28 de enero de 2021

Se va terminando enero, y el pescado sigue sin vender

Estamos a fin de mes y como el lógico suponer, no hay un mango en el bolsillo. Algunos ya han cobrado su sueldo, pero la mayoría tendrá que esperar a febrero. En mi caso, los avisos publicitarios los cobro según la disponibilidad de cada cliente, que no es la misma para todos. Los últimos días del mes puede que logre cobrar a alguno, pero lo mejor es esperar porque así no se te va la plata en gastos superfluos y por ende rinde más. Podríamos afirmar que el "fin de mes" en términos de poder adquisitivo ya no es más el 30 o 31, hoy cuando llega el 15 o el 20 ya entrás en default porque siempre la inflación va a estar por encima de lo mucho o poco que ganes. 

Hay comercios o empresas que consideran que es más efectivo publicitar en las redes sociales, sobre todo en Instagram que ha alcanzado un protagonismo impensado. A mí como usuario me parece bastante invasivo ver publicidades todo el tiempo y ni siquiera me limito a leerlas, la mayor parte es un contenido irrelevante para los productos que yo puedo llegar a consumir. Al menos hasta ahora, me despierta más interés una oferta o un descuento del supermercado por los medios de prensa tradicionales que por Internet, o por los folletos que las mismas cadenas distribuyen. Si vos hacés una segmentación de tu público, un producto equis (por ejemplo, cerveza), va a ser más consumido por personas entre 18 y 45 años que por otra franja etaria. Si vas a pautar en las redes debés tener en cuenta eso. Nadie se imagina viendo en Instagram un aviso de Corega o de adhesivos dentales, de laxantes, qué se yo, hay miles de casos posibles de publicidades que sólo vas a ver por televisión, porque buscás un target de gente mayor que no dedica mucho tiempo a las redes en general. Quiero aclarar que no hago este análisis porque vea anenazada mi clientela en manos de otras plataformas. Cada uno es dueño de promocionar sus productos o servicios donde quiere y al cabo de un tiempo evaluará si obtuvo resultados satisfactorios. 

El común de la gente sube fotos o videos, o comparte memes, no hay demasiado misterio si queremos indagar en el comportamiento del usuario promedio frente a FB. Y con los grupos de Compra Venta o Marketplace, si tenés en tu casa un electrodoméstico o algo en desuso le podés sacar unos mangos. Yo ya tengo identificado a varios chantas o "buscas" que proliferan en esos grupos, porque son siempre los mismos y sólo venden porquerías rotas o de dudosa procedencia. Siempre está el riesgo de ser estafado, porque vos le compraste un celular usado a un tipo, que después "desapareció" de las redes, y no recuperás más la plata que pusiste en algo que no era como estaba publicado. Obviamente hay que hacer la salvedad de la gente que se gana la vida vendiendo sandwiches, hamburguesas, facturas, y que le encontró la vuelta para laburar desde su casa haciendo delivery. En tal caso lo peor que puede paasar es que la comida que encargaste sea un asco o que te quieran cobrar por llevártela a tu casa cuando no estaba estipulado en la publicación ese recargo. Pienso que harían falta más controles bromatológicos para evitar este tipo de problemas, más aún en verano donde no podés llevar a un domicilio un sánguche de milanesa o una pizza así nomás con 36 grados. Desde hace años busco alcanzar la independencia económica y todavía no he podido lograrlo del todo, del mismo modo que no pueden hacerlo miles de personas de mi edad que aún viven con sus padres o con algún familiar. Me encargo de mis gastos y hago el aporte económico que puedo. Yo no estoy muy convencido de que este fenómeno se deba a una "adolescencia tardía", o a que esa etapa de la vida se ha extendido más por una mayor longevidad. En lo que a mí respecta soy un adulto y me comporto como tal. Si hubiera oportunidades de trabajo suficientes para todos, y si los encargados de seleccionar personal lo hicieran sobre la base de fundamentos sólidos, más jóvenes podría irse a vivir solos y dejar que sus padres tengan toda la privacidad y el espacio que desean. Pero como las consultoras de Recursos Humanos convocan a psicólogos, grafólogos, e infinidad de profesionales para una búsqueda laboral que no lo amerita, el resultado es el que podemos ver a diario. Si vos hacés un dibujito de una determinada manera, al parecer no sos un tipo conflictivo o un potencial psicópata. ¿Tanto análisis para un tipo que va a despachar nafta o atender un almacén? No me jodan, ya desde antes de la pandemia que en Lobos faltan oportunidades de trabajo. Por lado, cuando vas a un negocio o una repartición pública, muchas veces te atienden empleados mediocres, ineficientes e ineptos, que han sido contratados en virtud de ese cuestionable proceso de selección, en el cual se busca (casi) tener una sesión de psicoanálisis con el aspirante en lugar de tomarles una simple entrevista para ver si reúne las condiciones requeridas para el puesto en cuestión. No vaya a ser cosa de que nos encontremos con un kamikaze detrás del mostrador. Punto final.

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