5 de noviembre de 2018

Vacaciones postergadas por falta de presupuesto

Calurosa tarde de lunes en la ciudad. Empezamos la jornada bien temprano, y le pegamos derecho, con un breve impasse para comer, hasta esta hora. Hoy las nubes parecían estar jugando a las escondidas: de a ratos se acumulaban generando un cielo plomizo, pero nunca lo suficiente para que se produjera un chaparrón, pese a la intensa humedad. El comienzo de semana no estuvo particularmente ajetreado, sí hubo que estar atentos a la actualidad, porque las noticias no dan respiro y a nadie le interesa leer material que no se va renovando. Hay notas que "venden" más que otras, esto ya lo hemos hablado, lo interesante del caso es que a veces sucede del modo menos esperado. Por eso, de vez en cuando hay que tomarle el pulso a la sociedad para ver qué está demandando. Es sabido que los accidentes despiertan masivo interés, quizás haya un poco de morbo también de parte del público lector. En fin, ya muchos están haciendo planes para alquilar alguna quinta, buscarse una modesta pileta "Pelopincho", o lo que esté al alcance del bolsillo en este pre-verano que viene asomando. Pese a que estamos en épocas de vacas flacas, hay gente que no se priva de gastar lo que considere necesario con tal de pasar unos días de descanso, algo que no critico pero no comparto. No todos podemos irnos de vacaciones, es obvio decirlo, y cuando parecía que la Costa iba a ser el destino elegido, nos encontramos con una hotelería carísima, y ni hablar de ir a cenar una noche en Mar del Plata. 


  • Siempre buscan exprimir y "pelar" al turista, se quejan de que disminuyó la cantidad de visitantes pero con la megadevaluación que hubo y con todo a su favor, te descosen el bolsillo igual. Como si quisieran "salvarse" luego de una temporada con sabor a nada. No podemos pretender vacaciones cuando no tenemos cubiertos los gastos diarios que implica mantener una casa. Por supuesto, como les decía antes, muchos no comparten ese punto de vista y se van igual, aunque sea con dos mangos. Por lo menos me queda un ventilador, que deberé usar racionalmente porque cuando llegue la boleta de Eden tendré que ir en busca de un abanico o refrescarme con cubitos. Es así, amigos... para los que no la vivieron, les recuerdo que hace 30 años tuvimos una gran sequía y hubo que atravesar una crisis energética sin precedentes, con cortes programados, promediando el final del gobierno de Alfonsín. Por suerte, en los años posteriores nunca más sucedió algo semejante. Punto final.  

Dame aunque sea una mísera señal!

  Martes por la noche en la ciudad. La verdad es que no estaba del todo convencido acerca de escribir algo hoy. Pero si voy a esperar a deja...