17 de agosto de 2008

The delicate sound of thunder


Como mencioné en un post anterior, estoy siguiendo -dentro de mis posibilidades- el desarrollo de los Juegos Olímpicos. Tal como había previsto, la performance argentina en estos Juegos es vergonzosa, sobre todo en el atletismo, aunque hay que reconocer que tenemos alguna chance en los deportes colectivos. Me asombró -o quizás no tanto- la escasa incidencia de Cuba en el medallero. Y digo no tanto, porque la isla está viviendo una etapa de transición y no se sabe bien qué va a pasar con el régimen, entonces tal vez las prioridades pasen por otro lado para el gobierno cubano, que supo contar con excelentes atletas, muchos de los cuales aprovechaban las olimpíadas para desertar y no volver a Cuba. Hablemos un poco de Messi. Para empezar, y por obvio que resulte decirlo, Messi no es Maradona. Todo intento por compararlo no resiste el menor análisis y carece de seriedad. Messi es un jugador extremadamente talentoso, y es el jugador argentino que más se le aproxima a Maradona por su modo de jugar y por su visión de lo que es un partido de fútbol. Es un jugador completo, solamente opacado en este momento por las estrellas brasileñas del Barcelona. Para lograr el despegue internacional y la consagración deberá obtener algún título; si no es la Copa del Mundo, al menos el Torneo Olímpico. Messi tiene todas las chances para convertirse en un crack, pero también tiene la triste oportunidad de creerse el mejor de todos y empezar con los excesos, como el nunca bien ponderado Ortega, a quien se le dieron todo tipo de privilegios para que permanezca en River a sabiendas de que es un alcohólico crónico. Lo echaron de todos los clubes en los que estuvo en Europa, lo cual no habla muy bien de él. Mejor dicho, o lo echaron, o terminó mal, lo cual para el caso es básicamente lo mismo. Esto es todo por ahora, amigos. Que comiencen bien la semana y no se pierdan estos Juegos, de lo contrario deberán esperar cuatro años para ver otro evento similar.

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...