11 de agosto de 2008

Fin de semana desvelado


Fin de semana olímpico. Entusiasmado ante la posibilidad de ver buen fútbol, me levanté de madrugada para ver el partido de la Selección ante Australia. A decir verdad, no podía conciliar el sueño, lo cual hizo que tuviera una buena excusa para ver el partido sin sentirme un estúpido por traicionar mis convicciones respecto al fútbol actual. La cuestión es que, como a esa misma hora jugaba la Selección de basquet, cada tanto pasaban flashes acerca de cómo iba el partido del deporte de los aros. No está mal si tenemos en cuenta que son los únicos dos deportes en los que Argentina tiene posibilidades reales de obtener una medalla de oro, pero ¿por qué no insertaron un recuadro con una pantalla más pequeña para ver ambos partidos simultáneamente, como hacen los noticieros cuando hay dos noticias importantes que coinciden?
El primer tiempo pasó sin pena ni gloria, y los australianos demostraron ser un hueso duro de roer. Apagué la TV con fastidio, e intenté dormirme nuevamente. Cuando me desperté, cuatro horas después, me enteré de que Argentina había ganado 1 a 0, pidiendo la hora ante un rival que ya dejó de ser un trámite para convertirse en un escollo (me sorprendió enterarme que varios jugadores de Australia integran el plantel de equipos europeos). Lo único que lamento es haberme perdido el gol, que según vi más tarde en la repetición, fue notable. Messi no se pudo soltar del todo, quizá porque estaba muy marcado y porque se enredaba en sus propias jugadas. Así y todo, tuvo un par de chances de gol.
Creo que T y C Sports debería elaborar un compacto más completo, una especie de noticiero olímpico. La cobertura que están haciendo dista mucho de la anterior, de Atenas 2004. Es cierto que la diferencia horaria era otra, pero precisamente por ese motivo es que resulta necesario ofrecer programas para los que no quieren (o no pueden) levantarse a las 6 de la mañana a ver un partido.

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