendo a esa gente que busca alguna excusa o artilugio para no ir a las urnas. Creo que si no participamos con un sufragio cada dos años, no estamos en condiciones de reclamar ni de exigir nada. En la Provincia, competían 15 listas de candidatos a Diputados Nacionales. Son muchas opciones como para no elegir ninguna. Veremos qué pasa con el oficialismo. Para posicionarse en el escenario político, La Libertad Avanza tiene que cambiar de libreto y emprender una renovación. Hay personajes patéticos que salen en los medios diciendo barbaridades en nombre del partido y que le hacen un flaco favor. Toda esa gente debe llamarse a silencio. Los libertarios llegan a estos comicios con un contexto económico complicado. La coyuntura no da señales de recuperación, y hay muchos argentinos decepcionados con esta realidad. No es para menos: El dólar sigue subiendo, se dispara el riesgo país, el mercado interno no repunta, cae el consumo, y cierran muchos locales. Los sueldos están congelados y la plata ya no alcanza, porque se encareció el costo de vida. Ello hace que el común de la gente no cuente con un excedente para volcar en el consumo de determinados bienes. Obviamente, se prioriza lo esencial para vivir, y después se ve si sobra algo para realizar otro tipo de gastos. La inflación se mantiene baja, pero los precios no aumentan porque no hay demanda. A ningún comerciante le conviene una remarcación excesiva porque los pocos clientes que tiene desaparecerían como por arte de magia.
En los días previos a la elección, miré con detenimiento un facsimil de la boleta. Fue así como constaté que no hace falta ser un erudito para comprobar que tenemos como candidatos a un runfla que sólo puede postularse en un país como la Argentina. Y digo esto sin referirme solamente a las listas de LLA y Fuerza Patria. Lo que pasa con LLA es que se han subido al tren muchos tipos que no encontraban lugar en ningún lado y terminaron recalando en el partido violeta, por eso se convirtió en una bolsa de gatos. Acá en Lobos lo sabemos muy bien. Por supuesto, cada uno puede participar y militar en la fuerza política que le plazca, pero del mismo modo yo tengo el derecho a no avalar con mi voto esas candidaturas. Como siempre, se impondrá lo que decida la mayoría. De Milei se dicen muchas cosas, y yo creo que lo que lo sostiene es el electorado anti K. Lo que me defrauda de las figuras que tiene hoy Fuerza Patria es que le sigan profesando lealtad y devoción a Cristina. Muchachos, Cristina no vuelve más, está condenada, y la única salida que tiene es que en el futuro algún peronista que asuma le otorgue un indulto. No me interesa discutir con nadie si es culpable o no, para eso están los fiscales y los magistrados. Kicillof es un cuadro político interesante, pero tiene que encarnar la renovación y despegarse de CFK. Siguen haciendo un peregrinaje al domicilio donde Ella está presa con la tobillera. Es patético, dejémonos de joder, no puede ser que no haya ningún liderazgo dentro del peronismo con tantos militantes valiosos que tiene. Es lo mismo que pasaba cuando Menem tuvo una breve prisión domiciliaria durante el gobierno de la Alianza y los obsecuentes de siempre lo iban a visitar y a pedirle consejos. El kirchnerismo hoy está extinguido porque sus referentes están presos o muertos, pero pese a ello los libertarios no han sabido aprovechar ese vacío institucional para afianzarse en la consideración pública.
Milei ganó en 2023 porque la sociedad estaba harta de ver las mismas
figuritas cada dos años. Hoy sabemos que no es suficiente con ser un outsider para poder
gobernar. Los mismos estratos sociales que constituyen su núcleo duro hoy se
sienten decepcionados porque ven mermados sus ingresos, en medio de una
recesión y una malaria sin precedentes. Sí, puede ser cierto que si ganaba
Massa íbamos camino a una híper, pero eso ya pasó, ya es historia
contrafáctica. Ahora es momento de dejar de
lado los fríos números del superávit fiscal y de volcar algo de plata en el bolsillo de la gente. Los impuestos son muy altos, Milei
prometió bajarlos, también estaba la promesa de dolarizar, de cerrar el Banco
Central. Bueno, lo que estamos viendo hoy es que el Central interviene cada vez
con más frecuencia para contener al dólar, sumado ello al Tesoro de EE.UU. Por
supuesto, no todos tenemos la posibilidad de ahorrar o invertir en dólares. Si
apenas nos alcanza para ir a comprar lo básico al almacén o al súper, sería un
delirio pensar que vamos a destinar nuestro dinero al mercado financiero. Nadie
brinda un paliativo a los jubilados, a los discapacitados, a los desempleados.
Son sectores que permanecen excluidos desde hace años. Hubo alguna etapa en la
que la clase pasiva estuvo mejor, pero tampoco fue una cosa de locos como para
hacer alarde de eso. Mientras tanto, los cabezas de termo siguen yendo a San
José 1111 a visitar la cárcel de Cristina. Basta, loco, ya tuvieron su
oportunidad, ya fueron Gobierno, ahora tienen que barajar y dar de nuevo. ¿Taiana
va a ser diputado? ¿En serio? ¿El mismo tipo que militó en agrupaciones
extremistas los 70 y que se benefició con el vacunatorio VIP en la pandemia? ¿Y
qué me dicen de Grabois, otro impresentable que pelea en los primeros lugares
de lista? Como se ve, todos tienen un muerto en el ropero, por eso me parece
que antes de rasgarse las vestiduras por los sucedido con Espert, que ya renunció, sería bueno
preguntarse por casa cómo andamos. Eso sí: Cuando se trata de votar para
aumentarse los sueldos, tanto diputados como senadores se ponen de acuerdo
enseguida. Es decir que, cuando les conviene, no hay grieta que valga. Ganan
más de 9 millones, ¿eso a cuántas jubilaciones mínimas equivale? No más
preguntas, señor Juez. Nos estamos viendo dentro de dos años, en la próxima
elección. Punto final.