5 de diciembre de 2010

Todo lo que pido es un lunes tranquilo


Hace tiempo ya que no empiezo la semana con tranquilidad. Me refiero a que el lunes, además de ser un día de mierda "per se", siempre pasa algo que me altera, me molesta o me hace sentir mal. Quizá sea una mera coincidencia del calendario, no lo sé, pero últimamente no hay lunes donde no pase algo no deseado. Y como además en una oficina o trabajo cualquiera todos tratan de hacer lo menos posible, te tiran el fardo a vos. El mensaje es: "arreglate como puedas, es asunto tuyo". Es poco probable que alguien salga en mi defensa en una situación de conflicto, sencillamente porque cuando hay una contorversia el empleado más nuevo es el que lleva las de perder. Vale decir, el hilo se corta por lo más delgado, y alguien que hace poco que está trabajando en una empresa es el primero en ser señalado con el dedo por hechos en los cuales poco tuvo que ver.

Necesito paz, serenidad, tranquilidad. Y algo me dice que no soy el único. Si miramos a nuestro alrededor, no es casualidad que cada vez más gente consuma ansiolíticos o tranquilizantes. Hoy, domingo, podría haber aprovechado más el día para hacer las cosas que me gustan, pero siempre surge algo que te arruina el plan. Levantarse tarde un domingo hace que pierdas buena parte del día, pero si te acostaste a las 5 AM es previsible que vas a dormir hasta el mediodía como mínimo.


Definitivamente, quiero ir a trabajar mañana sin tener que bostezar cada cinco minutos, para lo cual debería acostarme temprano hoy, pero la vida no es tan simple y cuando están por dormirte te "hierve la cabeza, te empezás a maquinar, trazás conjeturas acerca de lo que puede suceder, y así se pasan las horas. Las campanas del reloj de la iglesia, que detesto, nos hacen saber que ya son las 2 AM, y seguimos sin poder dormir, hasta que finalmente uno se encuentra con todas las sábanas revueltas, ya salió el sol, son las ocho de la mañana y el día ya comenzó. El lunes, inexorablemente, es una realidad.

¿Han notado que el peor desayuno es el del lunes? Es así, no tengan dudas. El estómago ya presiente que algo no funciona bien.
Y después... los días pasan rápido, llegarán de un momento a otro las Fiestas, y el alcohol, y la resaca, y el pan dulce horrible, y la sidra cada vez más parecida a jugo de manzana viejo. Y así se terminará 2010. Pero eso ya será tema de otro post, el clásico post de fin de año, el que no puede faltar, viste, porque algún "balance" hay que hacer, y recordar qué carajo hicimos de nuestras vidas en los últimos 12 meses.

No hay comentarios.:

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...