5 de octubre de 2025

A armarse de paciencia: Esto recién empieza

 

Entramos de lleno en el tramo final del año. Siempre que llega octubre hago una afirmación parecida, en ese sentido podríamos decir que no soy muy original. Ya empieza a hacer calor desde temprano. Si saliste a la calle por la mañana vestido con un buzo o pulóver, probablemente sudes la gota gorda cuando se acerca el mediodía. También habría que agregar que la ansiedad que uno suele acumular hace que la transpiración se propague por doquier en cualquier momento del día. Bueno, es lo que hay. Habrá que adoptar nuevas estrategias, cambiar de hábitos, todo lo que sea útil como una solución no farmacológica. Es decir, un estilo de vida que no requiera de medicación. Mucha gente logra bajar un cambio haciendo meditación, o con ejercicios de respiración consciente. Como tengo tantas cosas en la cabeza, a mí se me hace difícil concentrarme en un mantra o algo parecido, pero si otros lo pueden hacer, quiere decir que no es algo imposible de implementar. Es importante que cada uno conozca sus puntos débiles para saber que todas las acciones deben concentrarse ahí, para fortalecer la voluntad que suele flaquear en determinadas instancias. Digo esto porque es frecuente que nos aferremos a la comodidad, a lo ya conocido, y todo ello es un gran limitante, nos impide avanzar. La mayoría de nosotros sabemos lo que es recomendable para alcanzar el bienestar, pero eso no quiere decir que vayamos a cambiar de hábitos de un día para el otro. Si vas a ver a un médico, es casi seguro que te aconsejará caminar y hacer ejercicio. Está probado que es algo saludable. Pero nos resistimos un poco, vamos a decir las cosas como son. Nos cuesta sostener una caminata, porque siempre encontramos excusas para quedarnos en casa y no hacer nada. Por supuesto, esto no sucede con todos por igual. Hay personas que tienen una gran fuerza de voluntad y que realizan actividades al aire libre con constancia y dedicación. Han podido organizar su tiempo para emprender una caminata y cumplir con sus obligaciones laborales sin que una cosa interfiera con la otra.


Sin duda, lo que más nos cuesta es activarnos, dejar la pereza, ponernos las pilas. Yo retomé el gimnasio hace unos días, y a partir de ahora el gran desafío es mantener una rutina de dos o tres veces por semana. Como sucede con todo, uno arranca con mucho entusiasmo, pero después hay que compensar de alguna forma la falta de motivación para poder darle continuidad. Pensándolo bien, si nos inventamos excusas para ir postergando algo indefinidamente, pasará el tiempo y vamos a estar siempre en el mismo lugar. Todavía nos quedan por delante los últimos cartuchos de 2025, y es importante poder llegar a diciembre con la tranquilidad de que los 12 meses arrojaron un resultado positivo. Si nos quedamos esperando a que nos suceda un gran acontecimiento, se nos va a pasar la vida y no vamos a aprender a valorar los pequeños pasos que podemos dar para sentirnos mejor. Así que en eso estamos, tratando de renovar los esfuerzos para alcanzar ese estado de bienestar que nos merecemos. 


Según mi percepción, la sociedad está muy violenta y convulsionada. No puedo precisar cuánto hace que venimos así, pero no hay señales de que eso vaya a cambiar en un corto plazo. La grieta que existe no es solo por una preferencia política, sino que cualquier juicio de valor sirve para fomentar la polémica y la división. No nos ponemos de acuerdo en nada, lo cual es muy frustrante. Desde el oficialismo, la Libertad Avanza no cesa con su prédica confrontativa, muchas veces sin ningún tipo de argumentos. En lugar de buscar consensos, hacen exactamente lo contrario. Así es muy difícil que obtengan la adhesión de los bloques opositores para impulsar proyectos en el Congreso. Luego de la derrota en las elecciones del 7 de septiembre, deberían reflexionar sobre la estrategia que han adoptado, porque es evidente que no se logró el efecto esperado. El escándalo por la candidatura de Espert amenaza con repercutir negativamente en los comicios de este mes. Hoy más que nunca, es necesario evitar la confrontación, ya que no conduce a nada positivo. Antes, por lo menos, se discutía con altura, a otro nivel. En cambio, lo que vemos ahora es una descalificación constante de aquel que piensa diferente. La tolerancia es una virtud que todos debemos ejercer a diario si entendemos que cada uno es libre de expresar sus ideas como desee. Cualquiera puede tener una opinión distinta a la nuestra, pero lo que sí provoca hartazgo es que los demás nos pretendan convencer de su verdad. Bueno, eso es lo que hacen los partidos durante la campaña: Intentar seducir al electorado para que los vote. Habrá que armarse de paciencia, porque la etapa proselitista recién empieza. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


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