22 de enero de 2021

Segunda ola de calor de 2021 y calles desiertas

Llegó el viernes nomás. Segunda ola de calor intenso en la ciudad. Recién comienza a verse circulación de vehículos y de peatones alrededor de las 5 o 6 de la tarde, antes de esa hora el Centro de Lobos es un páramo. Un verano inusual, sin dudas, no tanto por las temperaturas sino por la situación sanitaria que aún persiste. Por suerte tengo la "Pelopincho" para refrescarme un poco, por lo general cuando vuelvo de hacer algún mandado y el termómetro ya ha hecho mella en mi cuerpo totalmente transpirado y con el barbijo que lavo regularmente porque ello también es una manera de mantener la higiene.

A veces pienso que toda nuestra vida y nuestras acciones cotidianas están atravesadas por el COVID, al menos en los últimos dos años. Creímos, con algo de ingenuidad, que al terminar 2020 el virus desaparecería como por arte de magia. Claramente no es así, y ahora veo que todos están enfrascados en discusiones y debates sin sentido sobre la vuelta a clases. Tipos como Wiñazki o Nelson Castro se encargan de machacar, todos los días, la supuesta ineficacia de la vacuna, lo mal que estamos, cómo se manejó la pandemia en otros países... en síntesis, una visión deliberadamente negativa y pesimista que podría ser considerada una opinión más si no fuera por los intereses que esta gente persigue y defiende. No hace falta tener mucha memoria para recordar el tenor de las noticias durante el gobierno de Macri. Ocultaron prolijamente todos los escándalos de lavado de guita y testaferros, relativizaron todo lo que pudieron la crisis económica, y ello no hace más que perder la confianza y credibilidad en un medio. Ese es uno de los motivos por los que dejé de ver TN, hago zapping de vez en cuando pero con ver los títulos en el zócalo de la pantalla ya te das cuenta de cómo viene la mano. Ojo, el oficialismo también le mete condimento a esta ensalada. Tiene un grupo de medios importantes que defienden "la causa" a cambio de recibir una generosa pauta de publicidad del Estado. ¿Aasadito y heladera llena? Olvidate de que eso ocurra, con una inflación de casi el 45 %. Pero bueno, es lo que hay.  

Cuando llegás a cierta edad y te vendieron todo tipo de versos y mentiras, ya no te casás con nadie, al menos en mi caso. Como no pertenezco a ningún partido ni hago militancia alguna, cuando hay que votar elijo a quien considero "el mal menor" dentro de las opciones disponibles. Tal vez no es la mejor manera de proceder, pero yo elijo candidatos, no partidos. Después sabemos que se juntan todos, ganadores y derrotados, para proceder a la corrupción y al saqueo con infinitos cargos públicos que son tan inútiles como aquellos que los ostentan.

Volviendo al principio, lo que me ha sorprendido de este verano es que hay una gran amplitud térmica: vale decir, que durante el día se registran 36 grados y promediando la madrugada, 18 o 20° C. Trato de aprovechar ese lapso en que "la segunda ola" nos da un respiro, para ventilar mi habitación que está viciada del tufo de toda la tarde. Es el momento que dedico para leer y preparar el trabajo para el día siguiente. Nunca está de más tener "un As en la manga", de hecho todas las mañanas recorro los diarios digitales de la zona, porque siempre algo se pesca (en la medida que tenga interés para los lectores de Lobos). En fin, nos tocó un verano cruel, pero quejarse de ello no aporta demasiado. Hay que resistir detrás de la trinchera. Nos estamos viendo pronto. Punto final.


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