A nivel personal,
me siento satisfecho. Ya comencé a tomar clases en los cursos de Formación
Profesional. La verdad es que se demoró un poco, y el primer día que llegamos
ocurrió una situación inusual, ya que la escuela donde cursamos estaba cerrada, los alumnos tuvimos que esperar afuera y hubo que aguardar 15 minutos hasta que alguna
autoridad llegara con la llave salvadora que nos iba a abrir las puertas del
conocimiento, por decirlo de un modo poético. Pero por suerte ese día cursamos con normalidad y el
inconveniente se pudo subsanar. La primera clase fue muy hablada, esperaba que
fuera más interactiva, aunque pensándolo bien, lo fue a su manera, ya que por ser el primer encuentro nos tocó presentarnos en calidad de alumnos y explicar por qué nos habíamos
inscripto en un curso de Marketing. Fue así como conocí las historias de varios
emprendedores de Lobos que yo desconocía, gente que le está poniendo pilas y
esfuerzo a un proyecto y que busca potenciarlo para elevarlo al siguiente
nivel. Fue un gran impulso para pensar en cómo incrementar las ventas de mi
portal digital, que me costó mucho esfuerzo sostener y que hoy ya está
consolidado dentro de los medios de prensa de Lobos. Pero siempre se puede
apostar a más, siempre se pueden generar nuevos ingresos. Consolidar un
proyecto implica un posicionamiento de marca, que la gente la reconozca y la
considere sinónimo de prestigio, de calidad. Lo nuevo siempre atrae, pero al
cabo de un tiempo hay que hacer sustentable ese impulso inicial.
Yo tengo mi
diario Lobos 24 desde 2017, y estoy pensando en darle un nuevo perfil, que no
lo tengo definido todavía, pero que es necesario. Cuando yo me decidí a lanzar
el portal, tuve que hacer una inversión muy grande, y amortizarla me llevó
bastante tiempo. Para ese entonces, el mayor tráfico de Internet ya estaba en
los celulares y tenía que ofrecer una plataforma atractiva para ese formato.
Trabajamos en conjunto con el diseñador del sitio para lograr el mejor producto
posible, que tiene gastos fijos como la renovación anual del dominio y del
hosting. El domino es la marca, el nombre que te identifica y que debés renovar
porque si no lo perdés y el público ni te registra. El hosting es el
alojamiento del sitio en un servidor, para que esté activo y pueda ser visitado
por la audiencia. Desde principios de año voy ahorrando lo que pueda para que
no me tome de sorpresa, porque los costos suben constantemente. Le estoy
dedicando más espacio a noticias regionales que tienen impacto en Lobos, es
cuestión de investigar y googlear exhaustivamente porque siempre se encuentra
algo. La realidad de los municipios vecinos está muy relacionada con el
nuestro. Hay fiestas populares, delitos aberrantes, sesiones del Concejo
Deliberante… La vida cotidiana de un municipio no difiere mucho de otro. Lo que
sí marca la diferencia son los funcionarios que el Intendente de turno designa
para ocupar cargos en el Ejecutivo, ya que hay mucha negligencia o falta de
respuesta a los vecinos en determinados casos. Lobos necesita un relanzamiento
integral como ciudad, se ha convertido en un pueblo donde abunda la mugre, la
basura, los robos son cada vez más frecuentes, el tránsito se vuelve caótico, nadie
se hace cargo de nada, y la gente ya no sabe a quién recurrir o a quién
reclamar.
Es cierto lo que me planteaba un concejal: La gestión actual está padeciendo un evidente un desgaste, aunque para mí desde el día uno no mostraron mucho interés en hacerle la vida más fácil a los lobenses. Ya con un tercer mandato encima, esa tendencia se acentúa, no se brindan respuestas a las necesidades básicas, están avanzando en la tercerización de servicios cuando los memoriosos recordarán que hubo una empresa en los ’90 que se llamaba Garbo Sur y que hizo un desastre, no cumplió en absoluto con las expectativas, y lo que se debería hacer es contratar nuevo personal para satisfacer las demandas del servicio de barrido. Por otra parte, el agua corriente sigue con un alto contenido de arsénico y a ninguna autoridad esto parece importarle, seguramente en sus domicilios tendrán dispensers que los abastecerán del vital elemento con otra calidad apta para el consumo.
Yo tengo
una deuda de gratitud con Lobos porque es la ciudad en que nací y que me ha
dado todo, pero hay mucha gente de mierda que se empeña en afear el paisaje urbano ya sea por ignorancia o porque buscan la solución más fácil, como sucede
con el cableado en la zona céntrica que es totalmente desmesurado e impresionante, sumado a las
antenas de televisión abierta que todavía subsisten en los techos de las
viviendas y que han quedado obsoletas. Los perros sueltos siguen provocando
accidentes, obviamente no se puede culpar a los animales, sino a la ausencia de
políticas públicas en materia de zoonosis. Las castraciones barriales están
bien, pero con eso no alcanza. Por un lado, los perros de la calle circulan
cerca de los domicilios porque hay gente que les brinda alimento. Es un gesto
noble, pero perjudicial. Por otro, los canes se acostumbrar a frecuentar esos
lugares y cualquier vecino que circula en bicicleta puede ser víctima de
mordidas que lo hacen caer del rodado y lesionarse.
Los servicios
públicos que presta el municipio distan mucho de ser óptimos. La recolección de
ramas, el barrido que ya mencionamos, el mantenimiento de los espacios verdes…
Y la lista sería larga de enumerar. La inseguridad se da a todo nivel, los
robos de motos y bicis, las riñas callejeras, son cada vez más frecuentes, y
todos nos preguntamos qué función cumple el Centro de Monitoreo, porque ha
habido casos, como los robos a las inmobiliarias, que se perpetraron en pleno
centro y al parecer, nadie vio nada. Si el Intendente tiene la aspiración de
finalizar bien su tercer mandato, es necesario ajustar varias clavijas y hacer cirugía mayor, para paliar todo aquello que se ha deteriorado ostensiblemente. Punto
final.