8 de noviembre de 2018

Evitar las malas compañías para las Fiestas

Hola amigos, transitamos ya la segunda mitad de la semana, en medio de temperaturas agobiantes, pero es parte de esta época del año. Estoy tratando de poner la compu en condiciones, ya que podría decirse que es mi principal herramienta de trabajo. Hace alrededor de un año invertí en comprar una nueva notebook, pero las cosas no fueron tan sencillas, no sólo por el costo económico. Venía con el sistema operativo Windows 10 (el más reciente) , que tiene muchos problemas de conectividad a Internet. Esto es un pequeño detalle,  si tenemos en cuenta que quienes ofrecen Internet en Lobos no brindan una velocidad adecuada para la conexión rápida. Pues bien, luego de llevarla a un técnico para intentar corregir el desbarajuste, nuevamente la voy a empezar a usar para mi laburo y para redactar los textos que ustedes suelen ver aquí. 

Tarde o temprano, no queda otra alternativa que pagar o renovar los insumos que uno suele usar, desde un simple par de pilas, hasta una cámara de fotos que tenga calidad aceptable. Con respecto a esto último, debo decir que algunos celulares sacan fotos muy buenas y me han "salvado" cuando notaba que la cámara pocket no me aportaba una imagen digna de publicar en un diario digital. 

Ya aparecieron en las góndolas de los supermercados todo lo que se suele consumir para las Fiestas: turrones, Mantecol, pan dulce, sidra... en fin, en los últimos años hay una tendencia de que esas fechas tengan otro tenor, hay gente que alquila una quinta, otros que celebran Navidad con amigos porque no soportan a sus familiares... lo cual está bien, porque en realidad es bastante hipócrita juntarse con gente con la que no hay relación o trato fluido sólo dos veces al año. Es una costumbre, la de hacer una cena íntima, que ya hemos adoptado con mi familia cercana, somos cuatro personas, y nos conocemos lo suficiente como para no pasar ningún momento que genere incomodidad al otro. 

 De los manjares navideños, lo único que realmente me gusta es el Mantecol, el pan dulce viene cada vez de peor calidad, es un pedazo de masa con un montón de conservantes y colorantes. Por eso, siempre sostengo que no es importante lo que vayamos a comer en Nochebuena o Año Nuevo, sino pasar un rato en familia o con tus afectos más cercanos, que las horas transcurran tranquilas, sin deseperarse por que llegue la medianoche, no ver esto como un cambio de ciclo o de expectativas, ya que nuestra vida no va a cambiar radicarlmente en la transición del 31 de diciembre al 1º de enero. Por lo general, el primer día del año están todos reventados por todo lo que comieron y chuparon el día anterior, de manera que no es el mejor comienzo. Punto final.

Un recinto que hace rato dejó de ser “honorable”

  Nuevamente, nuestros concejales han protagonizado un lamentable espectáculo al enfrentarse con duros epítetos y con amenazas de agresión f...